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El respetado empresario de las comunicaciones, creador de Radio Bío-Bío, falleció en la madrugada del día de ayer a la edad de 81 años, tras una larga enfermedad. Sus restos están siendo velados en la Iglesia San Agustín de Concepción, hasta donde han llegado diversas autoridades, amigos y auditores para entregar las condolencias a su viuda, Olga Olivieri Aste, y a sus ocho hijos:

Florencia, Cecilia, Gian Piero, Tomás, Nibaldo, Ezio, Mauro y Piero. Las exequias tendrán lugar hoy Lunes 8 de Octubre, luego de una misa que se oficiará a las 15 horas por el descanso eterno de su alma en el mismo templo.

El año 2002 la Fundación Laura Rodríguez le entregó el premio a la Coherencia, por haber dado muestras de una acción consecuente, por ser una persona de una trayectoria impecable, luchador contra el poder establecido, un irreverente que se comprometía con el cambio profundo y por ser una gran persona de radio con principios.
La misma distinción la han recibido la abogada de los Derechos Humanos Carmen Hertz; el abogado y ex diputado Andrés Aylwin Azócar; la doctora Paula Peláez; el juez chileno Juan Guzmán; el cantautor Francisco Villa y el movimiento de estudiantes secundarios "Revolución pingüina".

Nibaldo Mosciatti Moena era hijo de Mercedes Moena Gajardo y Ezio Mosciatti Cipoletti, un constructor que llegó siendo un niño a Chile -junto a su padre, Antonio- y que había nacido en el pueblo de San Severino Marche, en Italia.
Era el sexto de siete hermanos. Su padre falleció cuando tenía sólo seis años, por lo que la familia debió bregar duramente para salir adelante.
Estudió en el Liceo de Hombres de Concepción, y desde muy joven se dedicó a los títeres, a la escenografía y al teatro, junto a los recordados hermanos Duvauchelle.
Paralelamente hizo programas en radio, fundó una agencia de noticias y, después, otra de publicidad.

En 1959 fundó Radio El Carbón de Lota, que transmite hasta el día de hoy.
En 1966 fundó Radio Bío Bío de Concepción, que desde ese momento y hasta ahora es la primera audiencia ininterrumpida en la zona, lo que constituye un verdadero récord nacional. Una radio que se fundó para servir a los auditores desde una total independencia, sin vínculos con poder alguno.
Guiada por su mano, Radio Bío Bío se extendió a todo el país, de Arica a Punta Arenas, en el único caso de una radio de una región distinta a la Metropolitana de Santiago que se expande a todo el país, incluida la capital.
En 1991, creó el Canal Regional de Televisión de Concepción, el primer canal regional privado del país.
En la década de 1990 creó Radio Punto 7, que hoy se encuentra en 12 ciudades del país.

Expansión y expresión

La lucha por la identidad local. Tomás Mosciatti señala que, a partir de 1980, su familia empezó a advertir del riesgo que se vendría luego con la proliferación de estaciones repetidoras. “Lo planteamos por varias razones: primero, por libertad de expresión, ya que por cada estación local que se transforma en estación repetidora, la gente de ese lugar pierde la posibilidad de expresarse a través de un medio de comunicación; segundo, porque la radio es un oficio que se aprende en la misma radio, y con menos emisoras hay menos lugares donde ejercer la actividad; y tercero por razones de audiencia, hay mediciones en todo el mundo que demuestran que una aceptable estación local siempre le ganará a una repetidora”, explica. En ese contexto, en 1990 decidieron jugarse por extender su cobertura, primero a Temuco, Osorno y Puerto Montt, pero intentando mantener la identidad de cada lugar, con una producción local autónoma. Compitieron con radios importantes y lograron imponer un nombre que no les decía nada, como Bío-Bío. “En el sur no cubrían noticias los fines de semana, y en los incendios, se quedaban con el informe de bomberos del otro día, así que no fue tan difícil llegar a ser primera sintonía”, recuerda el periodista Salvador Schwartzman. La segunda fase sería aterrizar en Santiago y en el resto de Chile. Pero la llegada a la capital debió esperar hasta 1997, después de un largo proceso en tribunales, y una fuerte oposición de las radios metropolitanas. Pero quizás el mayor orgullo de la familia es la radio local que instalaron en la aislada localidad de Lonquimay, en la Novena región. “Ellos no recibían señales de radios chilenas, y para escucharlas, inventaron unas cruces de madera que colocaban en los techos. Decidimos instalar una radio comunitaria ahí; nunca se ha cobrado un peso y no tiene tarifas publicitarias. Tiene otro espíritu y por eso la preservaremos”, afirma Tomás.

Don Nibaldo fue también, uno de los fundadores del Club de Ajedrez de Concepción, y cultivó con pasión esta disciplina.
Fue un hombre de gran imaginación e inquietud. Por ejemplo, en la década de 1970 inventó un juego de fútbol de mesa electrónico, que patentó en gran parte del mundo.