Clogers


El mundo se cansa del dominio del dólar
El "egoísmo económico" de EE.UU.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=75221
31.10.2008


Paul Craig Roberts
CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens


¿Qué explica la paradoja de la fuerte subida del valor del dólar contra otras monedas (excepto el yen japonés) a pesar de la desproporcionada vulnerabilidad de EE.UU. a la peor crisis financiera desde la Gran Depresión?

La respuesta no yace en la mejora de los fundamentos de la economía de EE.UU. o en mejores perspectivas para que el dólar mantenga su papel de moneda de reserva.

El aumento del valor de cambio del dólar se debe a dos factores:

Un factor es la huída tradicional hacia la moneda de reserva resultante del pánico. La gente hace simplemente lo que ha hecho siempre. Pam Martens predijo correctamente que la demanda de notas del Tesoro de EE.UU. provocada por el pánico fortalecería el dólar de EE.UU.

El otro factor es el desdoble del carry trade [financiarse en una divisa para invertir en otra]. El carry trade se originó en los tipos de interés extremadamente bajos en Japón. Inversionistas y especuladores pidieron prestados yenes japoneses a una tasa de interés de un medio por ciento, convirtieron los yenes en otras monedas, y compraron instrumentos de deuda de otros países que pagan tasas de interés mucho más elevadas. En efecto, estaban obteniendo fondos prácticamente gratuitos de Japón para prestarlos a otros que pagaban intereses más altos.

La crisis financiera ha revertido este proceso. Los tóxicos derivados estadounidenses fueron vendidos en todo el mundo por Wall Street. Han puesto en peligro los balances y la solvencia de instituciones financieras en todo el mundo, incluyendo a gobiernos nacionales como Islandia y Hungría. Bancos y gobiernos que invirtieron en los atribulados instrumentos financieros estadounidenses vieron que sus propios instrumentos de la deuda estaban en peligro.

Los que usaron préstamos en yen para comprar, por ejemplo, instrumentos de deuda de bancos europeos o bonos islandeses, enfrentaron pérdidas potencialmente catastróficas. Inversionistas y especuladores vendieron sus instrumentos financieros de mayor rendimiento en una lucha por conseguir dólares y yenes para pagar sus préstamos japoneses. Este hizo subir los valores del yen y del dólar de EE.UU., la moneda de reserva que puede ser utilizada para pagar deudas, e hizo bajar los valores de otras monedas.

La subida del dólar es temporal, y sus perspectivas son poco prometedoras. El déficit comercial de EE.UU. disminuirá por los menores gastos de los consumidores durante la recesión, pero seguirá siendo el mayor del mundo y EE.UU. no lo puede reducir exportando más.

La manera como se financia el déficit comercial de EE.UU. es que extranjeros compran más activos en dólares, que ya pesan demasiado en sus portafolios.

El déficit presupuestario de EE.UU. es grande y crece, agregando cientos de miles de millones de dólares más a una deuda nacional que ya es muy grande. Ya que los inversionistas huyen de las acciones hacia notas del gobierno de EE.UU., el mercado de bonos del Tesoro de EE.UU. dependerá temporalmente menos de gobiernos extranjeros. No obstante, la carga sobre los extranjeros y sobre los ahorros del mundo de tener que financiar el consumo estadounidense, las guerras del gobierno de EE.UU. y su presupuesto militar, y el rescate financiero de EE.UU. es resentida cada vez más.

Este resentimiento, combinado con el daño hecho a la reputación de EE.UU. por la crisis financiera, ha llevado a numerosos llamados a favor de un nuevo orden financiero en el que EE.UU. juegue un papel de importancia sustancialmente menor. "Superar la crisis financiera" son las palabras clave para el resto de la intención del mundo de derrocar la hegemonía financiera de EE.UU.

Brasil, Rusia, India y China han formado un nuevo grupo (BRIC) para coordinar sus intereses en la cumbre financiera de noviembre en Washington, D.C.

El 28 de octubre, RIA Novosti informó que el primer ministro ruso, Vladimir Putin, sugirió a China que los dos países utilicen sus propias divisas en su comercio bilateral, evitando así el uso del dólar. El primer ministro de China, Wen Jiabao, respondió que el fortalecimiento de las relaciones bilaterales es estratégico.

Europa también ha notificado que se propone ejercer un nuevo papel de liderazgo. Cuatro miembros del Grupo de Siete naciones industriales: Francia, Gran Bretaña, Alemania e Italia, utilizaron la crisis financiera para pedir reformas globales del sistema financiero mundial. Jose Manual Barroso, presidente de la Comisión Europea, dijo que un nuevo sistema financiero mundial es posible sólo "si Europa tiene un rol de liderazgo."

El presidente ruso, Dmitry Medvedev, dijo que el "egoísmo económico" de la "visión unipolar del mundo" de EE.UU. es una "política sin porvenir."

Las masivas reservas de divisas extranjeras de China y su fuerte posición en la manufactura han dado a China el papel dirigente en Asia. El primer ministro adjunto de Tailandia, llamó recientemente al yuan chino "la legítima y ungida moneda convertible del mundo."

Normalmente, los chinos se muestran muy circunspectos en lo que dicen, pero el 24 de octubre, Reuters informó que el People's Daily, el periódico oficial del gobierno, en un comentario en primera plana, acusó a EE.UU. de saquear "la riqueza global mediante la explotación de la dominación del dólar." Para corregir esta situación inaceptable, el comentario llamaba a que los países asiáticos y europeos "proscribieran el dólar de sus relaciones comerciales directas, basándose sólo en sus propias monedas." Y este paso, dijo el comentario, es sólo un primer paso para el derrocamiento de la dominación del dólar.

Los chinos están expresando otros pensamientos que merecerían la atención de un gobierno estadounidense menos iluso y arrogante. Zhou Jiangong, editor de la publicación en línea, Chinastates.com, preguntó recientemente: "¿Por qué debiera China ayudar interminablemente a EE.UU. a hacer deudas en la creencia de que el crédito nacional de EE.UU. puede expandir sin límite?"

La solución de Zhou Jiangong para los excesos estadounidenses es que China se haga cargo de Wall Street.

China tiene el dinero para hacerlo, y los prudentes chinos harían un mejor trabajo que la multitud de ladrones que han destruido la reputación financiera de EE.UU. mientras explotaban al mundo a la busca de bonificaciones multimillonarias en dólares.

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Paul Craig Roberts fue secretario adjunto del Tesoro en el gobierno de Ronald Reagan. Asimismo, fue redactor jefe asociado del Wall Street Journal, en su sección de editoriales, durante 16 años columnista de Business Week, y columnista de Scripps Howard News Service and Creator's Syndicate en Los Angeles. Ha ocupado numerosas cátedras universitarias, incluyendo la Cátedra William E. Simon Chair en Economía Política, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Universidad de Georgetown e Investigador Invitado Sénior, Hoover Institution, Universidad Stanford. Fue condecorado con la Legión de Honor por el Presidente de Francia y con la Medalla de Plata del Tesoro de EE.UU. por "sobresalientes contribuciones a la formulación de la política económica de EE.UU." Es co-autor de "The Tyranny of Good Intentions." Para contactos, escriba a: PaulCraigRoberts@yahoo.com

http://www.counterpunch.org/roberts10302008.html

EL MUNDO CONTRA EL BLOQUEO

La Asamblea General de la ONU votó casi unánimemente:

185 votos de los 192 Estados miembros, en contra del bloqueo estadounidense hacia Cuba

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=75130&titular=el-mundo-contra-el-bloqueo-

30.10.2008


 

*Andrés Gómez

Rebelión


 

La Asamblea General de la ONU votó, casi unánimemente, 185 votos de los 192 Estados Miembros de la ONU, a favor de la posición de Cuba de dar fin al bloqueo de Estados Unidos en contra del pueblo cubano. Albania, que el año pasado se abstuvo en la votación este año se unió en rechazo al bloqueo. Esta vez sólo otros dos Estados Miembros, Israel y Palaos, votaron con Estados Unidos. Dos Estados Miembros se abstuvieron: Islas Marshall y Micronesia. Las repúblicas de Palaos, Islas Marshall y Micronesia son protectorados de Estados Unidos. 

El gobierno de Estados Unidos ha hecho caso omiso a este mandato, flagrantemente violando así la casi unánime voluntad de la comunidad internacional. Y lo hace no basado en el derecho, la razón y la ética sino basado en su poderío, inmoralidad y arrogancia. 

Este año es la decimoséptima vez consecutiva, desde 1992, que la Asamblea General, el más alto órgano de la ONU, vota por abrumadoras mayorías resoluciones en contra del bloqueo que Estados Unidos ha mantenido por 48 años en contra del pueblo cubano. Por ejemplo, el año pasado, 2007, la Asamblea General aprobó la resolución en contra del bloqueo por 184 votos a favor y 4 en contra: Estados Unidos, Israel, Islas Marshall y Palaos. 

De acuerdo a esa resolución de la Asamblea General votada en octubre de 2007, en julio pasado Cuba presentó al Secretario General de la ONU un informe titulado, "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba", base de la resolución aprobada ayer. 

En este Informe el gobierno cubano pormenoriza los dañinos efectos a la vida del pueblo cubano que ocasiona el bloqueo norteamericano. No solamente la política de bloqueo es violatoria de los propósitos y principios de la Carta de la ONU, sino que como queda aclarado en su primera página, "Por sus objetivos oficialmente declarados y encubiertos, por su alcance y por los medios y acciones para conseguirlos, el bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba califica como un acto de genocidio de acuerdo con lo estipulado por la Convención de Ginebra para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948, y como un acto de guerra económica según lo establecido en la Conferencia Naval de Londres de 1909". Tratados internacionales que son piedra angular del Derecho Internacional en lo que se relaciona a los derechos humanos y las relaciones entre Estados. 

Todos en Miami sabemos las nefastas consecuencias para nuestro pueblo que esta política genocida ha tenido. Y hoy la mayoría de la emigración cubana aquí lo sabe no porque se informó sobre ella o se lo contaron sino porque en Cuba lo sufrió en carne propia. Lo sufrió entonces como su familia y otros seres queridos suyos lo siguen hoy sufriendo en Cuba. 

Por si se nos olvida el Informe nos recuerda que "Hasta diciembre del 2007 –utilizando metodologías de cálculo conservadoras—la política de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba ha ocasionado pérdidas económicas al país por un valor superior a los 93 mil millones dólares". "Al valor actual del dólar", como afirmó ayer en la Asamblea General el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, "ese monto ascendería a no menos de 224 mil 600 millones de dólares". 

Hay cubanos malvados en nuestra comunidad, instigadores y defensores de esta política genocida, que en derroche supremo de cinismo afirman que el bloqueo no existe.

 
 

¿Que no existe el bloqueo?  

Citaré algunos datos del Informe de Cuba para que se sepa cuánto daño ocasionó el bloqueo a la vida del pueblo cubano solamente en el transcurso del año pasado. En cuanto a la afectación negativa en el sector de la alimentación el bloqueo ocasionó daños superiores a los 174 millones de dólares. En el de la salud pública superó los 25 millones de dólares. En el de transporte superó 70 millones de dólares. El bloqueo afectó a las exportaciones de bienes y servicios cubanos en una pérdida de 1745 millones de dólares. El sector de la industria turística dejó de percibir ingresos en la suma de 1419 millones de dólares. Y así sucesivamente.  

El ensañamiento de los enemigos del pueblo cubano -los que criminalmente intentan hacerlo rendirse por hambre y enfermedades y así terminar con su independencia- llega hasta prohibir -a través de las regulaciones y leyes que conforman el bloqueo- que empresas de terceros países –de terceros países- vendan productos o servicios a Cuba, cuya tecnología contenga más de un 10% de componentes de Estados Unidos, aunque sus propietarios sean nacionales de esos países. 

El casi unánime rechazo de la comunidad internacional a la política genocida de bloqueo, demostrado en esta más reciente votación de la Asamblea General de la ONU, demuestra que urge que el gobierno de Estados Unidos se una a la legalidad internacional y de fin a una política unilateral criminal. 

El bloqueo, aunque causando inmensos daños a la posibilidad de desarrollo del pueblo cubano, ha fracasado en su propósito de destruir la soberanía e independencia de los cubanos. Es hora –hace rato ya-- de darle oportunidad a una política más razonable y justa por parte de Estados Unidos en relación con Cuba. Una basada en el derecho y no en la coacción.

 
 

*Andrés Gómez es director de Areítodigital


 

El tema tratado en el presente artículo guarda mucha relación con la actual crisis estructural del capitalismo y su poder financiero global, escrito y difundido por Rebelión exactamente un año antes del tsunami financiero iniciado en Washington.

Ver adicionalmente video sobre el "Amero" nueva moneda de EE. UU.

En líneas generales, en el video se describe la pretensión de EE. UU., de abandonar el dólar y dar paso al "AMERO" utilizando inicialmente como moneda común tripartito en EE.UU., México y Canadá para posteriormente imponerla al resto de países de nuestro continente, canjeando los dólares (en ese momento declarado por ellos mismos sin valor) en poder de estos por un equivalente aproximado a 0.20 centavos de "AMERO" por dólar, es decir otra nueva gran estafa. ¡Qué abuso!

Urge apoyar toda acción de unidad de América Latina y el Caribe, única alternativa para enfrentar las pretensiones del imperio. Toda acción en contra es traición a los pueblos de nuestro continente.

Por: César Aching Guzmán


EL PLAN PARA DESMANTELAR LA SOBERANÍA DE MÉXICO, CANADÁ Y ESTADOS UNIDOS

El plan secreto para el NAU (North American Unión)

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=54667

08.08.2007

Horacio Garetto

Rebelión

En mis navegaciones y lecturas, hace unos meses, me topé con una exposición de un plan que me llamó poderosamente la atención. La exposición la hacía un analista financiero cuyas columnas son reproducidas en forma habitual, más o menos una vez por semana, en la que es considerada, por muchos, como una de las mejores páginas web de economía y finanzas del mundo: www.FinancialSense.com. Del mundo capitalista, se entiende. Pero de las mejores desde el punto de vista de la cantidad y calidad de los columnistas que allí se publican, del nivel de estos, del nivel de libertad, etc.

Pero como no vi que nadie más lo comentara y como se trataba de algo que, por su tremenda índole, hubiera ameritado miles de comentarios, tenía como un recelo, como una desconfianza, como un miedo de ser el único de hablar del tema. Como si se tratara de un hierro caliente periodístico.

Después, en algún momento de los meses siguientes, en la columna Bajo la Lupa, del mexicano Alfredo Jalife Rahme, del diario La Jornada de México, se hizo una referencia, crítica, a un artículo de Benn Steil, aparecido en la revista Foreign Affairs. Ahí me acordé de que el referido analista financiero también citaba ese artículo de Benn Steil. Y en la navegación del domingo a la noche por el site web Global Research.ca esta vez sí volví a ver una referencia sobre el tema. Entonces dejé a un costado las dudas y resolví. Esto tiene que ser aireado. Que sea divulgado y que el destino disponga. Esta vez la nota la firmaba un canadiense de nombre Connie Fogal a quién la gente del Global Research presenta como líder de un partido político canadiense nuevo, reciente, fundado en 1997, llamado Canadian Action Party. Connie Fogal se manifiesta ferozmente indignado por el asunto. Tanto por su contenido como por la cosa secretoide y, por lo tanto, rabiosamente antidemocrática del asunto.

Nuestro analista financiero referido al principio no firma con su nombre. Firma con un seudónimo. El seudónimo elegido es el de Castor Profundo. Yo lo encuentro apetecible y por ello lo leo habitualmente. Tiene una página web con el mismo nombre y sucedió que por el verano de 2006 nuestro referido fue el primero, que yo conozca, en avisar de la existencia de un plan político para disolver la soberanía de Estados Unidos, de México y de Canadá en una gran unidad regional que se denominaría la "Unión Norteamericana". La sigla en inglés es NAU. A veces también se hace referencia a ese proyecto con el nombre de Security and Prosperity Partnership. Ese plan no fue informado por los medios de comunicación. Deep Caster trató el tema en una columna suya del 11 de agosto de 2006.

El componente clave de la unión sería una nueva moneda, el "AMERO", como lo denominó Robert Pastor, un consultor del Council of Foreign Relations. Desde luego que este plan de "deconstrucción" de naciones representaría la destrucción final del dólar, cuya agonía ya comenzó.

La tasa anual de incremento de la oferta monetaria (el M 3) es de aproximadamente (porque esta cifra dejó de publicarse) del 12% anual (cálculos de shadowstats.com). Con una economía que no crece, o crece muy poco, o, más exactamente todavía, está en recesión, ese 12% anual de incremento de la oferta monetaria llevará inevitablemente a la hiperinflación. Es decir, a la destrucción de la moneda.

Ahora bien son tan trascendentes las consecuencias de estas elucubraciones que correspondería examinar que alternativas hay para todo esto. Una es religar las actuales monedas fiduciarias con el oro y/o con la plata. Es el enfoque que defiende Castor Profundo. La otra opción, sin duda que es la que prefiere el cartel de los Bancos Centrales y otros pesos pesados de las finanzas internacionales, es la de disolver las grandes monedas nacionales y crear monedas regionales o monedas multinacionales. Como por ejemplo, el "AMERO".

Las líneas de la batalla están trazadas. De una gran batalla monetaria. De un lado las monedas basadas en el oro o en la plata. Del otro los partidarios del AMERO u otras modelos de monedas fiduciarias.

El plan también supondría una revolucionaria abolición de las fronteras y un libre flujo de bienes y personas.

Se puede pensar que se vienen dando pasos en esta dirección desde la fecha de la reunión en Waco, Texas, en marzo de 2006, entre los presidentes Bush, Fox y Martin de Canadá.

Estos planes y estas proposiciones hay que tomarlas seriamente.

Un artículo que se publicó recientemente en la revista Foreign Affairs nos aclara el tema. Foreign Affairs es la revista portavoz del Council of Foreign Relations (CFR). Esta revista puede ser considerada, con toda justicia, como la revista portavoz de los puntos de vista y los pensamientos del club de los grandes financistas internacionales y del club de los grandes bancos centrales atlantistas. Ese artículo fue escrito por Bern Steil. Steil es el jefe de "Economía internacional del CFR. Se lo tituló "El fin de las monedas nacionales". En ese artículo Benn Steil argumenta que la combinación "globalización más monedas nacionales" es una combinación peligrosa. Es causa de crisis financieras y tensiones geopolíticas. "Los países tienen que abandonar el nacionalismo monetario porque el nacionalismo monetario es fuente de inestabilidad", nos quería convencer Bern Steil.

A lo cual Castor Profundo replica que esto es falso de toda falsedad. No es el nacionalismo monetario la causa de la inestabilidad sino los regímenes monetarios de monedas fiduciarias, es decir basadas en la sola confianza, sin respaldo en activos tangibles como el oro o la plata, que se prestan a maquinaciones y manipulaciones de los gobiernos.

Los grandes ganadores de la globalización son los grandes financistas y grandes conglomerados integrados multinacionales. Los trabajadores y las clases medias no, tampoco los inversores individuales. La clase media norteamericana está desapareciendo.

Perder la soberanía monetaria es perder también soberanía política y libertad.

No debería sorprender que el editor del art. de Mr. Steil sea la misma gente que da aire al plan de Robert Pastor de la "Unión Norteamericana".

El plan está en marcha.

Hasta ahí, resumido, lo que expone Castor Profundo.

Ahora veamos lo que Connie Fogal. Este líder político dice que el NAU es el equivalente de un golpe de Estado. De una deglución de los aparatos democráticos de Canadá, México y Estados Unidos.

El primer paso hacia el NAU fue el NAFTA, describe. El segundo la integración (o, según se mire) cooptación de las estructuras militares de Canadá en el NORAD, en el NorthCom (Comando Norte del Pentágono) y el Bi-National Planning Agreement. Porque todo esto existe es que estamos en Afganistán, dice Folgar.

El tercer paso hacia el NAU fue la implementación de las legislaciones antiterroristas, con severas consecuencias para las libertades. La Patriot Act en EU y la Ley Antiterrorista en Canadá. Por este conducto se van instrumentando las estructuras de un estado policial. El proyecto "Fortaleza América" ("Fortress America").

El cuarto paso, siempre según Fogal, es el Security and Prosperity Partnership Agreement (SPP siglas en inglés). Este acuerdo es el equivalente de una "captura hostil" de los brazos ejecutivos de los gobiernos de Canadá, México y EU. Es el equivalente de un golpe de estado. Ese SPP es una traición de nuestros gobiernos convirtiéndose en instrumentos de aplicación de una agenda de un gobierno oculto. El gobierno del complejo industrial-militar-financiero. Su sucursal en Canada: el Canadian Council of Chief Executives, a su vez dominado por el Council of Foreign Relations y el aparato militar de EU. Ese SPP creó una especie de "consejo de la competitividad" en cada país, integrado por 10 a 16 personas de la industria y la academia, que se reunirán con los dos presidentes y el primer ministro canadiense para dar los próximos pasos en Montebello, en este mes de agosto de 2007. Desde marzo de 2005 bajo la dirección de tres altos ministros de cada país, alrededor de 100 grupos de trabajos de tecnócratas no elegidos discuten la reestructuración de los aparatos administrativos de cada país. Una elite transnacional no elegida se impone a los gobiernos. Su mentalidad no es muy distinta de la que tenían los reyes cuando hablaban "de que su derecho de gobernar era de origen divino".

Sabemos que un poderoso think thank liderado por gente como el antiguo senador Sam Nunn y conducido por gente de confianza como Zbigniew Brezinsky, Henry Kissinguer, Richard Armitage, Harold Brown, William Cohen, está en las etapas finales de preparación de un informe para la Casa Blanca y el Congreso norteamericano sobre los beneficios de la integración de EU, Canadá y México en una sola unidad política, económica y de seguridad.

Sabemos que el informe final está programado que se presente a los tres presidentes el 30 de septiembre. Hubo siete sesiones de mesas redondas secretas entre todos estos equipos para elaborar el informe. Sabemos todo esto por un informe del CSIS, es decir el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, famoso instituto con sede en Washington (ver http://www.canadians.org/water/documents/NA_Future_2025.pdf "North American Future 2025 Project.")

Folgar rechaza todo esto. Se pronuncia por la soberanía e independencia de Canadá. Convoca a la acción. ¿Qué se puede hacer? Esto: por de pronto verse en Montebello, Quebec, los días 20 y 21 y leer sus sugerencias en mail aparte y discutirlas y actuar.

Por otra parte, también corresponde saber que no sería la primera vez que las elites plutocráticas tienen este comportamiento. Recuérdese la experiencia del MAI (Acuerdo Multilateral de Inversiones, Multilateral Agreement Inversions) verdadera "constitución" de los derechos del capital, que se tramó en secreto y se estaba por encajar al mundo hasta que alguien lo filtró y saltaron el cerco Francia y Canadá y se lo pudo desbaratar. Conocer como fue esa historia puede ayudar a entender como fue la trama oculta de esta.

A mí todo esto me huele al estado de angustia metafísica en estado de desastre financiero de la elite anglosajona plutocrática mundial, que ha perdido el control del Frankenstein de la globalización y busca inconscientemente saciar su angustia en una desesperada fuga hacia delante, conducta típica de sociedad de sociópatas.

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Horacio J. Garetto es miembro de Rebelión

hgaretto@wilnet.com.ar

SALVAR A LOS PUEBLOS, NO A LOS BANCOS

El Gobierno Peruano debería considerar las 9 medidas propuestas en la DECLARACION DE LA SOCIEDAD DE ECONOMIA POLITICA Y PENSAMIENTO CRITICO LATINOAMERICANO – SEPLA ante la crisis económica mundial, para evitar trasladar las consecuencias de esta al pueblo peruano como siempre lo han hecho en gobiernos anteriores. Esta declaración se suma al pronunciamiento de los 139 INTELECTUALES DE 65 PAÍSES DEL MUNDO CONCLUYEN QUE LA CRISIS CAPITALISTA NO SE SOLUCIONA CON MÁS CAPITALISMO, es decir la solución tiene darse con medidas no capitalistas, lo contrario es aplicar más sufrimiento y pobreza al pueblo peruano; tampoco deben participar en la solución a la crisis los tecnócratas neoliberales, carecen de emoción social, tienen de cerebro una casetera, estamos viviendo las consecuencias de sus recetas. No existe otra salida a la crisis con justicia social. César Aching Guzmán


SALVAR A LOS PUEBLOS, NO A LOS BANCOS

Declaración de la Sociedad de Economía Política y Pensamiento Crítico Latinoamericano ante la crisis económica mundial

Rebelión

27.10.2008


Vivimos una crisis estructural del sistema capitalista. No es hora de creer en su salvataje, pero sí de trabajar para su transformación. Los pueblos latinoamericanos se han visto obligados, más de una vez, a socorrer a los banqueros a costa de sus sufrimientos. Es hora de cambiar la historia y no repetir el rescate de los financistas. Nuestra prioridad son las necesidades populares.

La crisis económica que se deriva de la financiera y que está en curso en estos días puede prolongarse por mucho tiempo. No es posible establecer, seriamente, el tiempo en que ella se mantendrá y la forma de su desarrollo, pero lo que se puede decir es que es la más grave y más profunda desde 1929/30, que se propaga a una velocidad mucho mayor que aquella por poseer un carácter totalmente global.

Hay que decir, además, que la crisis económico-financiera actual ocurre dentro de un contexto de múltiples otras crisis, como la de los alimentos, de las materia primas, de la energía, del ambiente y, también, de una crisis militar donde no se descarta el uso de armas de destrucción masiva.

La economía norteamericana, en razón de sus tres deudas (privada, pública y con el exterior) se encuentra en riesgo de fuerte inestabilidad. Su hegemonía económica está debilitada y cuestionada. Su hegemonía geoestratégica sobrevive, aunque ya ha sufrido reveses significativos. Por las mismas razones, el momento actual es particularmente peligroso para toda la humanidad ya que EEUU no renuncia a la hegemonía y dominio unipolar en los diferentes campos. Ese país intenta incluso mantener su hegemonía ideológica y cultural, que sin duda se ve afectada por las contradicciones que surgen de la misma crisis a nivel interno y con sus aliados.

A partir de la crisis, se agudizará la contradicción antagónica con el capitalismo a escala global. Se abre un extenso periodo de convulsiones cuyos resultados están abiertos. Las clases dominantes intentaran reconstituir el sistema con mayores niveles de explotación de los trabajadores, quienes deberán fortalecer sus organizaciones para enfrentar esa agresión. América Latina ha sido el subcontinente que mayor resistencia opuso al neoliberalismo escenario también de grandes rebeliones populares. La experiencia social y política acumulada en algunos de nuestros países puede marcar un camino en la articulación de esa necesaria respuesta.

Los gobiernos neoliberales y social liberales de nuestra región, aun los llamados "progresistas", mantendrán su creencia en la lógica del capital y su intervención buscara preservar el funcionamiento del mercado capitalista y el dominio de las empresas transnacionales que ocupan nuestros territorios. Permitirán la quiebra de una u otra gran empresa especulativa o productiva, pero intervendrán inmediatamente en aquellas que puedan poner en riesgo la lógica del capital en el ámbito de su país. Eso significa que seguirán permitiendo y aun promoviendo la voracidad de la ganancia exigida por los mencionados capitales. La crisis fiscal de Estado se profundizará reduciendo la inversión pública, el gasto social y los subsidios.

Dichas políticas incrementarán aun más el desempleo, la precariedad del trabajo, la reducción de salarios y pensiones, con lo que aumentarán la pobreza, la miseria y la exclusión social.

Hay, sin embargo, en América Latina gobiernos que, sin necesariamente plantear una ruptura completa con el sistema del capital, intentan encontrar una política capaz de enfrentar de manera distinta las inevitables consecuencias de la crisis mundial en sus países.

En cualquiera de estas circunstancias los trabajadores y los movimientos sociales deben conquistar y preservar su independencia frente a los Estados y luchar decididamente contra las políticas antipopulares que pretenden trasladar los costos de la crisis del capital al trabajo y de los países centrales a los periféricos.

Por eso necesitamos definir una pauta de política económico-social dentro de una estrategia de sobrevivencia y resistencia de los sectores populares, en particular de los trabajadores, para el difícil periodo que se avecina, acompañada de una ofensiva ideológica contra el sistema capitalista que muestra con esta crisis su absoluta incapacidad para atender las necesidades de nuestros pueblos.

Proponemos entonces este conjunto de medidas de política económica:

Es urgente e indispensable la custodia de la banca privada que, dependiendo de cada país, puede ser por control, intervención o nacionalización sin indemnización, siguiendo el principio de no estatizar deudas privadas ni volver a transferir esos activos a manos privadas.

  1. Control y bloqueo de la salida de capitales, evitando su fuga.
  2. Centralización y control cambiario con política de cambios múltiples y diferenciados.
  3. Moratoria e inmediata auditoria de la deuda pública, liberando recursos para atender las necesidades sociales.
  4. Control de precios de los productos básicos.
  5. Mantenimiento y recuperación de los salarios reales de los trabajadores, asociado a una política de tributación progresiva que afecte al capital y sobre todo a la especulación.
  6. Políticas de protección e incentivo al mercado interno y a las actividades económicas con alta generación de empleo. Para ese fin la inversión pública juega un papel fundamental.
  7. Seguro de desempleo y políticas de protección social a los trabajadores desempleados e informales.
  8. Re-estatización de las empresas estratégicas. Nacionalización de las grandes empresas privadas en proceso de quiebra. Recuperación del control nacional de los recursos naturales.
  9. Promover una integración regional al servicio de los pueblos y no del capital. Tales medidas inmediatas constituyen una respuesta al drama social que impone la crisis e iniciarán transformaciones que, para realizarse plenamente, requieren avanzar hacia un horizonte socialista.

Salvar a los pueblos, no a los bancos, este es el objetivo de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico frente a la crisis y sus consecuencias sociales.

Dada en Buenos Aires, a los 23 días de octubre de 2008.

Junta Directiva de la SEPLA.

VENEZUELA CAPEA LA CRISIS FINANCIERA CAPITALISTA

La crisis estructural del capitalismo originada en el corazón del imperio afectará a los países de acuerdo al grado de dependencia económica y financiera con el epicentro del tsunami financiero y el nivel de soberanía sobre sus recursos naturales. Este es el caso de Venezuela, en donde sus reservas internaciones no están en los quebrados bancos estadounidenses y/o europeos y tampoco apuntan a utilizarlos para aplicarlos a rescate bancario alguno sino a sus programas sociales aunados al control estatal sobre sus recursos energéticos entre otros.

César Aching Guzmán



VENEZUELA CAPEA LA CRISIS FINANCIERA CAPITALISTA

http://www3.rebelion.org/noticia.php?id=74866

25.10.2008


Hedelberto López Blanch

Rebelión


La crisis financiera toma ribetes incalculables en Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, y mientras la mayoría de los países en desarrollo del mundo esperan con expectación y ansiedad los desastres que para sus economías pueda provocar esa depresión, Venezuela se siente segura y afirma que está lejos de padecer los graves problemas que se avecinan.

Para enfrentar los graves problemas financieros actuales del capitalismo, Caracas cuenta con reservas internacionales que alcanzan 40,000 millones de dólares, más 40,000 que están distribuidos en el Fondo de Desarrollo de la Nación (FONDEN) y en los fondos Chino y Ruso, entre otros.

En cuanto a la baja en el precio del petróleo, el presidente Hugo Chávez señaló que su país está en condiciones de soportar los declives recientes pero que el importe debe estabilizarse entre 80 y 90 dólares por barril lo que sería suficiente para continuar con el Proyecto Nacional Simón Bolívar.

Ante la crisis, los países desarrollados han inyectado millonarias sumas del dinero público para salvar a los bancos con las consecuentes disminuciones en los presupuestos destinados a los programas sociales.

Contrariamente, Venezuela destinará el 48 % del presupuesto nacional del 2009 a los diferentes programas sociales que se han puesto en marcha durante los últimos años.

El presupuesto del año 2008 para el gasto social fue del 45 %, o sea, 64,7 millones de bolívares fuertes, que en dólares es cerca de 30,000 millones de dólares, en inversión directa, programas de alimentación, salud, educación y las misiones. El proyecto es esa esfera, que se discute actualmente en la Asamblea Nacional será de 78,6 millones de bolívares fuertes, alrededor de 44,000 millones de dólares.

Otro factor que posibilita a Caracas no sufrir los fuertes embates de la crisis financiera es que desde hace unos años se desligó del Fondo Monetario Internacional (FMI), del Banco Mundial y diversificó sus mercados para no depender solo de Estados Unidos.

En julio pasado, ante las gestiones que el Banco de Santander (tercero más grande del país y el más antiguo) se encontraba realizando para vender sus acciones al capital privado nacional, el Gobierno trató de adquirirlo pero sus directivos se negaron, lo cual motivo la decisión de nacionalizarlo.

El Grupo Santander cuenta con 285 oficinas en todo el país, 3 millones de clientes y 4.565 empleados y en los primeros seis meses de este año había obtenido 171 millones de dólares, lo que representó un 29 % más que en el mismo período de 2007. Su nacionalización será un paso importante en el control de las finanzas a favor del Gobierno.

A principios de octubre, el ministro venezolano de Finanzas, Alí Rodríguez, informó que tras una reunión importante y productiva con el Grupo, se concretará la nacionalización en un plazo máximo de dos meses.

Asimismo, Rodríguez negó que el Gobierno tenga planes de estatizar todo el sistema financiero venezolano.

El Grupo Santander se hizo con el control del llamado Banco de Venezuela en diciembre de 1996, cuando adquirió el 80 % de las acciones en una subasta por 301,1 millones de dólares y después obtuvo otro 13 % accionarial, mientras el restante se distribuyó entre personas privadas.
En el año 1994 estalló en Venezuela una crisis bancaria parecida a la que sufre hoy Estados Unidos y que afectó en esa ocasión a un tercio de la población, a casi la mitad de las instituciones financieras y le costó al Estado el 10% del Producto Bruto Interno (PIB).

La crisis se presentó cuando en enero de ese año el segundo Banco del país, el Latino salió del sistema y arrastró a otros grandes y pequeños en una insolvencia estructural que se extendió por todo el sector financiero.

Para finales de 1994, 75 instituciones financieras habían cerrado y muchos rentistas y ahorristas quedaron sin fondo. El Estado para evitar una quiebra total, intervino 19 entidades con la puesta en práctica de un plan de rescate bancario que fue conocido como "rescate de los banqueros".

El ex ministro de Comunicaciones en esa época, Luis Felipe Egaña declaró recientemente a la emisora inglesa BBC que "Hubo una combinación peligrosa insana entre sectores políticos y sectores financieros que ayudó a crear aquella burbuja, porque parte de los recursos se desviaban a actividades, algunas muy riesgosas, de los propios accionistas y directivos de las instituciones".

Dos años después de solventada la crisis, varios bancos fueron definitivamente cerrados, otros nuevamente privatizados y algunos vendidos a capitales extranjeros por el gobierno del entonces presidente Rafael Caldera.

Pero ahora corren aires distintos y el Caracas, con un control mayor sobre los recursos energéticos mediante la nueva Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) y también sobre las finanzas del país, se encamina a esquivar la crisis económica capitalista mundial sin detener los grandes programas sociales que se llevan a cabo en todo el territorio nacional.


LAS AFP DEBEN SER NACIONALIZADAS

Por: César Aching Guzmán

http://matematicasfinancierascag.blogspot.com


 

Frente al tema de las AFP las opiniones, recomendaciones y propuestas como el "Fondo 4" de la SUPERINTENDECIA DE BANCA, SEGUROS Y AFP (SBS); deben ser profundamente analizadas, por tratarse de opinión parcializada. En los hechos, la SBS solo está para salvaguardar los intereses de los banqueros, sino cómo se explica la total libertad –léalo impunidad- con que actúan los banqueros y las AFP, al momento de fijar las tasas de interés, comisiones y tarifas (Ver artículo 9º Ley Nº 26702).

Toda la normatividad sobre el sistema financiero peruano está elaborado para beneficiar únicamente a los "inversionistas" y no a los ahorristas o trabajadores que aportamos a las AFP; los inversionistas están blindados legalmente contra todo riesgo, nunca pierden; para ello los "técnicos" (abogados, economistas, tributaristas, etc.) han copiado exactamente el modus operandi de sus mentores, los banqueros estadounidenses, anglosajones-judíos, actualmente evidenciados como los más grandes embaucadores de la humanidad. Estos banqueros a través de frondosas normativas han convertido la estafa en una actividad normal, la usura en algo "necesario" dizque para el "desarrollo" (¿de quién?); con total desparpajo privatizan las utilidades y cuando pierden por especuladores (malos manejos) socializan las deudas.

Si el ejecutivo no actúa con voluntad patriótica debe hacerlo el Congreso de la República, las Leyes son perfectibles y en todo caso se cambian cuando de por medio esta el interés de millones de trabajadores; los operadores de las AFPs no tienen por qué seguir ganado igual, mientras disminuye nuestro fondo. Informa el congresista Yohny Lescano: "En el Perú ya tenemos acumulados 7 mil millones de soles en pérdidas. Si no se toman medidas urgentes, obviamente, estamos en camino a eliminar este sistema. Hay que hacer un equilibrio en las ganancias y pérdidas de los afiliados y los empresarios". ¡Para los administradores de las AFPs no hay crisis!, así como está el sistema los únicos que perdemos somos los trabajadores.

No debe seguirse con el doble rasero, lo ancho para los banqueros y lo angosto para los ahorristas y trabajadores; no continúen con la monserga del "libre mercado", eso déjenlo a Lourdes Flores Nano y sus seguidores, ellos viven en otro planeta, la realidad actual es otra. Los cimientos sobre el que se ha construido el cuestionado y en aguda crisis neoliberalismo, se encuentra en la creación de capital ficticio, es decir, capital en forma de títulos de valor (acciones, obligaciones de las empresas capitalistas y de los empréstitos del Estado, cédulas de imposición de los Bancos hipotecarios, etc.) que carecen de todo valor intrínseco, en consecuencia no constituyen riqueza real, por cuanto no cumplen función alguna en el proceso de reproducción capitalista, son de carácter ilusorio, por ello el día de hoy se produce el declive económico de los EE UU y de Europa Atlántica, por la inconsistencia de un modelo centrado en la acumulación financiera a través de la especulación.

Asistimos a un mundo nuevo, un mundo multipolar, que no viene solo sino que hay que construirlo en nuestros propios países (rescatando de manos privadas nuestros recursos naturales y servicios esenciales) y en la unidad de América Latina y el Caribe, impulsando el Banco del Sur, la creación de un Banco Central Latinoamericano y una moneda común en nuestras regiones; seamos actores eficaces en el MERCOSUR, en el UNASUR y el Consejo Sudamericano de Defensa. No permitamos que EE UU nos traslade su crisis, alguna vez actuemos con soberanía, ¡pongamos de pie!

Demostrado esta que el único que no colapsa es el Estado, el mismo que se sostiene por sus ciudadanos y a quienes esquilman los banqueros. Ante la grave crisis que remece al imperio norteamericano y atlántico europeo ¿a quiénes pidieron ayuda los embaucadores? ¡Al Estado! y este ¿a quién le saca el dinero para "rescatarlos"? a los ciudadanos de a pie.

Solo dos factores son rescatables del Régimen de las AFPs: la cuenta personalizada de los fondos aportados y la capitalización de dichos fondos; consecuentemente, en la nacionalización de las AFPs, deben mantenerse vigentes estos dos factores; además de la intangibilidad de los fondos y una drástica sanción penal para todo aquel funcionario del Estado que se atreva a disponer de tales fondos, sanción penal que en primer término debe alcanzar al Presidente de la República y Ministro de Economía y Finanzas, para evitar que se repita la historia que hoy sufren los pensionistas de los regímenes de la 19990 y 20530. Nacionalizar las AFP es dar un paso importante para la construcción de un Estado fuerte y soberano, única alternativa de las próximas décadas.

¡Basta de ser más papistas que el papa! hagan algo digno, del cual se enorgullezcan sus hijos, los militantes de a pie y el pueblo peruano; dejen de lado sus temores o sus atavismo venales y ¡Nacionalicen las AFPs!


 



 

Por Eduardo Bueno León

jle27049@hotmail.com


 

c. Sendón reciba usted mis felicitaciones por este texto tan sincero, honesto, emotivo y cargado de mensaje. Yo también estoy pasando por trances familiares parecidos. Diera la impresión que el Aprismo generacional, el de las familias, los abuelos y los padres, somos los que más sentimos lo que está ocurriendo.

Esto tiene un nombre "Envilecimiento de la política", y AGP (con su gente) es el principal promotor. Urge una "Katarsis" al estilo griego, una "Tangentópolis" al estilo Italiano, una "Depuración" al estilo francés, cuando la izquierda europea se ha corrompido los propios partidos con líderes nuevos impulsan la renovación moral y política de sus organizaciones.

¿Porque se promueve la modernidad económica y no la modernidad política? Ello implica legalidad, transparencia, rendición de cuentas, democracia interna, definiciones ideológicas, relación con los niveles de gobierno.

Hace unos años en un excelente ensayo, el politólogo Carlos Vilas identificó a tres liderazgos regionales como los nuevos líderes de la modernidad neoliberal en Latinoamérica: Carlos Salinas de Gortari, Alberto Fujimori y Carlos Saul Menem. Los tres acabaron en graves escándalos de corrupción. No hubo modernidad política, porque hablaban de modernidad y libertad ante los empresarios -mientras hacían negocios con ellos- y en lo político afirmaban un ejercicio autoritario, sin transparencia, desmovilizando y desideologizando a sus partidos (PRI, PJ, Fujimorismo) e impulsaban una nueva élite política totalmente afín y sin más identidad social que sus bolsillos. Los temas del gobierno los resolvían con la tecnocracia neoliberal.   

Los tres dejaron de herencia auténticas hecatombes económicas y sociales. Y sus partidos (salvo el fujimorismo que se reconcentró tras la fuga al Japón de su líder) se hundieron en crisis muy profundas de las cuales surgieron sobre la base de dos condiciones. La primera, la marginación del caudillo o su demanda de silencio y exilio so pena de la expulsión. Y la segunda, una ruptura ideológica, política y moral con todo lo que esos líderes representaban (neoliberalismo, corrupción, conservadurismo) volviendo a los valores históricos formados a través de generaciones (Nacionalismo en un caso, Justicialismo en otro). En el caso del PRI ha demorado un poco hasta la reciente elección de Beatriz Paredes al liderazgo nacional (socialdemócrata) y en el caso del peronismo, los Kirchner (izquierda democrática).

El Alanismo quiere convertir al APRA en un "logo" que se alquila. Esa es la triste realidad. NO LO PERMITAMOS.

Saludos,
 
Eduardo Bueno León    

CORRUPCIÓN, CORROMPER, CORROMPEMOS, CORROMPIENDO…

Por: Guillermo Sendon Guerra


 


 

Mi madre es una señora viuda de 82 años que aun idolatra a su fallecido esposo (mi padre) quien sabiamente murió hace poco más de 8 años. Hija de una familia acomodada, nunca cercana a la política y menos al APRA (que en esos tiempos era vista como una especie de Sendero Luminoso), conoció a mi padre a los 15 años (año 1941) cuando él era estudiante universitario y aprista hasta los huesos. Aprendió mi madre a cantar la Marsellesa por amor a mi padre y me cuenta que en sus oraciones de adolescente, cuando pedía por la salud de sus familiares cercanos decía algo así como "dale la salud a mi papá, a mis hermanos, a todos mis tíos, mis tías, a Guillermo (su novio entonces, esposo luego), a Víctor Raúl y a mí", porque mi papá le había dicho que si le pasaba algo a Víctor Raúl, él se moría también.

Hace pocos días visitaba a mi madre cuando, por las noticias, se comentaba el asunto de Perú Petro y ella me dijo con profunda lástima: "esto no es por lo que tu padre tanto luchó". La verdad, no pude decirle nada al respecto; tuve que cambiar el tema de la conversación. Y no pude decirle nada porque me siento tan responsable como Rómulo León Alegría y Alberto Quimper.

¿Que cuál es mi responsabilidad? Pues la de apoyar la campaña de Alan García a todo pulmón, sabiendo que la camarilla de delincuentes que lo rodean no le permitiría hacer un gobierno limpio así él se lo proponga (cosa que aún pongo en duda). Luego, la de seguir apoyando al gobierno a pesar de ver a personajes conocidos en cuanto evento público o inauguración importante tuviera lugar (como Rómulo León Alegría y otros muchos que aún no salen a la palestra en este segundo gobierno pero que en el primero ya destacaron por sus uñas largas y siguen pululando en las esferas del poder). También, la de no empujar corrientes contestatarias en el Partido (prácticamente desactivado por un inexistente Secretario General), que pongan al más viejo partido político del Perú en la posición de un interlocutor válido del gobierno, capaz de al menos cuestionar decisiones al Presidente cuando a éste se le ocurren cosas tan peregrinas como nombrar Premier a un condenado por terrorismo, enemigo declarado del APRA y de los apristas. O la de callar y desmentir rumores sobre oscuras transacciones de "lobby" que manejan por lo bajo algunos hijos de altos funcionarios del gobierno, cuando si bien es cierto no hay pruebas de ello, tampoco se permite hacer nada por investigar esos hechos.

Sentí, compañeros y amigos, vergüenza frente a mi madre, y sobre todo frente a la memoria de mi padre, ese viejo compañero que se apartó de Víctor Raúl en la época de la "convivencia" porque no pudo entenderla ni aceptarla (y que ahora seguramente se habría muerto de la pura vergüenza), pero que luego puso su trabajo a disposición de Armando Villanueva para su campaña y me llevó de las narices al Partido a inscribirme a los 17 años; ese viejo compañero que, cuando Alan García ganó las elecciones en 1985 me prohibió aceptar cualquier cargo público porque "eres tan joven que te pueden tentar" (que hombre tan sabio era mi padre). Y cuántos amigos de mi generación aceptaron cargos públicos y efectivamente fueron tentados…

Seamos honestos, compañeros. Sabemos que nuestro Presidente tiene grandes cualidades que lo hacen capaz de hacer un gobierno estupendo; pero sabemos también que su mayor carga negativa es la recua de personajes que lo rodean, gente que entiende la política como la posibilidad de hacer riquezas y que muchas veces pienso que el Presidente acepta en su entorno para que "colecten" en su nombre. Porque de tonto no tiene un pelo y no creo esta vez y a su edad lo hagan tonto.

Este es un momento para reflexionar, compañeros, y tratar de imaginar lo que harían nuestros padres, esos viejos apristas de las épocas de lucha, o pensar en lo que esperaría que hiciéramos nuestro Jefe Víctor Raúl. Debemos unirnos en el Partido para fortalecerlo y transformarlo en un interlocutor válido del gobierno? O es que ya perdimos al Partido en manos de una mafia que gobierna y nos lleva a desarticular este movimiento casi centenario? Hora de decisiones, compañeros, y la decisión es difícil (cuando debería ser muy fácil): escogemos defender un puesto de trabajo en el Estado (o peor aún, la esperanza de un puesto de trabajo) o escogemos defender nuestros principios. Yo, gracias a mi madre, ya decidí.

CRIMEN (FINANCIERO) CONTRA LA HUMANIDAD

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=74526

17.10.2008


 

José Saramago

Premio Nobel de Literatura 1998


 

La historia es conocida, y, en aquellos tiempos antiguos en que la escuela se proclamaba educadora perfecta, se les enseñaba a los niños como ejemplo de la modestia y la discreción que siempre deberían acompañarnos cuando el demonio nos tentara para opinar sobre lo que no conocemos o conocemos poco y mal. Apeles podía consentir que el zapatero le apuntase un error en el calzado de la figura que había pintado, por aquello de que los zapatos eran su oficio, pero que nunca se atreviera a dar su parecer sobre, por ejemplo, la anatomía de la rodilla. En suma, un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar. A primera vista, Apeles tenía razón, el maestre era él, el pintor era él, la autoridad era él, mientras que el zapatero sería llamado cuando de ponerle medias suelas a un par de botas se tratase. Realmente, ¿hasta dónde vamos a llegar si cualquier persona, incluso la más ignorante de todas, se permite opinar sobre lo que no sabe? Si no tiene los estudios necesarios es preferible que se calle y deje a los sabedores la responsabilidad de tomar las decisiones más convenientes (¿para quién?).

Sí, a primera vista Apeles tenía razón, pero solo a primera vista. El pintor de Felipe y de Alejandro de Macedonia, considerado un genio en su época, ignoró un aspecto importante de la cuestión: el zapatero tenía rodillas, luego, por definición, era competente en estas articulaciones, aunque fuera solo para quejarse, si ese era el caso, de los dolores que sentía. A estas alturas, el lector atento ya habrá entendido que no es de Apeles ni del zapatero de lo que se trata en estas líneas. Se trata, sí, de la gravísima crisis económica y financiera que está convulsionando el mundo, hasta el punto de que no podemos escapar a la angustiosa sensación de que llegamos al final de una época sin que se consiga vislumbrar qué y cómo será lo que venga a continuación, tras un tiempo intermedio, imposible de predecir antes de que se levanten las ruinas y se abran nuevos caminos. ¿Cómo lo hacemos? ¿Una leyenda antigua para explicar los desastres de hoy? ¿Por qué no? El zapatero somos nosotros, todos nosotros, que presenciamos, impotentes, el avance aplastante de los grandes potentados económicos y financieros, locos por conquistar más y más dinero, más y más poder, con todos los medios legales o ilegales a su alcance, limpios o sucios, normalizados o criminales.

¿Y Apeles? Apeles son, precisamente, los banqueros, los políticos, las aseguradoras, los grandes especuladores que, con la complicidad de los medios de comunicación social, respondieron en los últimos 30 años, cuando tímidamente protestábamos, con la soberbia de quien se considera poseedor de la última sabiduría; es decir, aunque la rodilla nos doliera, no se nos permitía hablar de ella, se nos ridiculizaba, nos señalaban como reos de condena pública. Era el tiempo del imperio absoluto del Mercado, esa entidad presuntamente auto reformable y auto regulable encargada por el inmutable destino de preparar y defender para siempre jamás nuestra felicidad personal y colectiva, aunque la realidad se encargase de desmentirlo cada hora que pasaba.

¿Y ahora? ¿Se van a acabar por fin los paraísos fiscales y las cuentas numeradas? ¿Será implacablemente investigado el origen de gigantescos depósitos bancarios, de ingenierías financieras claramente delictivas, de inversiones opacas que, en muchos casos, no son nada más que masivos lavados de dinero negro, de dinero del narcotráfico? Y ya que hablamos de delitos: ¿tendrán los ciudadanos comunes la satisfacción de ver juzgar y condenar a los responsables directos del terremoto que está sacudiendo nuestras casas, la vida de nuestras familias, o nuestro trabajo? ¿Quién resuelve el problema de los desempleados (no los he contado, pero no dudo de que ya son millones) víctimas del crash y qué desempleados seguirán, durante meses o años, malviviendo de míseros subsidios del Estado mientras los grandes ejecutivos y administradores de empresas deliberadamente conducidas a la quiebra gozan de millones y millones de dólares cubiertos por contratos blindados que las autoridades fiscales, pagadas con el dinero de los contribuyentes, fingen ignorar?

Y la complicidad activa de los gobiernos, ¿quién la demanda? Bush, ese producto maligno de la naturaleza en una de sus peores horas, dirá que su plan ha salvado (¿salvará?) la economía norteamericana, pero las preguntas a las que tendría que responder están en la mente de todos: ¿no sabía lo que pasaba en las lujosas salas de reunión en las que hasta el cine nos ha hecho entrar, y no solo entrar, sino asistir a la toma de decisiones criminales sancionadas por todos los códigos penales del mundo? ¿Para qué le sirven la CIA y el FBI, además de las decenas de otros organismos de seguridad nacional que proliferan en la mal llamada democracia norteamericana, esa donde un viajero, a su entrada en el país, tendrá que entregar a la policía de turno su ordenador para que este copie el respectivo disco duro? ¿No se ha dado cuenta el señor Bush que tenía al enemigo en casa, o, por el contrario, lo sabía y no le importó?

Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esta perspectiva debe ser objeto de análisis, ya sea en los foros públicos o en las conciencias. No exagero. Crímenes contra la humanidad no son solo los genocidios, los etnocidios, los campos de muerte, las torturas, los asesinatos selectivos, las hambres deliberadamente provocadas, las contaminaciones masivas, las humillaciones como método represivo de la identidad de las víctimas. Crimen contra la humanidad es el que los poderes financieros y económicos de Estados Unidos, con la complicidad efectiva o tácita de su gobierno, fríamente han perpetrado contra millones de personas en todo el mundo, amenazadas de perder el dinero que les queda después de, en muchísimos casos (no dudo de que sean millones), haber perdido su única y cuántas veces escasa fuente de rendimiento, es decir, su trabajo.

Los criminales son conocidos, tienen nombre y apellidos, se trasladan en limusinas cuando van a jugar al golf, y tan seguros están de sí mismos que ni siquiera piensan en esconderse. Son fáciles de sorprender. ¿Quién se atreve a llevar a este gang ante los tribunales? Todos le quedaríamos agradecidos. Sería la señal de que no todo está perdido para las personas honestas.

José Saramago es Premio Nóbel de Literatura

ANGEL PARRA "TRÍO" en Concepción

"Edición Especial a la Chilena"
Angel Parra Trío
Julián Peña
Panchito Cabrera
y el gran
Valentin Trujillo en Piano
Sábado 18 de octubre
20 horas
Teatro Concepción

La banda de jazz y fusión nacional ÁNGEL PARRA TRÍO vuelve a Concepción después de algún tiempo, esta vez presentando un show con lo mejor de su discografía de estos últimos 15 años.

Ángel Parra es considerado uno de los mejores guitarristas chilenos en la música popular de los últimos 20 años. Es destacable su participación en la banda de rock chileno Los Tres como guitarra líder y compositor, la que tuvo gran éxito a nivel Latinoamericano, grabando un Unplugged para MTV durante su extensa carrera en los años 90.

Desde sus inicios "Angel Parra Trío" rápidamente se convirtió en un grupo emblemático del jazz joven de los ‘90, paralelo al trabajo que dos de sus integrantes realizaban en "Los Tres". Hoy, a casi 20 años de su formación, mantiene a Ángel Parra en la guitarra y a Roberto Titae Lindl en el contrabajo, pero renovó su tercer tercio después de la partida de Moncho Pérez. Este reconocido baterista ha sido reemplazado por Andy Baeza, un puntal en el post-bop actual y quién nos visitó en la 5ta. Noche de Jazz acompañando a Camila Meza.

Los Ángel Parra Trío vienen muy bien acompañados pues junto a ellos llegan invitados muy reconocidos en el ambiente musical nacional. Uno es Julián Peña en voz, quien durante su permanencia en el grupo logró dar un toque Pop que logró una mayor cercanía del jazz con la gente. Ejemplo claro es la canción “No Puedo Quitar mis Ojos de Ti” que sonó fuertemente en todas las radios nacionales.

Este ex- Santos Doumont viene acompañado además por el gran Panchito Cabrera en Guitarra, denominado el Django Reinhardt Chileno, único músico que dedicó una vida a estudiar la obra del célebre guitarrista belga y a liderar una escuela de adherentes del llamado "jazz francés".

Y junto a este memorable grupo se integra el más famoso y popular de los pianistas nacionales, el gran "tío" Valentin Trujillo querido por grandes y chicos ya que se ha dedicado toda una vida a entretener con su arte a través de la Televisión por más de 45 años.

Todos juntos presentarán en Concepción los “Grandes éxitos” de Angel Parra "Trío" en donde se han logrado fusionar en todos estos años en distintas corrientes musicales como el pop, el jazz. bossa, foxtrot, electrónica y el funk, el cual podremos presenciar el próximo 18 de Octubre en el Teatro Concepción.

Las Entradas se encontrarán a la venta en :

“Teatro U. de Concepción”

“Sono” : Colo-Colo 166

“Evita Espacio Moda” : Colo-Colo 469

"Feria Ticket" :

Almacenes Paris del Centro y del Mall

Feria del Disco

Los valores son:

$7.000.- Platea Baja / $ 5.000.- Platea Alta / Balcón: $2.000.-


CARTA AL CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DE LOS EE.UU. BARACK OBAMA

Adolfo Pérez Esquivel

Rebelión

04.10.2008

 

Buenos Aires, 3 de setiembre de 2008

Candidato a la Presidencia de los EE.UU.

Senador Don Barack Obama

Reciba el fraterno saludo de Paz y Bien.

En ocasión de encontrarnos en Los Ángeles junto con otros Premios Nobel de la Paz en una reunión y reflexión sobre la situación internacional, le entrego la presente carta para compartir la realidad de América Latina y el mundo. Espero que le ayude a comprender y valorar los lazos de unidad de los pueblos y encontrar nuevos caminos y paradigmas en bien de la humanidad.

Lo que ocurre en los Estados Unidos de Norteamérica tiene repercusión en el mundo, y sus decisiones influyen en las relaciones entre los pueblos, muchas veces alteradas y confrontadas, poniendo en peligro la Paz mundial, generando la inestabilidad y conflictos en diversas regiones.

Después de la caída del Muro de Berlín en 1989 y el fin de la Guerra Fría, muchos pensamos que las relaciones internacionales serían de cooperación y solidaridad entre los pueblos, que nuevos aires de integración y entendimiento para la paz llegaban después de largos años de confrontación entre los dos bloques dominantes.

Nos equivocamos. Se agudizaron las tensiones y surgieron nuevas guerras y muros de intolerancia y enfrentamientos: las guerras en Afganistán e Irak, en África, China, que comete genocidio y etnocidio contra el pueblo tibetano. La grave situación del Medio Oriente, guerra que lleva más de 50 años entre Israel y Palestina, y la necesidad del Estado Palestino de superar las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por Israel.

Y están las violaciones a los derechos humanos por parte de EE.UU. en la base militar que mantiene en Guantánamo, Cuba, y en las cárceles de Irak, en Abu Graib, un país invadido y destruido, siendo víctima del despojo de lo que es patrimonio cultural de la humanidad. He estado doce días en Bagdad y pude ver las atrocidades cometidas contra ese sufrido pueblo.

A pesar de esto, que señalo brevemente, y que usted conoce, hoy se abre una esperanza en EE.UU., y es que Ud. pueda llegar a ser el próximo presidente de Norteamérica. De ser así, se abren nuevas posibilidades para caminos de paz y para un cambio en la situación actual de destrucción y muerte que impuso el gobierno del presidente Republicano George Bush, basado en la mentira y en la violencia.

Es necesario lograr cambios hacia sociedades más justas y fraternas y ver qué ocurre en lo interno en su país y a nivel internacional. EE.UU. que vive en pleno auge del neoliberalismo, a pesar de ser un país rico y desarrollado, no ha podido garantizar a sus ciudadanos un nivel de desarrollo humano satisfactorio.

Usted bien sabe que hoy existe en EE.UU. 32 millones de personas con una esperanza de vida inferior a los 60 años; 45 millones de personas viven bajo el nivel de pobreza y 52 millones de ciudadanos y ciudadanas son analfabetas (informe Nouveau Siècle-I. Ramonet). Sin embargo, se gastan millones de dólares en armas, y se generan conflictos armados que ponen en serio peligro la paz mundial.

EE.UU. fue un país pionero en la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamados por las Naciones Unidas en 1948, lamentablemente hoy olvidados y violados sistemáticamente. Es urgente restablecer el equilibrio y "desarmar las conciencias armadas" y generar políticas de integración entre los pueblos. En este sentido, me permito transmitirle las preocupaciones y necesidades de nuestro continente latinoamericano.

Las bases militares de EE.UU. en A. Latina no contribuyen a la Paz y la seguridad continental, al igual que la reactivación de la IV Flota en mares del continente latinoamericano. Son una amenaza y generan preocupación en la región. Otra grave situación es la violencia del terrorismo de Estado en Colombia, las guerrillas, los paramilitares y el narcotráfico. Su solución es política y no militar.

Un viejo problema vigente y no resuelto hasta el presente, es el bloqueo de casi 50 años, inmoral e injusto, a Cuba, lo que pone en evidencia la política de agresión impuesta por EE.UU., violando las resoluciones y recomendaciones de las Naciones Unidas.

La democracia se basa en la participación del pueblo y en el derecho e igualdad para todos y no para algunos. Y no puede ser la que impone EE.UU. a otros países que han elegido su propio camino y decisión soberana. Es necesaria la pluralidad y el respeto al derecho de los pueblos a su autodeterminación.

Cuba no es una amenaza para los EE.UU. ni para ningún pueblo del mundo. Senador Obama, analice objetivamente la política del pueblo cubano que envía médicos, técnicos, educadores contribuyendo con los pueblos más necesitados. Siendo Cuba un país con pocos recursos y bloqueado por EE.UU., no ha dejado de contribuir a la Paz y Solidaridad con los pueblos.

Si asume la Presidencia de los EE.UU. es necesario que cambie la política de dominación y respete las decisiones de las Naciones Unidas y el derecho soberano que tiene el pueblo cubano y su gobierno. Un paso importante es la liberación de los cinco prisioneros cubanos a quienes no han podido comprobar delito alguno y someten a prisión durante diez años, negándole el derecho a la defensa y a que sus familias los puedan visitar. Esos actos son inhumanos y violatorios de los Pactos y Protocolos Internacionales y de los derechos humanos proclamados por las Naciones Unidas.

Es urgente y necesario levantar el bloqueo a Cuba a través del diálogo y acuerdos políticos y sociales. EE.UU. y Cuba pueden vivir en paz, en proyectos de cooperación y respeto mutuo.

Los pueblos del continente latinoamericano van asumiendo su propia voz en el concierto de las naciones e integración regional. Es un derecho indelegable y que EE.UU. puede compartir fraternalmente, en bien de todos.

La humanidad está sujeta a la dinámica y decisiones transformadoras. Las ciencias y tecnologías han provocado cambios profundos, han llevado a la aceleración del tiempo y espacio y cambiado los ritmos en la vida y por lo tanto hay que recuperar el equilibrio entre la persona y los pueblos. Es una dinámica que provoca, por un lado avances positivos y por otro la agudización de conflictos y violencia.

Es urgente encontrar el equilibrio para la preservación del medio ambiente, lo que en América Latina llamamos nuestra Madre Tierra, nuestra Pachamama, hoy violentada y sometida a la destrucción masiva y sistemática. Los intereses económicos y políticos privilegian el capital financiero sobre la vida de los pueblos. Es necesario generar un código de conducta y prevención, sanciones a empresas que no cuiden el medio ambiente.

Es necesario desarrollar políticas claras y contundentes para preservar el Planeta, su biodiversidad, el agua, los recursos naturales, los bosques, antes que sea tarde. Los recursos naturales no son infinitos y si no se asumen políticas claras y realistas sobre su cuidado y preservación está en peligro la vida misma del planeta. EE.UU. se han negado sistemáticamente a firmar los Acuerdos de Kyoto y esa actitud es perjudicial para la humanidad y para el mismo pueblo de los EE.UU.

Las Naciones Unidas y la FAO han lanzado un angustiante llamado a la soberanía alimentaria por la falta de alimentos en el mundo. La FAO señala que por día mueren en el mundo más de 35 mil niños de hambre. Es un genocidio silencioso que afecta a la humanidad y queda en la total impunidad.

Evidentemente, senador Obama es necesario asumir estos desafíos como muchos otros que tienen que ver con las relaciones entre los pueblos. Sería importante su acercamiento y diálogo con los pueblos y gobiernos del continente latinoamericano.

Tenemos necesidad de la unidad y cooperación y no de las imposiciones por la fuerza y la violencia.

El mundo necesita de la Paz. Es la gran revolución del Siglo XXI. Debemos trabajar por un nuevo paradigma de Vida. Espero que esta carta ayude a la reflexión y compromiso que lleven a una sociedad más justa y fraterna. Si usted asume la presidencia, ojalá se afirme la esperanza de comenzar un nuevo amanecer para los pueblos del mundo basado en la diversidad y la unidad. Le reitero el fraterno saludo de Paz y Bien deseándole mucha fuerza y esperanza.

Adolfo Pérez Esquivel

Premio Nóbel de la Paz 1980

Buenos Aires, 3 de Septiembre del 2008


 

EL CAPITALISMO MUNDIAL EN CRISIS

El capitalismo mundial en crisis

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=73699&titular=el-capitalismo-mundial-en-crisis-

03.10.2008


 

Alan Woods

El Militante


 


 

Crisis global 

Vivimos tiempos excepcionales. El pánico financiero en EEUU está provocando olas que amenazan con hundir todo el mundo. Este acontecimiento está transformando rápidamente la conciencia de millones. Ayer, 25 de septiembre, convocó una manifestación el Central Labour Council de Nueva York (federación sindical) y movilizó a unos mil trabajadores, incluidos muchos trabajadores de la construcción, metalúrgicos, peones, fontaneros y trabajadores de la calefacción, además de profesores, trabajadores municipales y otros sectores. El objetivo de la manifestación, convocada con menos de dos días de antelación, era protestar contra el plan del presidente destinado a sacar de apuros a Wall Street con una ayuda de 700.000 millones de dólares de dinero público. Así es como informaba Reuters de la protesta:

"Obreros de la construcción, trabajadores de transporte, mecánicos, profesores y otros sindicalistas se congregaron el jueves a un paso de la Bolsa de Nueva York, para protestar contra la ayuda propuesta por el gobierno de EEUU a Wall Street. Varios cientos de manifestantes mostraron un apoyo entusiasta cuando los dirigentes sindicales desacreditaron el plan propuesto de 700.000 millones de dólares destinado a revigorizar los mercados del crédito aliviando a las instituciones financieras de deudas peligrosas.

"'La administración Bush quiere que paguemos la carga que supone la ayuda de Wall Street cuando ni siquiera comienza a solucionar las causas raíces de nuestra crisis', estas son las palabras del presidente nacional del AFL-CIO, John Sweeney. Queremos que los dólares de nuestros impuestos vayan a manos de los millones de trabajadores que viven en Main Street y no una limosna a una banda privilegiada de ejecutivos bien pagados.

"En las pancartas se podía leer 'No a los cheques en blanco para Wall Street' y 'No nos van a arrebatar nuestras pensiones ganadas con el trabajo duro'. Los manifestantes secundaron repetidos llamamientos para que el gobierno gaste el dinero en educación, cuidado sanitario y vivienda igual de libre y fácilmente que se propone hacer con Wall Street. 'Sabemos que la situación económica debe resolverse'. Pero queremos un rescate responsable, no una ayuda oportunista', estas fueron las palabras de Randi Weingarten, presidente del sindicato de profesores. 'Y eso significa, como me dice cada uno de los empresarios, eso debería ser responsabilidad de los profesores, entonces eso también debería ser responsabilidad de Wall Street'".

El ambiente de los manifestantes era de furia, como demuestra la enorme reacción positiva a la convocatoria de una huelga general si el rescate sólo beneficia a los ricos. Este acontecimiento representa el inicio del cambio en la conciencia de la clase obrera, y no sólo en EEUU.


"Única en un siglo"

Lo que ha ocurrido en los mercados financieros durante estos últimos meses no tiene precedente en la historia reciente. Los mismos economistas burgueses que anteriormente negaban la posibilidad de una recesión ahora hablan de la crisis más seria en sesenta años. Alan Greenspan, antiguo presidente de la Reserva Federal norteamericana, ha descrito la actual crisis financiera como probablemente "única en un siglo".

Realmente quieren decir 79 años porque en 1948 no hubo ninguna crisis. Pero los economistas son personas supersticiosas y temen mencionar 1929, como los antiguos israelitas tenían miedo de mencionar el nombre de su dios, por si acaso pudiese ocurrir algo desagradable. Todos están preocupados por la confianza en los mercados, porque ellos creen fervientemente en que la confianza (o su ausencia) es la causa real de los booms y las recesiones. En realidad, los booms y las recesiones tienen su origen en las condiciones objetivas. El ascenso y la caída de la confianza refleja las condiciones reales, aunque pueden entonces convertirse en parte de estas condiciones, ayudando a incrementar el mercado o, como en este caso, a su caída.

En los últimos meses, AIG, Bear Stearns, Fannie Mae, Freddie Mac, Lehman Brothers y Merrill Lynch, empresas antes consideras demasiado grandes como para que fracasaran, todas han entrado en bancarrota y después fueron "rescatadas" por el gobierno, o nacionalizadas. Cuando la población comience a percibir la seriedad de la crisis económica, en la sociedad se preparará un ambiente no visto en muchos años. Esta mañana (26 de septiembre) llegaban noticias del colapso de otro banco norteamericano, el Washington Mutual, cerrado por el gobierno estadounidense. Se trata de la mayor bancarrota de un banco norteamericano y sus activos bancarios fueron vendidos a J. P. Morgan Chase por 1.900 millones de dólares. Es el equivalente financiero a un tsunami devastador, y no ha terminado.

Las estimaciones de los economistas son revisadas constantemente a la baja. Hace seis meses, el Fondo Monetario Internacional calculaba las pérdidas del sector financiero en más de 1 billón de dólares y pronosticaba una profunda recesión de la economía global. La mayoría de los economistas criticaron esta perspectiva por ser demasiado pesimista. Ahora tocan una melodía diferente. Dominique Strauss-Khan escribe lo siguiente en el Financial Times:

"Pero con gran parte de las pérdidas aún no contabilizadas y con la crisis financiera ya agudizada, ha quedado claro que sólo el milagro de una solución sistemática -lucha global contra el aluvión inmediato y amplia para combatir sus causas- permitirá a la economía, en EEUU y globalmente, funcionar con una apariencia de normalidad". (Financial Times. 22/9/2008).

Sí, en realidad, la economía norteamericana ya no funciona con "una apariencia de normalidad". De hecho, está sufriendo un gran frenazo, al menos en lo que concierne a Wall Street. En el momento de escribir estas líneas los mercados financieros en EEUU están prácticamente paralizados a la espera de la confirmación de una gran inversión de dinero gubernamental que las autoridades esperan "restaurará la confianza". El simple hecho de que el "libre mercado" dependa para su supervivencia de ingentes donativos del contribuyente norteamericano es una prueba suficiente de su total bancarrota, en el sentido más literal de la palabra. Aquí está la respuesta final a toda la retórica sobre la "mano invisible del mercado", el espíritu de la empresa privada y todo lo demás. En el momento de la verdad, los valientes empresarios de Wall Street y de la City londinense tienen que ir como los mendigos, con un cazo en la mano, al gobierno y pedir seguridad social. Sólo que estos mendigos son multimillonarios y exigen dinero pero con amenazas.

¿Qué queda de la "apariencia de normalidad" cuando la administración republicana encabezada por un fanático del libre mercado nacionaliza importantes bancos de inversión norteamericanos? ¿O cuando el Tesoro de EEUU concede un gigantesco subsidio de aproximadamente 1 billón de dólares para hacer lo mismo? El domingo, Morgan Stanley y Goldman Sachs renunciaron a permanecer como los dos únicos bancos de inversión independientes y se convirtieron en sociedades "financieras de cartera" para conseguir ampliar el acceso a los depósitos bancarios y apoyo permanente de liquidez por parte de la Reserva Federal. La eliminación de dos de las instituciones más prestigiosas de Wall Street fue una indicación de la extrema seriedad de la crisis. La velocidad con la que Morgan Stanley se fue a Asia en busca de capital subraya lo rápidamente que la riqueza del mundo se aleja de EEUU.

El Congreso vacila y el Secretario del Tesoro norteamericano, Henry Paulson (que, en opinión de algunos comentaristas, es ahora de facto el presidente de EEUU) está furioso. Mientras tanto, los mercados continúan con su caída y nadie puede pararlos. Otro argumento que se puede escuchar insistentemente en el Congreso es: nos estás pidiendo que entreguemos todos estos miles de millones sin controles ni garantías. Aparte del hecho de que se trata de recompensar a los banqueros por su pésima gestión, ¿quién dice que esta medida tendrá el efecto de frenar la caída del mercado?

Es una pregunta excelente a la que ni Paulson ni Bush, ni nadie más, tienen respuesta. Es bastante asombroso ver a los antiguos defensores de la santidad del libre mercado rebuznar ahora por la intervención del gobierno para que salve al mercado de sí mismo. Pero están condenados por su propia lógica, que sólo es la lógica insana de la economía de libre mercado. La actual crisis financiera, que hace mucho fue pronosticada por los marxistas, es el resultado directo del largo período de especulación incontrolada que provocó la mayor burbuja de la historia.

El viernes, cuando el gobierno anunció su plan de rescate de 700.000 millones de dólares para el sector financiero los mercados se regocijaron. Pero después el ambiente se volvió en su contrario cuando el Congreso retrasó la aprobación de esta masiva limosna. Hasta el lunes, el dólar se había mantenido sorprendentemente alto a pesar del torbellino de Wall Street. Pero finalmente cayó debido a la preocupación por el coste del rescate y la frágil situación del sistema bancario norteamericano, disparando el precio de las mercancías en dólares. El dólar perdió un 2 por ciento frente a la cesta de principales divisas, el euro subió un 2,6 por ciento hasta alcanzar los 1,48 dólares.

El precio del petróleo ha adquirido un carácter febril, con violentas subidas y bajadas. Cuando el dólar se devaluó, las bolsas se hundieron y el precio del petróleo volvió a subir después de su abrupta caída previa. El lunes 22 de septiembre subió un 17 por ciento, el mayor aumento diario de su precio jamás visto antes y mayor que durante la invasión de Iraq. Pero el martes el precio del petróleo había caído de nuevo 3 dólares, a 106 dólares el barril, y existen buenas razones para esperar que los precios energéticos sigan bajando. Estos vaivenes violentos sin duda reflejan, por un lado, el movimiento del dólar y, por otro, la actividad de aquellos implicados en la especulación de mercancías. Hasta hace poco, los capitalistas especulaban en el mercado inmobiliario. Cuando este colapsó, buscaron otros sectores para explotar, cualquier otro que pudiera ser más rentable: petróleo, obras de arte, comida. A pesar de todas las quejas y exigencias de regulación, esta especulación no se puede controlar. Es como una hidra: si le cortas la cabeza aparecerán otra docena de cabezas.

Socialismo, para los ricos

Como resultado de las convulsiones económicas y sociales, muchas personas comienzan a cuestionarse la naturaleza de un sistema económico que produce este tipo de abominaciones. Cuando el mismo estado capitalista se ve obligado a nacionalizar instituciones financieras, se comienza a generalizar una idea: ¿para qué necesitamos banqueros y capitalistas privados? Por esta razón, los políticos evitan la palabra nacionalización como le ocurre al demonio con el agua bendita. A toda costa, buscan formas a través de las cuales el estado pueda proporcionar capital a los bancos y que no impliquen la nacionalización. Luchan por inventar nuevas formas de capital que dejen la propiedad y el control en manos privadas. Pero al final, se ven forzados contra su voluntad a tomar posesión de bancos enfermizos para evitar su colapso. Es una acusación irrefutable contra la propiedad privada de uno de los sectores claves de la economía.

Aunque puede parecer una paradoja, no es una coincidencia que el país donde los políticos están gritando más alto contra los pecados del mercado y la codicia de los financieros sea precisamente EEUU. La tierra de la libre empresa, el país donde la psicología del capitalismo ha echado raíces profundas entre la población, es la tierra donde probablemente se da la reacción más profunda en contra de la gran empresa. Este hecho se reflejaba en los discursos de los políticos, sobre todo los candidatos en las elecciones presidenciales. Y el candidato republicano es incluso más elocuente en su retórica que el demócrata. Esto se debe a que le gustaría ganar. McCain ve que existe una reacción contra el salario exorbitante de los consejos de administración de las grandes empresas y la escandalosa especulación de Wall Street, por eso dice lo que a la mayoría de las personas les gusta oír.

¿No resulta grotesco que los empresarios del difunto Bear Stearns amasaran fortunas mientras emprendían estrategias empresariales arriesgadas que han llevado la empresa al colapso? ¿Por qué los contribuyentes norteamericanos, la mayoría de los cuales no tan ricos, tienen que hacer frente a los 700.000 millones de dólares para el rescate de las grandes instituciones financieras? El 30 de septiembre de 2007, el gobierno federal tenía un agujero fiscal de 53 billones de dólares, equivalente a 455.000 dólares por familia y 175.000 dólares por persona. Esta carga aumenta cada año en 6.600-9.900 dólares por norteamericano. El Medicare representa 34 billones de dólares de este déficit y al fondo fiduciario relacionado con el Medicare se le acabará el dinero en diez años. Quienquiera que gane las elecciones presidenciales y quienquiera que controle el Congreso, tendrá que presidir profundos recortes de los niveles de vida. Los mismos capitalistas que han cogido miles de millones del gobierno y de la Reserva Federal están exigiendo mayor control presupuestario, recortes del gasto federal, una reforma amplia (léase reducción) del derecho a la asistencia sanitaria.

No hay dinero para el Medicare ni para escuelas o pensiones para los ancianos. Pero hay mucho dinero para los grandes bancos y ricachones. Esta flagrante contradicción está agitándose en la conciencia de millones de norteamericanos y tendrá consecuencias enormes en el futuro. La pesada carga de la deuda recaerá sobre los hombros de las venideras generaciones que pagarán el precio con caídas de los niveles de vida y recortes del gasto social. Esto inevitablemente provocará un cambio profundo de la conciencia.

Para la opinión pública norteamericana la lección no pasará desapercibida. No hay dinero para escuelas, enfermos o ancianos pero cuando se trata de las grandes empresas (y no hay mayor empresa que la banca) el Estado dispone de un cheque en blanco. Para el sufrimiento de los pobres la administración Bush sólo tiene desprecio. En la tierra de la libertad, todo ciudadano tiene el derecho a enriquecerse, si la gente insiste en ser pobre, ¡es su problema! Que muestren un poco más de iniciativa o si no que se arrastren hacia la zanja y mueran. Ese es el severo mensaje del Mesías republicano del libre mercado. Pero cuando se trata de los super-ricos, George W. Bush demuestra la más sensible preocupación. Pero ya estaba escrito antes: "Porque a cualquiera que tiene, se le dará más, y tendrá en abundancia; pero a cualquiera que no tiene, aun lo que tiene se le quitará". (Mateo 13:12).

Ya sabemos que el presidente Bush es un firme creyente en el Libro Sagrado. Pero sospechamos que sus motivos para intervenir en la crisis financiera no están totalmente relacionados con la caridad cristiana, tiene más que ver con la desesperación. La clase dominante en EEUU ve que se está abriendo bajo sus pies un abismo y se ve obligada a adoptar medidas de pánico en un intento frenético de evitar una recesión global. Por eso un fanático del libre mercado como el presidente se ve forzado a lanzar setecientos mil millones de dólares del dinero de los contribuyentes a los bancos.

Esta iniciativa extraordinaria recibió inmediatamente los aplausos del mercado, nacional e internacionalmente. El Grupo de las Siete naciones industrializadas dijo a sus miembros: "bienvenidas las extraordinarias acciones adoptadas por EEUU". Sin embargo, otras naciones dijeron que no veían la necesidad inmediata de crear sus propios fondos para comprar valores en peligro. Los capitalistas de Europa y otras partes estaban prefieren recostarse y dejar que los norteamericanos se esfuercen. Después de todo ¿no eran en primer lugar los responsables de crear este caos? La misma pregunta se hace en EEUU, en cada esquina y en el Capitolio.

El presidente inmediatamente se topó con un problema en el Congreso norteamericano. No es que los y las congresistas estén menos dispuestos a garantizar la supervivencia del capitalismo que el actual inquilino de la Casa Blanca, pero están aún más dedicados a su propia supervivencia. El problema es que sienten la creciente reacción que existe contra el capitalismo, el mercado, los banqueros, Wall Street y todas sus acciones. La inmensa donación (eso es lo que es) habla por sí sola. Significa que se cogerá del bolsillo de cada contribuyente estadounidense el equivalente a 9.400 dólares y se depositarán en las cuentas de las mismas personas que provocaron la crisis financiera. Este hecho por sí solo sirve para aclarar estupendamente las ideas de los miembros del Congreso, especialmente cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina.

Los Demócratas han estado pidiendo una segunda ronda de medidas para recuperar la economía norteamericana, centrada en estimular el gasto en infraestructura, ayuda a costear la factura energética de los hogares y posiblemente más cheques descuento para los consumidores. Pero la administración y muchos republicanos se resisten. ¿Dinero para los banqueros? ¡Por supuesto! ¿Dinero para los norteamericanos corrientes? ¡La cuenta está al descubierto! Esto es demasiado para las almas amables del Capitolio que gastan todo su tiempo en vigilar los intereses de la nación.

El ambiente en el Congreso fue tenso, los congresistas se gritaban y casi llegan a las manos. ¿Alguien puede recordar este tipo de escenas en el Capitolio? Entonces ¿cómo hay quien no puede ver a EEUU en una situación de debacle económica? ¿Puede alguien recordar a la población norteamericana en esta situación de rebelión y furia? La razón del comportamiento de los congresistas es que sienten las llamas queman ya sus traseros.

Cualquier cosa que hagan estará equivocada. Si firman el acuerdo se ganarán el odio de millones de estadounidenses. Una mujer, entrevista la noche pasada por la televisión británica, cuando le preguntaron qué pensaba sobre el plan de rescate respondió desconsoladamente: "Acabo de salir de un turno de once horas y trabajo 60 horas semanales. ¡Ahora quieren coger 2.300 dólares de mi salario para dárselo a los banqueros!" Esta debe ser la actitud típica de millones de personas corrientes en EEUU. Pero si se niegan a firmar, provocarán una caída aún más profunda de las bolsas en EEUU y con ello la amenaza de un colapso total en las líneas de 1929. En otras palabras, estarán entre la espada y la pared.

Pesimismo de la burguesía

La burguesía sufre de ataques maniaco depresivos periódicos, pasando rápidamente del optimismo extremo al abismo de la desesperación. En ambos lados del Atlántico, donde anteriormente había "exuberancia irracional", ahora hay oscuridad y condena. Siempre fue así: la burguesía siempre se balancea entre los dos extremos del carácter maniaco depresivo. En determinado momento la fiesta está en plena efervescencia y consiguen enormes fortunas, al momento siguiente, todo se desinfla y abunda la miseria. Cuando llega finalmente el colapso es como la mañana después de una fiesta salvaje. La noche antes, la gente está feliz embriagada sin preocuparse por el mundo. Ahora, con la fría luz del día la historia es diferente. Hombres y mujeres son terriblemente conscientes de los excesos de la noche anterior, juran con solemnidad que nunca volverán a beber, y son bastante sinceros, hasta la siguiente fiesta.

El colapso ignominioso del último boom especulativo no es una excepción a la norma general. Es destacable sólo por la profundidad de la tristeza, que sólo es un reflejo de las cotas vertiginosas desde las que ahora están cayendo. Sencillamente fue el mayor boom especulativo de la historia (o burbuja). Fue mucho más grande que el boom que precedió al colapso de Wall Street. A pesar de la severidad obvia de la crisis, los economistas burgueses aún intentan confortarse con el pensamiento de que las cosas podrían haber sido mucho peores. Recientemente el Financial Times comentaba:

"La Gran Depresión comenzó hace menos de 80 años pero, para ser sinceros, estamos en un siglo diferente. Sea o no la peor crisis a la que se enfrentará el mundo entre este momento y el año 2099, lo destacable es el hecho de que no haya sucedido nada tan malo como la Gran Depresión entre los años treinta y el momento actual". Este comentario es interesante por dos cosas: las mismas personas que durante años han estado negando cualquier posibilidad de una repetición de 1929 y la Gran Depresión ahora, sin inmutarse, dicen que no sólo es posible, sino que lo destacable es que no haya ocurrido aún.

Dominique Strauss-Kahn escribe: "[...] y por qué no ha ocurrido, al menos aún, en la economía general, el comienzo de una severa recesión. Quizá fue la ausencia de esta última lo que llevó a muchos a tranquilizarse considerando el pinchazo de la burbuja inmobiliaria como una corrección, los impagos de las hipotecas subprime norteamericanas como una desgracia y el fracaso de importantes instituciones financieras como un daño colateral". (Ibíd).

La caída de los precios durante una crisis simplemente compensaba su anterior inflación, en ese sentido se puede hablar de una "corrección". Sin embargo, nosotros hace tiempo dijimos cómo los economistas burgueses han cambiado repetidamente la terminología que describe una recesión económica para que parezca algo menos serio. En determinado momento utilizaron la palabra pánico, después crisis, hasta que finalmente han llegado a corrección. Después de todo, si aceptamos los milagrosos poderes sanadores del mercado, que por arte de magia se regula sin ninguna participación humana consciente, ¿cómo se puede objetar la "autocorrección" del mercado?

Sobre este tema escribimos lo siguiente en Perspectivas Mundiales 2008:

"Se podría decir lo mismo sobre un terremoto: también se puede presentar como una 'corrección' necesaria que simplemente reajusta la corteza terrestre. Finalmente, todo vuelve a la normalidad y la vida continúa como antes. Pero este análisis reconfortante no tiene en cuenta la terrible estela de daños provocada por el terremoto: pueblos que desaparecen, árboles arrancados, cosechas destruidas, miles de muertos y heridos. Además, la vida normal no se recupera tan fácilmente después de un terremoto. Algunos pueden ser tan devastadores y dejar tal reguero de destrucción que los efectos se sienten durante años".

Estas líneas describen con precisión las consecuencias de esta "corrección".

La dictadura del capital financiero

Nuestra época es la del capitalismo monopolista, una de las características es el dominio completo del capital financiero. Este dominio en EEUU y Gran Bretaña ha llegado más lejos que en cualquier otro país importante. Gran Bretaña, el antiguo taller del mundo, se ha transformado en una economía rentista parasitaria que produce muy poco y está dominada por las finanzas y los servicios. Hasta hace muy poco esto representaba algo positivo que podía proteger a Gran Bretaña frente a la turbulencia de la economía mundial. Pero se ha convertido en su contrario. Al seguir de manera servil el modelo norteamericano, Gran Bretaña se ha visto arrastrada hacia la recesión siguiendo los pasos de EEUU y probablemente se verá peor afectada. Como un gusano parásito, engorda a costa del resto del organismo anfitrión, el sector financiero se ha hecho demasiado grande con relación a la economía, minando su fortaleza y amenazado con socavarlo completamente.

Es una proposición elemental que todo lo que sube debe bajar. Durante años la economía norteamericana parecía desafiar las leyes de la gravedad económica. Ahora debe pagar el precio. La caída ha llegado, y es más abrupta por la altura vertiginosa que alcanzó debido a la especulación en el sector inmobiliario durante el período que la precedió. Ya es mucho más intensa que la caída de los precios inmobiliarios en la Gran Depresión. En el primer trimestre de 2008 los precios inmobiliarios en EEUU cayeron oficialmente un 14,1 por ciento. Por contraste, en 1932, en el momento bajo de la depresión, los precios inmobiliarios cayeron un 10,5 por ciento. Además, estas cifras no reflejan la seriedad real de la situación. Algunos economistas sitúan la cifra de la caída de los precios inmobiliarios durante el primer trimestre en el 16 por ciento en términos reales. Y la caída de los precios inmobiliarios está lejos de haber terminado.

Esto significa que las enormes sumas de dinero que van a regalar a los banqueros no tendrán el efecto de detener la caída, o en el mejor de los casos pueden sólo tener un respiro temporal antes de nuevas y más profundas caídas. Esta es la lógica del mercado que no obedece a ninguna ley excepto a él mismo. Los supuestos planes de estabilización no son nada parecido. Todo lo que se habla de regular los mercados es una estupidez. El sistema capitalista es anárquico por naturaleza. No se puede planificar ni regular. El intento de estabilizar el sector financiero inyectando grandes cantidades de efectivo sólo conseguirá enriquecer aún más a los ya mega-ricos. Pero no tendrá un efecto duradero sobre el mercado.

La insolencia de los banqueros es bastante asombrosa. Exigen al gobierno que compre sus deudas malas, mientras ellos se quedan con los valores rentables. Nadie sabe cuál es el valor real de estos activos. Un viejo refrán dice que nunca se puede comprar a ciegas. Es un consejo acertado, pero se espera que el gobierno entregue una inmensa cantidad de dinero a la burguesía sin mirar lo que hay en el paquete. La crisis del sistema bancario es el resultado de una estafa masiva en la que todos los banqueros han participado alegremente durante las últimas dos décadas. Se han hecho fabulosamente ricos pero ahora han dejado una enorme cantidad de deuda y capital ficticio en los libros de cuentas de las instituciones financieras. ¿Cómo resolver este pequeño problema? ¡Fácil! Pasar la factura al contribuyente. El gobierno crea una agencia para comprar estos valores y los mantiene hasta que "maduren" y se puedan vender al sector privado. Esto significa nacionalizar las pérdidas y privatizar los beneficios o, por utilizar una maravillosa expresión de Gore Vidal, socialismo para el rico y economía de libre mercado para el pobre.

Los capitalistas pretenden que también ellos están haciendo sacrificios, pero lo que quieren decir es que sacrifican unos pocos de sus inflados beneficios, mientras que los trabajadores sacrifican su vida y casa. Los banqueros gritan con dolor y los gobiernos corren con un cheque en blanco en sus manos. Esto se conoce como "provisión de liquidez". El problema es que el Estado no posee liquidez alguna. Sólo puede conseguir el dinero de los contribuyentes. Pero los impuestos reducen la demanda, algo que ya está cayendo en EEUU. Esto podría temporalmente aliviar el "sufrimiento" de los super-ricos, pero sólo a costa de incrementar el sufrimiento de millones de estadounidenses corrientes. Eso, en sí mismo, no sería nada preocupante, por supuesto, ya que el destino de todos los norteamericanos patriotas es sufrir por la gran causa del mercado. Desgraciadamente, esto tendrá efectos más serios en la economía.

Un nuevo recorte de la demanda aumentará el desempleo. Las empresas entrarán en bancarrota. Más personas no podrán pagar sus hipotecas y deudas de la tarjeta de crédito, profundizará la crisis y será más difícil de resolver. Además, EEUU es los años recientes ha pasado de ser la nación acreedora más grande del mundo a ser el mayor deudor mundial. La compra por parte del gobierno de valores sin valor e inyecciones de capital en las instituciones financieras aumentará enormemente este endeudamiento colectivo. Provocarán una nueva caída del valor del dólar con relación a otras monedas y esta situación consiguientemente causará más convulsiones en los mercados monetarios mundiales.

Los bancos centrales se supone que deben evitar vigilar a los bancos e instituciones financieras para garantizar a los depositarios que sus depósitos bancarios están a salvo, y proporcionar la liquidez en las instituciones financieras frente a daños colaterales. Pero los recursos de los bancos centrales tienen un límite y se está alcanzado muy rápidamente. Probablemente ya han hecho más de lo que podían hacer. En el caso de una nueva crisis bancaria no podrán hacer nada. Como nadie tiene la más mínima idea de a cuánto ascienden las deudas malas que están envenenando el sistema financiero mundial, esta crisis en el próximo período es inevitable. Más pronto que tarde terminará en el colapso de uno u otro de los bancos importantes, que puede provocar una conmoción letal en toda la economía mundial, como ocurrió con el colapso del banco austriaco más grande, el Kredit-Anstalt, en mayo de 1931. Esto sucedió dos años y medio después del crack de Wall Street en EEUU y marcó el principio del colapso financiero de Europa Central y después más allá. Es totalmente posible que veamos algo similar en el próximo período.

Marx sobre el capital ficticio

La escasez de dinero no es la causa de la crisis, al contrario, la crisis es la que provoca escasez de dinero. Los economistas burgueses, con su mentalidad de banqueros, confunden la causa con el efecto, la apariencia con la esencia. Cuando la economía entra en crisis, el crédito se agota y la gente exige en su lugar dinero en metálico. Este es el efecto de la crisis, pero a su vez se convierte en causa, reduciendo la demanda y creando una espiral descendente.

Los banqueros y sus amigos en el gobierno insisten en que la causa de la crisis es que el sistema financiero tenía demasiado poco capital. Es una declaración asombrosa. Durante las últimas dos décadas se ha visto un enorme carnaval rentable donde los bancos han conseguido ingentes beneficios. ¡Ahora dicen que no tienen suficiente capital! En realidad, durante el boom hubo en circulación una enorme cantidad de préstamos y esta superabundancia de capital demostraba por sí misma los límites de la producción capitalista. Había enormes sumas de capital disponible para la especulación que no podían encontrar una salida y la burguesía tuvo que encontrar otra forma de utilizarlo.

Marx señaló hace mucho tiempo que el ideal de la burguesía era hacer dinero del dinero, sin tener que pasar por el proceso doloroso de la producción. En el último período parecía que habían conseguido esta idea (excepto en China donde sí ha habido un desarrollo real de las fuerzas productivas). En EEUU, Gran Bretaña, España, Irlanda y en muchos otros países, los bancos invirtieron billones en especulación, sobre todo en el sector inmobiliario. Este se basó en el escándalo de las hipotecas subprime y floreció, generando cantidades inimaginables de capital ficticio.

Ya en la época de Marx existían grandes cantidades de capital circulando, este es capital que forma la base del capital ficticio. En aquella época también hubo estafas crediticias, el equivalente a los actuales derivados. Sin embargo, cuando se compara con la situación actual palidece todo el significado de especulación. La cantidad total de especulación a escala global es pasmosa. Tomemos sólo un ejemplo: los credit default swap. Este mercado permite que dos partes apuesten sobre la probabilidad de que una empresa incumpla el pago de su deuda. Ha pasado a 90 billones de dólares las cantidades ficticias aseguradas. Es decir, probablemente más que el doble del crédito pendiente de pago en el mundo. Pero los contratos no están anotados en ninguna parte excepto en los libros de los socios. Nadie sabe el volumen real de la transacción, por lo tanto, eso expone a la economía mundial a un enorme riesgo. Eso explica el pánico en Wall Street y en la Casa Blanca. Temen, correctamente, que cualquier vaivén severo pueda derribar todo el edificio inestable de las finanzas internacionales, con consecuencias difíciles de prever.

Incluso en el siglo XIX, en la cima del boom, cuando el crédito era fácil y la confianza aumentaba, la mayoría de las transacciones se hacían sin ningún dinero real. Al principio de cada ciclo hay abundancia de capital y los tipos de interés son bajos. El tipo de interés bajo estimula los beneficios de las empresas en el primer momento del ciclo y anima el crecimiento. Más tarde el tipo de interés alcanza su nivel medio en el momento álgido de prosperidad. Aumenta la demanda de crédito y por tanto los tipos de interés en el pico de un boom deberían subir, pero en el último boom no ha ocurrido así.

En los años recientes la Reserva Federal ha aplicado una política de mantener deliberadamente bajos los tipos de interés (en una etapa fueron incluso negativos en términos reales, considerando el nivel de inflación). Se trataba de una irresponsabilidad desde un punto de vista capitalista. Creó una burbuja inmobiliaria y de este modo se pusieron las bases para la crisis actual. Pero en la medida que se conseguían grandes beneficios y los inversores estaban felices a nadie le importaba. Todos se unieron contentos a este loco carnaval de rentabilidad. Los banqueros más respetables y los economistas más doctos unieron sus manos y bailaron al coro de: "Come, bebe y se feliz, ¡mañana estaremos muertos!"

La razón por la que ahora se quejan de que no tienen un capital insuficiente es porque una gran parte de sus activos son ficticios, el resultado de una estafa sin precedentes en todo el sector financiero. Mientras el boom continuaba a nadie le importaba. Pero ahora que el boom se ha terminado, todos estos activos están bajo sospecha. Los banqueros, que ayer estaban dispuestos a comprar grandes cantidades de deuda de los demás, ya no están dispuestos a hacerlo. La desconfianza y la sospecha se han generalizado. El viejo optimismo acomodadizo se ha sustituido por una actitud tacaña a la hora de prestar y tomar prestado. Todo el sistema bancario, del que depende la circulación de capital, está a punto de paralizarse.

A menos y hasta que los malos activos sean eliminados, muchas instituciones carecerán del capital necesario para extender el crédito fresco en la economía. Marx hace mucho que describió esta etapa del ciclo:

"La convertibilidad de las letras de cambio sustituye a la metamorfosis directa de las mercancías, tanto más cuanto que precisamente en estos períodos aumenta el número de las casas comerciales que trabaja simplemente a crédito. Y una legislación bancaria ignorante y al revés, como la de 1844-45, puede contribuir a acentuar todavía más la crisis.

"En un sistema de producción en que toda la trama del proceso de reproducción descansa sobre el crédito, cuando éste cesa repentinamente y sólo se admiten los pagos al contado, tiene que producirse inmediatamente una crisis, una demanda violenta y en tropel de medios de pago. Por eso, a primera vista, la crisis aparece como una simple crisis de crédito y de dinero. Y en realidad, sólo se trata de la convertibilidad de las letras de cambio en dinero. Pero estas letras representan en su mayoría compras y ventas reales, las cuales, al sentir la necesidad de extenderse ampliamente, acaban sirviendo de base a toda la crisis. Pero, al lado de esto, hay una masa inmensa de estas letras que sólo representan negocios de especulación, que ahora se ponen al desnudo y explotan como pompas de jabón; además, especulaciones montadas sobre capitales ajenos, pero fracasadas; finalmente, capitales-mercancías depreciadas o incluso invendibles o un reflujo de capital ya irrealizable. Y todo este sistema artificial de extensión violenta del proceso de reproducción no puede remediarse, naturalmente, por el hecho de que un banco, el Banco de Inglaterra, por ejemplo, entregue a los especuladores, con sus billetes, el capital que les falta y compre todas las mercancías depreciadas por sus antiguos valores nominales. Por lo demás, aquí todo aparece al revés, pues en este mundo hecho de papel no se revelan nunca el precio real y sus factores, sino solamente barras, dinero metálico, billetes de banco, letras de cambio, títulos y valores. Y esta inversión se pone de manifiesto sobre todo en los centros de que se condensa todo el negocio de dinero del país, como ocurre en Londres; todo el proceso aparece como algo inexplicable, menos ya en los centros mismos de producción". (Carlos Marx. El Capital. Volumen III. Capítulo XXX. Capital dinero y capital efectivo).

Los capitalistas deben sacar todo este capital ficticio del sistema. Como un hombre cuyo cuerpo ha sido envenenado o un drogadicto que lucha contra los efectos de su adicción, deben expulsar el veneno del organismo o perecerán. Pero es un proceso doloroso y crea nuevos peligros para el organismo. Cuando el sistema se reduce y el crédito se agota, los capitalistas retiran de circulación sus deudas. Aquellos que no pueden pagar entrarán en bancarrota. Como resultado crece el desempleo y esto, a su vez, reduce la demanda, provocando nuevas bancarrotas y nuevas deudas que no se pueden pagar. De esta manera, todos los factores que impulsaron la economía hacia adelante durante el último período se vuelven en su contrario.

Bancarrota de la economía burguesa

Los economistas se aferran insistentemente a la vieja ilusión de que era imposible una recesión mundial, que habían aprendido las lecciones del pasado (como un borracho aprende la lección después de la resaca). Decían que la crisis financiera se limitaría sólo a EEUU, que la economía norteamericana de alguna manera se "desacoplaría" del resto del mundo (así contradecían todo lo que antes habían dicho sobre la globalización), que Europa y China se convertirían en las nuevas fuerzas motrices de la economía mundial y así otras cosas por el estilo.

¡Qué vacíos suenan hoy estos argumentos! Los precios de los bienes raíces están cayendo globalmente. La economía global se está desacelerando. Las economías europeas ya están apreciablemente desaceleradas y, con la inevitabilidad de nuevos fracasos bancarios y la escasez de capital disponible y crédito, este proceso continuará. Es verdad que las llamadas economías emergentes han continuado su crecimiento, pero es impensable que puedan permanecer apartadas de la crisis general cuando la afluencia de capital se agota y los precios de las mercancías retroceden. Por supuesto, este proceso tardará un tiempo y será desigual. Algunos países entrarán más pronto en crisis, otros más tarde. Pero al final, todos se verán arrastrados.

Es indiferente en qué país comience la crisis, lo principal es que en las condiciones modernas ésta pasará de un país y continente a otro. En este caso comenzó en EEUU, que es el país que había llevado hasta su máximo extremo la manía crediticia. Pero poco después, y contra todos los pronósticos de los economistas, se extendió a Irlanda, España, Gran Bretaña y a toda Europa. Sus repercusiones alcanzarán a América Latina, Asia y África. Un país detrás de otro caerá como si se tratara de un dominó. China no escapará aunque por el momento sigue avanzando.

En una crisis los capitalistas están obligados a recurrir a medidas extraordinarias para acaparar una parte del mercado mermado. Recurren a la venta con descuento, al dumping y otros métodos para socavar a sus competidores. Con eso, agravan la crisis porque fomentan una espiral deflacionaria descendente. La gente retrasa sus comprar a la espera de precios más bajos y de esta manera empujan los precios aún más a la baja. Vemos este fenómeno más claramente en el mercado inmobiliario.

El contagio se extiende como una epidemia incontrolada de un país a otro. Será evidente que cada país ha sobre-exportado (es decir, sobreproducido) y también sobre-importado (sobre-comerciado). (Ver El Capital. Volumen 3. p. 481. En la edición inglesa). Será evidente que cada uno de ellos ha estirado el crédito demasiado y avivado las llamas de la inflación y la especulación, que ahora deben extinguirse, no importa a qué costa. Es decir, no es cuestión de este o ese país, de este o ese banco, de este o ese especulador individual, sino del propio sistema. Es verdad que ninguna recesión dura eternamente. A largo plazo, se alcanzará un nuevo equilibrio, los precios se estabilizarán, se restaurará la rentabilidad y comenzará un nuevo ciclo. Pero no hay ningún síntoma de esto a la vista. La crisis aún no ha terminado, apenas acaba de comenzar. Nadie sabe cuándo terminará. Y, de cualquier manera, como dijo Keynes, "a largo plazo todos estaremos muertos".

Es fácil ser sabio después que han pasado los acontecimientos. Los economistas burgueses son excelentes pronosticando las cosas cuando ya han ocurrido. En este aspecto se parecen a los autores de Viejo Testamento que pronosticaban con una precisión infalible acontecimientos históricos que habían ocurrido varios cientos de años antes. La gente crédula como los testigos de Jehová están muy impresionados por ello, lo citan como una prueba de la inspiración divina de la Biblia. Otros, de una persuasión más escéptica y científica, dan la bienvenida a estas "predicciones" con grandes carcajadas. Las mismas personas que ridiculizaban a los marxistas y nos aseguraban que no habría ya crisis, ahora gimen y agitan las manos. Nos dicen que es la crisis más profunda desde los años treinta, y esperan que nadie se dé cuenta de la flagrante contradicción entre esto y lo que decían sólo ayer.

La realidad es la siguiente: que durante los últimos veinte o treinta años los economistas burgueses no han comprendido nada, no han anticipado ni previsto nada. Han sido incapaces de pronosticar los booms ni las recesiones. Han pasado décadas intentando convencernos de que el ciclo económico había desaparecido, que el desempleo de masas era algo del pasado, que el monstruo de la inflación se había domesticado, y así otras cosas por el estilo. Todos los políticos reformistas, naturalmente, aceptaban este sinsentido como una moneda buena. El Gran Bretaña, Gordon Brown alardeaba: "El ciclo de boom y recesión ha desaparecido". Ahora ha tenido que tragarse sus palabras porque la economía británica se desliza hacia la recesión. Todo esto demuestra que la economía burguesa no es adecuada para nada excepto para justificar un sistema degenerado y en bancarrota.

Lo que nosotros pronosticamos

Comparemos las perspectivas de los marxistas con las que trazó la burguesía. En contraste con los economistas burgueses que cometieron el grave error de creer su propia propaganda, la corriente marxista explicó la realidad de la situación en el documento Al final de la navaja: perspectivas para la economía mundial¸ escrito en 1999, escribimos lo siguiente:

"En el pasado se decía que el papel de la Fed era llevar el cuenco de ponche cuando la fiesta estaba en pleno apogeo. Pero ya no es este el caso. Mientras públicamente hablan de cara a la galería de fidelidad y austeridad, Alan Greenspan tolera la formación de la mayor orgía de especulación financiera de la historia, aunque debería ser consciente de los peligros que ello implica. Es como el emperador Nerón, que se divertía mientras Roma se quemaba. En realidad, subiendo los tipos de interés un miserable cuarto de punto, ha echado más leña al fuego de la especulación bursátil. De esta forma, el viejo dicho de 'a quién los dioses desean destruir, primero le vuelven loco' es totalmente correcto".

Y seguimos leyendo:

"Las barreras fundamentales para el desarrollo de las fuerzas productivas en la época moderna son la propiedad privada de los medios de producción y el Estado nacional. Sin embargo, durante un tiempo el sistema pudo superar parcialmente estas barreras por una serie de medios, como el desarrollo del comercio mundial y la expansión del crédito. Hace tiempo Marx explicó el papel del crédito en el sistema capitalista. Es un medio a través del cual el mercado puede ir más allá de sus límites normales. En el mismo sentido la expansión del comercio mundial puede proporcionar una salida durante un tiempo, a costa de preparar una crisis catastrófica aún mayor en el futuro:

"'La producción capitalista está ocupada constantemente en el intento de superar sus barreras innatas, pero superarlas por medios que luego harán que estas mismas barreras adquieran un tamaño formidable. La barrera real de la producción capitalista es el propio capital'" (El Capital, vol. 3).

"El circuito de la producción capitalista depende entre otras cosas del crédito. La solvencia de un eslabón de la cadena depende de la solvencia del otro. La cadena se puede romper por numerosos puntos. Más pronto o más tarde, el crédito debe saldarse en efectivo. Con demasiada frecuencia aquellos que se endeudan durante el proceso de auge capitalista se olvidan de este hecho. En la primera fase de expansión capitalista, el crédito actúa como un estímulo de la producción: 'el desarrollo del proceso productivo se alarga por el crédito, y éste conduce a una extensión de las operaciones comerciales o industriales' (El Capital, vol. 3).

"Ésta es sólo una cara de la moneda. La rápida expansión del crédito y la deuda empuja el mercado más allá de sus límites normales, pero en un cierto momento esto vuelve a su posición original. Durante el boom el crédito parece no tener límites, como el Cuerno de la Abundancia de la antigua mitología griega. Pero tan pronto como aparece la crisis la ilusión se desvanece. Los reembolsos se retrasan, las mercancías no se venden en los mercados ya abarrotados y los precios caen. El desarrollo del mercado mundial no altera este proceso fundamental, salvo en que cuando se manifiesta lo hace con un alcance inmensamente mayor. La acumulación de deudas en última instancia hace más profunda y más prolongada la crisis de lo que hubiera sido de otra forma. La reciente historia de Japón es más que suficiente para confirmar esto. Después de una década de boom, caracterizada por el aumento rápido de los precios de los activos y las acciones, la burbuja estalló finalmente debido a un marcado aumento de los tipos de interés. La situación fue muy similar a la de EEUU en la actualidad. El 25 de diciembre de 1989, el Banco de Japón subió los tipos de interés causando una profunda caída de la Bolsa, pero como los precios de la tierra aún continuaban subiendo fue necesario una nueva subida de los tipos de interés. En total los tipos subieron un 6% y a final de año los precios de las acciones cayeron al 40%. A pesar de todo el Banco de Japón mantuvo los tipos de interés elevados, medida entonces alabada por los economistas, que destacaron el prudente manejo de la economía por parte de la entidad japonesa. El resultado fue prolongar la recesión durante una década.

"Con la globalización y la abolición de las restricciones al crédito y las transacciones financieras, el alcance de la expansión nunca antes fue tan grande, ni tuvo el potencial para un crash a escala mundial. Sin embargo la crisis no se origina por el capital ficticio, por las estafas de la Bolsa y el uso excesivo del crédito. Marx lo explica en el tercer volumen de El Capital:

"'También ignoramos estas falsas transacciones y especulaciones que favorece el sistema crediticio. Una crisis sólo se puede explicar como resultado de una desproporción en la producción entre el consumo de los capitalistas y su acumulación. La sustitución del capital invertido en producción depende en gran medida del poder de consumo de las clases no productivas; mientras, el poder de consumo de los trabajadores está limitado, en parte por las leyes salariales, en parte por el hecho de que son utilizados en la medida que son rentables para la clase capitalista. La razón última para todas las crisis reside en la pobreza y el consumo restringido de las masas frente al vigor de la producción capitalista en desarrollar las fuerzas productivas como si existiera sólo un poder de compra absoluto de la sociedad y éste fuera su límite'" (El Capital, vol. 3)

"La expansión del comercio mundial y la apertura de nuevos mercados en Asia también proporcionaron un estímulo temporal, pero sólo a costa de provocar un colapso incluso mayor". (Fundación Federico Engels. Marxismo Hoy. Nº 7)

Estas líneas fueron escritas hace casi una década, cuando la aplastante mayoría de los economistas burgueses aún negaban la posibilidad de una recesión mundial. Así que tenemos todo el derecho a preguntar: ¿Quién comprendió mejor los procesos de la economía mundial y quién hizo predicciones correctas? ¿Los economistas burgueses o los marxistas?

¿Puede China salvar al mundo?

Hay un viejo refrán que dice que un hombre ahogándose se agarra a una paja. La burguesía y sus apologistas, alarmados por la profundidad de la crisis, buscan alrededor una paja que les salve de hundirse más. Hasta hace poco sus esperanzas descansaban en Asia, China en particular. Pero la economía china ahora está empotrada firmemente al mercado mundial y reflejará toda su volatilidad. Un reciente artículo de Geoff Dyer en el Financial Times llevaba el elocuente título: La carga de Pekín. Una desaceleración de China es un mal agüero para la economía mundial.

A pesar de la recesión en EEUU, las exportaciones han continuado creciendo con fuerza, expandiéndose un 22 por ciento durante los primeros ocho meses de 2008. Parte de la explicación es que las empresas chinas han seguido encontrando nuevos mercados para sus productos en otras economías en desarrollo que experimentan un auge económico. Pero esto sólo retrasa lo inevitable. Después de la crisis en Wall Street y el estancamiento en Europa y Japón, los inversores comienzan a preguntarse si China podría entrar también en crisis. Después de cinco años de rápido crecimiento, la economía china muestra incluso ahora claramente una desaceleración. Una tasa de crecimiento inferior al ocho por ciento tendría grandes implicaciones para China y la economía global. Los economistas también están preocupados por el sector bancario en China.

Ya hay síntomas de problemas en el mercado exportador. La industria de prendas de vestir en Guangdong sufre una intensa tensión. Según las estadísticas provinciales, las exportaciones de prendas de vestir y accesorios de enero a julio cayeron un 31 por ciento respecto al mismo período del año pasado, a 13.300 millones de dólares. Las exportaciones de productos plásticos, juguetes y lámparas también están estancadas o descendiendo. Esto ha coincidido con una demanda débil de EEUU, donde las ventas al por menor cayeron en julio y de nuevo en agosto. El crecimiento global de las exportaciones de Guangdong a EEUU cayó al 6,3 por ciento durante los primeros siete meses de este año. Eso no puede ser una coincidencia.

Un euro fuerte y un 27 por ciento de aumento de las exportaciones de Guangdong a Europa han compensado un dólar débil y el hundimiento del mercado norteamericano. Pero ahora es evidente la profunda y creciente contracción en Europa, que también es uno de los mercados más grandes de China. Esto finalmente tendrá un impacto sobre las exportaciones chinas. "Esto podría ser la calma que precede a la tormenta", dice Stephen Green, un economista de Standard Chartered de Shanghái.

Son cada vez mayores las preocupaciones por el mercado inmobiliario, que ha sido uno de los principales componentes del boom de inversión de la economía china durante los últimos años. Las ventas han caído y la superficie en construcción cayó en agosto, mientras que la producción de acero, cemento y aires acondicionados fue plana o bajó en ese mes, otro síntoma de actividad débil. Los analistas dicen que las hipotecas aprobadas también han caído profundamente en los últimos meses. "Creemos que la probabilidad de un desastre del sector inmobiliario en China es elevada", dice Jerry Lou, un analista de Morgan Stanley en Shanghai.

Si el mercado inmobiliario cae a lo largo del próximo año eso tendrá serias consecuencias para el sector bancario. Si el crecimiento del producto nacional bruto cae muy por debajo del 8 por ciento el próximo año, eso causaría una caída aún más profunda de los precios inmobiliarios, acompañada de un colapso de la inversión en el sector privado. Las consecuencias sociales y políticas serían considerables.

Hay signos de advertencia en otras partes de la economía. El crack en el mercado bursátil ha tenido un efecto negativo sobre la confianza del consumidor. Este año ha caído mucho la tasa de aumento de los ingresos urbanos. Las ventas de automóviles han caído el mes pasado un 6 por ciento y los viajes en avión también han sido bastante más bajos este verano. Gome, el vendedor al por menor de electrónica más grande del país, dijo que las ventas por metro cuadro en sus tiendas han caído un 3 por ciento en el segundo trimestre.

El gobierno ha bajado los tipos de interés, eso indica que teme una crisis. Sin embargo, su margen de maniobra en la política monetaria es limitado por el miedo a que reaparezca la inflación, ésta alcanzó su tasa máxima de un 8,7 por ciento en febrero, antes de que cayera al 4,9 por ciento en agosto. Zhou Xiaochuan, jefe del banco central, dijo este mes: "La inflación en realidad se ha desacelerado durante los últimos meses, pero no podemos relajarnos porque la tasa puede rebrotar".

Una recesión en China, o incluso una desaceleración seria del crecimiento, tendría un efecto muy serio sobre el mercado mundial, comenzando con los países productores de mercancías en África, Oriente Medio y América Latina. Los precios del cobre, por ejemplo, han caído un 23 por ciento en los dos últimos meses, en parte debido a los temores sobre el consumo chino del metal, que ha caído más de la mitad este año.

Vividores y especuladores

Existe furia y hostilidad crecientes hacia "le mercado", es decir, hacia el capitalismo. Como reacción a este ambiente, políticos burgueses como Alec Salmond del Partido Nacional Escocés, intenta dirigir la rabia de la opinión pública fuera del propio capitalismo y hacia un sector específico de la clase capitalista, los "vividores y especuladores" de las altas finanzas.

De repente, se ha puesto de moda entre los políticos condenar a estos misteriosos individuos que se han sentado sobre venerables instituciones como el Banco de Escocia. Esta respetable entidad, nos dicen, ha estado presente durante trescientos años y ha sobrevivido a la Guerras Napoleónicas, al crack de Wall Street y a la primera y segunda guerra mundial, sólo para ser destruido por una banda de tiburones codiciosos con trajes de diseño y gafas oscuras. Este tipo de "explicación" no dice nada en absoluto. ¿Cómo un pequeño número de ávidos individuos posee un poder tan fenomenal? ¿Quiénes son estas personas? ¿Cuáles son sus nombres? ¿Dónde viven? Nadie lo sabe. Pero siempre es útil en una crisis poder culpar a alguien y si este alguien es perfectamente anónimo e ilocalizable, pues mucho mejor.

Repentinamente, estos "vividores y especuladores" comienzan a jugar en la economía el mismo papel que al Qaeda juega en la política internacional. En realidad, todos los banqueros y capitalistas son vividores y especuladores. Debe ser porque el sistema capitalista se basa en ser un vividor y en la especulación. También se basa en la concupiscencia. Negar la concupiscencia es negar el funcionamiento de la economía mundial, que se basa en el beneficio, es decir, la concupiscencia. La codicia de beneficio es lo que, en última instancia, mueve el sistema capitalista y ha sido la fuerza motriz desde su nacimiento. Sí, ¡pero se han vuelto demasiado codiciosos y ganan demasiado! Eso es lo que David Walker, presidente y ejecutivo jefe de la Peter G. Peterson Foundation y antiguo auditor general de EEUU tiene que decir:

"¿Hay lecciones en la crisis de las subprime? La respuesta es sí. Las medidas que ha adoptado el gobierno recientemente no consiguieron establecer una estructura reguladora efectiva con relación a las hipotecas, derivados y otros valores. La codicia es rampante. Fannie Mae y Freddie Mac de su misión original pasaron a centrarse en la conquista personal y el beneficio más que en su propósito público. Los lobbies de Wall Street facilitaron la relajación sobre la presión de Fannie Mae y Freddie Mac". (Financial Times. 22/9/2008).

Esto es perfectamente cierto. Mientras que los trabajadores cobran de acuerdo con los resultados, los empresarios se pagan unas cantidades obscenas independientemente de los resultados. Cuando una empresa lo hace bien los trabajadores pueden conseguir algo más de salarios o primas, pero los empresarios cobran millones en dádivas. Cuando una empresa va mal, los trabajadores no cobran nada, pero los empresarios aún cobran generosamente. Y cuando la empresa entra en bancarrota, los trabajadores son despedidos con poca o ninguna compensación (a menudo sin ni quiera pensión), mientras que los empresarios que han arruinado la empresa se van con un extravagante apretón de manos.

Estos hechos son bien conocidos. Durante años los trabajadores han estado murmurando entre dientes por la injusticia y la desigualdad. La economía avanzaba y el mercado parecía dar resultados para todos (aunque muy desiguales), la opinión pública estaba sometida a un coro ensordecedor en los periódicos y la televisión, y los políticos de cada partido eran unánimes, aceptaban como bueno el argumento de que "lo que era bueno para los 'creadores de riqueza' (empresarios) es bueno para mí".

La estupidez de Brown

A este lado del Atlántico los procesos que vemos en EEUU se reproducen, pero sólo en la forma de una caricatura torpe y patética. En la conferencia del Partido Laborista, Gordon Brown gimió sobre la "irresponsabilidad" de la City y dijo que las primas, en algunos aspectos, eran "inaceptables". Alistair Darling, ministro de economía, se hizo eco de los comentarios del primer ministro. Pero sus "ataques" parecían los de un hombre golpeando a un rinoceronte con un plumero. Comparado con los comentarios mordaces de John McCain y Barack Obama sobre Wall Street parecen muy débiles.

Las medias tintas de Brown y Darling en el congreso del Partido Laborista indican que han pasado mucho tiempo arrastrándose por la City londinense que ahora ya no son capaces de enderezar la espalda. En una situación donde cientos de miles de trabajadores de repente están amenazados con perder sus empleos, sus casas y ahorros, incluso el reformista menos ingenioso sería capaz de darse cuenta de que una denuncia de las estafas y la codicia de los banqueros sería inmensamente popular. Es una prueba de la total bancarrota y la estupidez de estos presuntos líderes laboristas que no son capaces de adoptar los ataques demagógicos de las grandes empresas que han sí han hecho Obama y McCain.

Ni siquiera son tan radicales como la Iglesia de Inglaterra, las dos figuras más veteranas han condenado las prácticas corruptas de los tratantes financieros. En un artículo aparecido en The Spectator, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, atacó las "transacciones en papel sin resultado concreto más allá del beneficio para sus negociantes". Según él cuando este comercio empezó a ir mal, provocó un "daño real y devastador".

Williams llamó la atención sobre el comercio de deudas de la industria financiera, que ha dicho se hizo "sin responsabilidad... siendo el motor de una conquista financiera astronómica para muchos en los últimos años". Dijo que la crisis financiera actual "demuestra el elemento de irrealidad básica en la situación, la realidad que se ha generado una riqueza casi inimaginable a niveles igualmente inimaginables de ficción, transacciones en papel sin un resultado concreto más allá del beneficio para los comerciantes". El arzobispo continuaba: "Dado que el riesgo para la estabilidad social general en estos procesos ha demostrado ser enorme, no es útil pretender que el mundo financiero puede mantener indefinidamente el grado de inmunidad y la desregulación del que ha disfrutado". (El énfasis es mío).

Aquí tenemos la esencia de la cuestión. Los representantes del capitalismo (incluidos los religiosos) pueden sentir como la tierra tiembla bajo sus pies. Temen las consecuencias sociales y políticas de la crisis, que representan un riesgo enorme para la estabilidad social, apelan al gobierno y a los empresarios para que hagan algo antes de que sea demasiado tarde. ¿Pero cuál es el propósito de Williams? Dice que "desentumecer el régimen financiero" es a veces necesario para impulsar la empresa y crear riqueza que permita "sacar a poblaciones enteras de la pobreza". Es una noble aspiración, y algo que es totalmente imposible conseguir sobre esta tierra pecaminosa.

Incluso más mordaz ha sido su colega Sentamu, el arzobispo de York. Lloyds TSB, un importante banco británico, había anunciado la semana anterior que había aceptado adquirir HBOS por 12.200 millones de libras después de que sus acciones se hundieran. Desde la adquisición, los comentaristas han criticado a los que vendieron las acciones prestadas por debajo de su precio actual, consiguiendo que los precios cayeran más antes de que las compraran.

Sentamu dijo lo siguiente en una cena anual de la Workshipful Company of International Bankers: "Nos encontramos en un sistema de mercado que parece haber tomado sus reglas de comercio de Alicia en el país de las maravillas". Y continuaba: "Para un espectador como yo, aquellos que deliberadamente han conseguido 190 millones de libras vendiendo por debajo de su precio las acciones de HBOS, a pesar de su fuerte base de capital, y que lo han arrojado en brazos de Lloyds TSB, son claramente ladrones de bancos y fraccionadores de valores".

Este lenguaje tan fuerte procedente de un hombre de Dios fue totalmente inesperado y sin duda tuvo un efecto desafortunado en la digestión de los que cenaban en la Workshipful Company. Los banqueros allí reunidos tampoco quedaron muy contentos al escuchar los comentarios del arzobispo sobre el plan del Tesoro norteamericano de dedicar 700.000 millones de dólares a comprar la deuda mala que tienen los bancos y otras instituciones financieras.

El arzobispo habló de la necesidad de sistemas financieros estables si se quería erradicar la pobreza pero añadió: "Una de las ironías de esta crisis financiera es que ha demostrado que adoptar medidas contra la pobreza es totalmente asequible. Costaría 5.000 millones de dólares salvar la vida de seis millones de niños. Los líderes mundiales podrían encontrar 140 veces esa cantidad en el sistema bancario en una semana. ¿Cómo pueden decirnos que la ayuda para los más pobres es demasiado cara?"

Cuando escribí este artículo, los líderes mundiales se reunían en EEUU para marcar un avance en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, una serie de objetivo destinados a reducir la pobreza global y mejorar los niveles de vida para el año 2015. Podría depositar mi fe en el Señor y esperar que las duras amonestaciones del arzobispo hayan tenido el efecto deseado, pero toda la experiencia nos lleva a dudar de que ese sea el caso.

Incluso The Financial Times observaba:

"Incluso en tiempos de boom, pocas personas ríen calurosamente cuando contrastan sus modestos ingresos con las enormes primas de unos pocos afortunados.

"Sencillamente la envidia ahora se vuelve furia justificable, primero ante el daño que el caos financiero a infligido a los inocentes y ahora la serie de cheques en blanco de los contribuyentes que se extienden a estas entidades. La reacción en cadena está en marcha. Merece la pena distinguir las primas excesivas de los salarios y que son las que fomentan la imprudencia. Los acuerdos salariales opulentos son una cuestión que sólo importan a los accionistas que los financian. Pero recompensar la imprudencia es un problema para todos nosotros.

"Demasiados gestores de inversión han cobrado por representar lo que parecía impresionante pero que tenía las semillas de la catástrofe. La catástrofe ha llegado, los inversores han quedado en la ruina, los contribuyentes son los siguientes y todavía los administradores mantienen las primas que recogieron en los años de plenitud".

Pero después rectifica el balance y añade:

"Debemos decir a su favor que, Mr. Brown y Mr. Darling no se han centrado en los altos salarios sino en los planes de retribución que recompensa a los jugadores".

La realidad es que los que compran y venden acciones son todos jugadores y ese juego en la bolsa es su negocio que se pasa por alto discretamente.

Los periodistas del Financial Times (y de alguna manera consiguen mantener la cara seria) continúan:

"El siguiente paso ahora está en la Autoridad de Servicios Financieros, el regulador de la City, pero el problema es más fácil señalarlo que solucionarlo. El desafío es pagar a los gestores de inversión y negocios por su verdadera representación. Si eso fuera fácil, los accionistas lo harían de manera rutinaria. Una aproximación imperfecta es condicionar algunas primas a los resultados a largo plazo, retrasando el pago hasta que el polvo haya desaparecido, o insistir en que los gestores arriesguen su propia riqueza. Pero es difícil de imaginar reglas rígidas.

"La salida más práctica es que la ASF considere los planes de incentivos como parte de su revisión global de la estabilidad de las empresas financieras. Es optimista excepto porque requiere demasiado esfuerzo, pero una legislación sobre primas de la City sería totalmente contraproducente, estas leyes son fácilmente sorteadas ocultando los riesgos o enviándolos al exterior".

La política del nuevo laborismo está claramente dictada por las últimas editoriales del Financial Times.

"Economía concentrada"

Lenin dijo que la economía era política concentrada. La crisis económica que recorre el mundo está teniendo efectos muy serios sobre la psicología de todas las clases, empezando con los propios capitalistas. En un período en que el capitalismo avanzaba, la presión de las ideas burguesas sobre la clase obrera y sus organizaciones se redobló. En Gran Bretaña no ha habido una recesión económica seria durante más de dos décadas. Por lo tanto, los argumentos de los políticos burgueses y economistas (los dos trabajan en equipo) sobre las cualidades milagrosas del "libre mercado" encontraron eco incluso entre la clase obrera, pero particularmente en su dirección.

Existieron las bases materiales para la total degeneración de la socialdemocracia y los partidos "comunistas" en Europa y los dirigentes sindicales en todas partes. En Gran Bretaña, que estaba en la vanguardia de la contrarrevolución capitalista durante las tres décadas pasadas, fue el suelo donde el nuevo laborismo floreció bajo la dirección del reverendo Anthony Blair.

Para los activistas del movimiento obrero, este período fue una pesadilla que parecía no tener fin. No había límites para la degeneración de los dirigentes de las organizaciones de masas, no había profundidad en la que no se hundieran, ni ninguna acción infame que no fueran incapaces de cumplir para complacer a la clase dominante y, por supuesto, al mercado. El pesimismo de los activistas llevó a la apatía y al vacío de las organizaciones tradicionales de masas, que se llenaron de arribistas de clase media en busca de empleo y promoción. Esto a su vez llevó a un nuevo bandazo a la derecha, que profundizó aún más la desilusión de los trabajadores. Fue un círculo vicioso que se retroalimentaba y que ha durado hasta ahora. Pero las cosas comienzan a cambiar rápidamente.

La conciencia humana en general es conservadora. La gente normalmente teme el cambio y se aferra a lo que es familiar. El hábito, la rutina y la tradición pesan mucho sobre la conciencia de las masas, que va por detrás de los acontecimientos. Pero en momentos críticos de la historia, los acontecimientos se aceleran hasta el punto crítico en que la conciencia se dispara. Ahora hemos llegado a ese punto crítico.

Lo que es verdad para las naciones industrializadas del mundo es diez veces más verdad de lo que algunas veces parece para el "tercer mundo". El número de los que viven en la extrema pobreza está aumentando rápidamente en Asia, África y América Latina. Un informe publicado recientemente por las Naciones Unidas decía que una cuarta parte de todos los niños en el mundo subdesarrollado tienen insuficiente peso; más de 500.000 mujeres mueren cada año en el parto o por las complicaciones del embarazo; un tercio de la creciente población urbana en los países en vías de desarrollo vive en chabolas. Un informe del Banco Interamericano avisaba de que el aumento de los empresarios empujaría a 26 millones de personas en América Latina a unas condiciones de absoluta penuria. Esta era la situación después de un largo período de crecimiento económico a escala mundial. Fue lo mejor que podía ofrecer el capitalismo. ¿Qué ocurrirá en condiciones de crisis?

Por lo tanto, nos enfrentamos a un fenómeno mundial que está lleno de implicaciones revolucionarias. De esta manera, la globalización se manifiesta como una crisis global del capitalismo.

¿Cuál es la solución?

Dicen que la crisis actual es el resultado del fracaso regulador para vigilar el excesivo riesgo que tomaba el sistema financiero, especialmente en EEUU. Además dicen que "debemos asegurarnos de que no vuelv a suceder". ¡Resulta irónico! Durante las últimas tres décadas los economistas y políticos burgueses precisamente han defendido lo contrario: que todas las regulaciones eran malas para los negocios y que se deberían abolir (se defendía particularmente en el sector financiero).

Las declaraciones demagógicas sobre la necesidad de frenar las primas excesivas y la regulación de los salarios de los consejos de administración son sólo humo. ¿Qué se puede conseguir con estos milagros? ¿Con qué mecanismo? Los banqueros tienen mil maneras de eludir la regulación. Ocultan los libros de cuentas y hacen todo lo posible para que los reguladores no puedan descubrir sus actividades fraudulentas. Incluso el gobierno norteamericano utiliza trucos similares que encubren las verdaderas dimensiones de su déficit presupuestario.

El argumento a favor de regular los mercados es absurdo, como fue la decisión de prohibir (temporalmente) la práctica de "vender en corto". Para que los mercados puedan funcionar es necesario que se compren y vendan acciones, y se debe hacer sobre la base de calcular si el precio de la acción va a subir o bajar. La idea de que es permisible comprar acciones sólo cuando van a subir es evidentemente una idea absurda.

Las agencias de credibilidad crediticia, que se supone distinguen los buenos créditos de los malos, dieron credibilidad a paquetes hipotecarios garantizados sin mirar la debilidad de las hipotecas subyacentes. De la misma manera, los compradores de deuda norteamericana emitida por Fannie Mae y Freddie Mac asumieron con despreocupación lo que les garantizaba el gobierno norteamericano. El resultado es que el contribuyente estadounidense ahora tiene detrás más de 5 billones de dólares en hipotecas y es demasiado pronto para decir cuál será la factura final. 

La conclusión es bastante clara. O tenemos libre mercado basado en la búsqueda del beneficio o tenemos economía nacionalizada planificada. Pero el "capitalismo regulado" es una contradicción. En otro artículo el Financial Times plantaba la cuestión de una manera más clara: "no importa que ideas políticas disparatadas sugieran frenar los controvertidos paquetes salariales, las mentes brillantes de las finanzas encontrarán la manera de sortearlos o salir de la parte regulada de la industria".

Es necesario abolir estos grotescos casinos que deciden el destino de millones y sustituir la anarquía capitalista con una sociedad racional basada en la economía planificada. Dicen que las medidas adoptadas por Bush y Brown representan la nacionalización. Pero estas medidas no tienen nada que ver con la idea socialista de nacionalización. No pretenden eliminar el poder económico de las manos de los adinerados parásitos que constituyen una carga monstruosa para la sociedad y un obstáculo en el camino del progreso. Todo lo contrario, representan un intento de proteger el interés de estos parásitos dándoles enormes ayudas, sacadas de los bolsillos de la clase obrera y la clase media.

Los socialistas se oponen radicalmente a estas políticas, que no tienen nada que ver con la verdadera nacionalización y que sólo son una especie de capitalismo de estado, que pretenden salvaguardar el sistema capitalista. Llevarán inevitablemente a un aumento de la monopolización, a despidos en masa, a cierres bancarios, a hipotecas más altas y otras medidas antiobreras. Los banqueros son recompensados por el Estado por sus actividades viles, que les compra todas sus pérdidas, después gasta enormes cantidades del dinero de los contribuyentes para hacerlos rentables, y cuando lo han conseguido, los devuelven de nuevo a los banqueros, que cometerán un doble delito a costa de la sociedad. Pueden reanudar su especulación y robo una vez más.

Es necesario arrebatar los puestos de mando de la economía de las manos privadas, nacionalizar los bancos, las empresas aseguradoras y las grandes empresas con la compensación mínima basada en la necesidad comprobada. Sólo cuando las fuerzas productivas estén en manos de la sociedad, será posible establecer un plan socialista racional de producción, donde las decisiones se tomen en interés de la sociedad, no de un puñado de ricos parásitos y especuladores.

Ese es el objetivo fundamental del socialismo. Es una idea que ahora será comprendida y bienvenida por millones de personas que anteriormente la consideraban como algo extraña y ajena. La gente que se manifestó en las calles de Nuevo York contra el plan Bush no era socialista. Hace doce meses probablemente aún eran defensores del libre mercado. Nunca han leído a Marx y sin duda parecen patriotas norteamericanos. Pero la vida enseña y en situaciones como ésta, la gente aprende más en pocos días que en toda una vida. La clase obrera de EEUU está aprendiendo rápido. Y como decía Víctor Hugo: "Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo".


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