Por la democratización de la Derrama Magisterial
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CESAR ACHING GUZMAN
http://matematicasfinancierascag.blogspot.com/
En enero del año en curso (17/01/2007) remití esta propuesta al portal del Ministerio de Educación (“Aportes a los Estatutos de la Derrama magisterial”); jamás llegué a saber si alguien lo leyó en dicho Ministerio. Hoy día, lo vuelvo a exponer, con ciertos agregados.
No es posible, que siga vigente –inmutable, como algo sacrosanto- el Decreto Supremo Nº 078, del 10 de diciembre de 1965, que creó la Derrama Magisterial y menos aun su antidemocrático estatuto; pues amparándose en estas normas el Directorio de la Derrama Magisterial, constituido por 6 personas, es nominado como sigue: 4 directivos proceden del SUTEP, 1 directivo representa al SIDESP (Sindicato de Docentes de Educación Superior), 1 directivo representa al Ministerio de Educación. En cuanto al Consejo de Vigilancia: 2 directivos son del SUTEP, mientras que 1 directivo es designado por el Ministerio de Educación. Con la aclaración de que los directivos del SUTEP, son nombrados a dedo por Patria Roja. Con la estructura vigente (80% en manos del SUTEP), quienes tienen poder absoluto, en la gestión y manejo de los aportes de más de 350,000 maestros de la escuela pública (más de 53 millones de soles al año), son los dirigentes de Patria Roja.
En el supuesto de mantenerse el actual mecanismo, de que todo docente activo de la escuela pública automáticamente es afiliado a la Derrama Magisterial, descontándose su aportación directamente por planilla y compulsivamente, debería aplicarse los siguientes criterios:
1. Los candidatos a cargos directivos deben pasar por una evaluación. Eligiéndose a los asociados más idóneos, con formación profesional en gestión y administración y de intachable conducta en su vida personal y docente. No pueden ser directivos los asociados descalificados, carentes de formación profesional, que tengan o hayan tenido juicios o procesos administrativos por malversación o conducta reñida con la moral.
La evaluación estará a cargo de un Comité Especial, integrado por un representante del Jurado Nacional de Elecciones, otro del Ministerio de Educación, tres de las APAFAS (elegidos por ellos mismos), un docente activo y un docente jubilado (elegidos aleatoriamente por la ONPE). Este Comité deberá tener vigencia por el periodo que dure la selección de candidatos.
2. Los postulantes al Directorio y Consejo de Vigilancia (sin variar el número actual de integrantes) deben ser elegidos en votación secreta y universal por todos los maestros afiliados; acto que contará con financiamiento, asesoría y supervisión de la ONPE.
3. Los fondos generados por los aportes de los maestros asociados, con su respectiva capitalización de intereses, deben ser depositados en el Banco de la Nación; fondo que servirá como respaldo para acceder a préstamos que otorga la institución bancaria del Estado.
Los préstamos en efectivo son de mucha mayor utilidad que el “festival de servicios” que “dicen” ofrecer los actuales directivos, pues encubren corrupción y despilfarro.
4. El porcentaje destinado a gastos administrativos, no puede ser mayor al 4% de la cuota de cada asociado; es decir, a valores de hoy S/. 171,944.12 mensuales, lo que representa el 4% de S/. 4’298,603 mensuales que reciben actualmente los directivos de la Derrama Magisterial.
5. El aporte de los docentes deberá ser depositado únicamente en el Banco de la Nación, con capitalización de intereses a la tasa vigente en operaciones de ahorro.
Así se evitará preferencias con los bancos comerciales, que acostumbran como política el pago de comisiones ocultas, a los directivos de las instituciones, por el beneficio de mantener depositados sus fondos. Sumando a esta comisión el recorte de la tasa de mercado que corresponde al monto depositado.
6. El fondo de retiro de los asociados, debe ser un monto que considere el valor del dinero en el tiempo; es decir, que las cuotas periódicas (descontado el 4% de gastos administrativos) de sus aportes se capitalicen en cuentas individuales, a la tasa que paga en ahorros el Banco de la Nación. Corresponderá a la institución financiera, receptora de los aportes, informar a través de Internet a cada asociado que se identifique con su DNI, Código Modular o el código que le otorgue el Banco, el monto capitalizado de sus aportes; dicho fondo podrá ser retirado a voluntad, cuando el asociado cese en sus servicios como docente del Sector Público o puede dejarlo para seguir pagando como jubilado.
7. La sede institucional debe reducirse a una simple oficina propia, con sus respectivas comodidades en confort y tecnología. La función principal de estos directivos debe centrase en velar por el fondo y su capitalización, prestar asistencia y asesoría a los docentes que se jubilen o quieran retirarse. Del mismo modo, deben ser los motores para la capacitación permanente de sus asociados, intermediando e informándoles oportunamente de las actividades de formación docente nacional y extranjera.
Precisiones pertinentes:
• Bajo ninguna circunstancia la institución debe ser intervenida por el Estado, Poder Judicial o SBS con las llamadas “comisiones” o “juntas” de administración, de las cuales tenemos malas experiencias.
• Como primer paso todo el fondo de la institución, acumulado hasta la fecha, debe ser depositado en el Banco de la Nación, procediéndose a su individualización, con el objeto de determinar a valor actual el monto correspondiente recibido para cada maestro.
• Los actuales hoteles e inmuebles propiedad de la Derrama Magisterial, deben ser vendidos a valor de mercado (se supone a un monto mayor del precio de compra), depositándose el producto de la venta, en el Banco de la Nación para incrementar el fondo de los asociados, en la proporción que les corresponda. La venta de tales inmuebles, debe ser realizada por una entidad idónea mediante concurso público, nacional o internacional.
Aclaro, que esta propuesta no encierra una posición anti partido; es simplemente invocar la participación democrática de los propios dueños, en la gestión de su institución.
La democracia participativa es justamente la esperanza de las organizaciones sociales; considero prioritario dar el primer paso hacia ella.
http://matematicasfinancierascag.blogspot.com/
En enero del año en curso (17/01/2007) remití esta propuesta al portal del Ministerio de Educación (“Aportes a los Estatutos de la Derrama magisterial”); jamás llegué a saber si alguien lo leyó en dicho Ministerio. Hoy día, lo vuelvo a exponer, con ciertos agregados.
No es posible, que siga vigente –inmutable, como algo sacrosanto- el Decreto Supremo Nº 078, del 10 de diciembre de 1965, que creó la Derrama Magisterial y menos aun su antidemocrático estatuto; pues amparándose en estas normas el Directorio de la Derrama Magisterial, constituido por 6 personas, es nominado como sigue: 4 directivos proceden del SUTEP, 1 directivo representa al SIDESP (Sindicato de Docentes de Educación Superior), 1 directivo representa al Ministerio de Educación. En cuanto al Consejo de Vigilancia: 2 directivos son del SUTEP, mientras que 1 directivo es designado por el Ministerio de Educación. Con la aclaración de que los directivos del SUTEP, son nombrados a dedo por Patria Roja. Con la estructura vigente (80% en manos del SUTEP), quienes tienen poder absoluto, en la gestión y manejo de los aportes de más de 350,000 maestros de la escuela pública (más de 53 millones de soles al año), son los dirigentes de Patria Roja.
En el supuesto de mantenerse el actual mecanismo, de que todo docente activo de la escuela pública automáticamente es afiliado a la Derrama Magisterial, descontándose su aportación directamente por planilla y compulsivamente, debería aplicarse los siguientes criterios:
1. Los candidatos a cargos directivos deben pasar por una evaluación. Eligiéndose a los asociados más idóneos, con formación profesional en gestión y administración y de intachable conducta en su vida personal y docente. No pueden ser directivos los asociados descalificados, carentes de formación profesional, que tengan o hayan tenido juicios o procesos administrativos por malversación o conducta reñida con la moral.
La evaluación estará a cargo de un Comité Especial, integrado por un representante del Jurado Nacional de Elecciones, otro del Ministerio de Educación, tres de las APAFAS (elegidos por ellos mismos), un docente activo y un docente jubilado (elegidos aleatoriamente por la ONPE). Este Comité deberá tener vigencia por el periodo que dure la selección de candidatos.
2. Los postulantes al Directorio y Consejo de Vigilancia (sin variar el número actual de integrantes) deben ser elegidos en votación secreta y universal por todos los maestros afiliados; acto que contará con financiamiento, asesoría y supervisión de la ONPE.
3. Los fondos generados por los aportes de los maestros asociados, con su respectiva capitalización de intereses, deben ser depositados en el Banco de la Nación; fondo que servirá como respaldo para acceder a préstamos que otorga la institución bancaria del Estado.
Los préstamos en efectivo son de mucha mayor utilidad que el “festival de servicios” que “dicen” ofrecer los actuales directivos, pues encubren corrupción y despilfarro.
4. El porcentaje destinado a gastos administrativos, no puede ser mayor al 4% de la cuota de cada asociado; es decir, a valores de hoy S/. 171,944.12 mensuales, lo que representa el 4% de S/. 4’298,603 mensuales que reciben actualmente los directivos de la Derrama Magisterial.
5. El aporte de los docentes deberá ser depositado únicamente en el Banco de la Nación, con capitalización de intereses a la tasa vigente en operaciones de ahorro.
Así se evitará preferencias con los bancos comerciales, que acostumbran como política el pago de comisiones ocultas, a los directivos de las instituciones, por el beneficio de mantener depositados sus fondos. Sumando a esta comisión el recorte de la tasa de mercado que corresponde al monto depositado.
6. El fondo de retiro de los asociados, debe ser un monto que considere el valor del dinero en el tiempo; es decir, que las cuotas periódicas (descontado el 4% de gastos administrativos) de sus aportes se capitalicen en cuentas individuales, a la tasa que paga en ahorros el Banco de la Nación. Corresponderá a la institución financiera, receptora de los aportes, informar a través de Internet a cada asociado que se identifique con su DNI, Código Modular o el código que le otorgue el Banco, el monto capitalizado de sus aportes; dicho fondo podrá ser retirado a voluntad, cuando el asociado cese en sus servicios como docente del Sector Público o puede dejarlo para seguir pagando como jubilado.
7. La sede institucional debe reducirse a una simple oficina propia, con sus respectivas comodidades en confort y tecnología. La función principal de estos directivos debe centrase en velar por el fondo y su capitalización, prestar asistencia y asesoría a los docentes que se jubilen o quieran retirarse. Del mismo modo, deben ser los motores para la capacitación permanente de sus asociados, intermediando e informándoles oportunamente de las actividades de formación docente nacional y extranjera.
Precisiones pertinentes:
• Bajo ninguna circunstancia la institución debe ser intervenida por el Estado, Poder Judicial o SBS con las llamadas “comisiones” o “juntas” de administración, de las cuales tenemos malas experiencias.
• Como primer paso todo el fondo de la institución, acumulado hasta la fecha, debe ser depositado en el Banco de la Nación, procediéndose a su individualización, con el objeto de determinar a valor actual el monto correspondiente recibido para cada maestro.
• Los actuales hoteles e inmuebles propiedad de la Derrama Magisterial, deben ser vendidos a valor de mercado (se supone a un monto mayor del precio de compra), depositándose el producto de la venta, en el Banco de la Nación para incrementar el fondo de los asociados, en la proporción que les corresponda. La venta de tales inmuebles, debe ser realizada por una entidad idónea mediante concurso público, nacional o internacional.
Aclaro, que esta propuesta no encierra una posición anti partido; es simplemente invocar la participación democrática de los propios dueños, en la gestión de su institución.
La democracia participativa es justamente la esperanza de las organizaciones sociales; considero prioritario dar el primer paso hacia ella.
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