Muchos científicos auguran grandes desastres naturales producto del alza de temperaturas en nuestro planeta: inundaciones, hambruna, sequías, heladas, epidemias...serán frecuentes en todos los países.
Se calcula que el año 2100 la temperatura media de la superficie terrestre será entre 1,5 y 6 grados mayor que la de 1980. ¿Quiénes son los culpables y qué podemos hacer?.
Nuestro planeta se está calentando: eso es una realidad. Los últimos diez años han sido los más calurosos desde que se llevan registros, y los científicos han anunciado que en el futuro serán aún más cálidos. Y, como siempre, los seres humanos somos los principales culpables: ejercemos un impacto directo sobre el proceso de calentamiento, popularmente conocido como el "efecto invernadero".
El efecto invernadero es uno de los fenómenos naturales más conocidos debido a sus graves secuelas. Es causado por el aumento en la concentración de los gases de invernadero: el dióxido de carbono (CO2), los clorofluorocarbonados (CFC), el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (N2O) y el ozono de la tropósfera.
En pequeñas concentraciones, los gases de invernadero son necesarios para nuestra subsistencia. La energía solar pasa a través de ellos, llega a la tierra y, parte de ella, se devuelve, en forma de energía infrarroja. Es entonces cuando los gases de invernadero la atrapan y conservan el calor de la radiación infrarroja, al modo en que el calor se mantiene en un invernadero.
Pero en mayores cantidades, la consecuencia principal del efecto de invernadero es el calentamiento global de la atmósfera.
¿Por qué?...Debido a que los gases contaminantes (o de invernadero), como el dióxido de carbono, provocan que la energía solar quede atrapada en la atmósfera. Y sólo basta una leve modificación de la temperatura para que se rompa el delicado equilibrio de la naturaleza.
No deja de ser tremendamente grave, porque en la medida que el planeta se calienta, los cascos polares se derriten. Además, el calor del sol, cuando llega a los polos, es reflejado nuevamente hacia el espacio. Y, al derretirse los casquetes polares, menor es la cantidad de calor que se refleja, lo que hace que la tierra se caliente aún más.
Con esto, se evaporará más agua de los océanos, y en otros lados habrá lluvias torrenciales, inundaciones, vientos huracanados, sequías, olas de calor y heladas...entre otros desastres naturales.
Una gran preocupación
De acuerdo a los diferentes estudios científicos, apoyados por la ONU, se calcula que en el año 2100, la temperatura media de la Tierra será entre 1,5 y 6 grados más que la de 1980. Y es que las temperaturas se están elevando a escala global, y los 15 años más calurosos desde que se tiene registro (1867) han ocurrido desde 1980.
Esta es la gran preocupación de los científicos, ya que, además de todos los desastres nombrados antes, se podrían producir hambrunas y epidemias, las que serían frecuentes en todos los países. También podrían derretirse témpanos, desaparecer flora y fauna, volverse desérticas las tierras de cultivo, estropearse arrecifes e inundarse las islas del Caribe.
De que es serio, es serio. Pero lo peor de todo es que nosotros mismos somos los que estamos "colaborando" con el calentamiento global de nuestro hábitat al utilizar combustibles fósiles (carbon, petróleo y sus derivados como parafina, gas licuado y bencina), permitir la contaminación industrial, entre otras, y la destrucción de bosques y tierras húmedas.
Se cree que, de seguir aumentando la temperatura, el calentamiento global se repartirá en forma desigual. Será menor en las zonas costeras donde el mar refresca la tierra, y mayor en las zonas continentales, donde el sol quemará con todas sus fuerzas.
Se calcula que el año 2100 la temperatura media de la superficie terrestre será entre 1,5 y 6 grados mayor que la de 1980. ¿Quiénes son los culpables y qué podemos hacer?.
Nuestro planeta se está calentando: eso es una realidad. Los últimos diez años han sido los más calurosos desde que se llevan registros, y los científicos han anunciado que en el futuro serán aún más cálidos. Y, como siempre, los seres humanos somos los principales culpables: ejercemos un impacto directo sobre el proceso de calentamiento, popularmente conocido como el "efecto invernadero".
El efecto invernadero es uno de los fenómenos naturales más conocidos debido a sus graves secuelas. Es causado por el aumento en la concentración de los gases de invernadero: el dióxido de carbono (CO2), los clorofluorocarbonados (CFC), el metano (CH4), el óxido de nitrógeno (N2O) y el ozono de la tropósfera.
En pequeñas concentraciones, los gases de invernadero son necesarios para nuestra subsistencia. La energía solar pasa a través de ellos, llega a la tierra y, parte de ella, se devuelve, en forma de energía infrarroja. Es entonces cuando los gases de invernadero la atrapan y conservan el calor de la radiación infrarroja, al modo en que el calor se mantiene en un invernadero.
Pero en mayores cantidades, la consecuencia principal del efecto de invernadero es el calentamiento global de la atmósfera.
¿Por qué?...Debido a que los gases contaminantes (o de invernadero), como el dióxido de carbono, provocan que la energía solar quede atrapada en la atmósfera. Y sólo basta una leve modificación de la temperatura para que se rompa el delicado equilibrio de la naturaleza.
No deja de ser tremendamente grave, porque en la medida que el planeta se calienta, los cascos polares se derriten. Además, el calor del sol, cuando llega a los polos, es reflejado nuevamente hacia el espacio. Y, al derretirse los casquetes polares, menor es la cantidad de calor que se refleja, lo que hace que la tierra se caliente aún más.
Con esto, se evaporará más agua de los océanos, y en otros lados habrá lluvias torrenciales, inundaciones, vientos huracanados, sequías, olas de calor y heladas...entre otros desastres naturales.
Una gran preocupación
De acuerdo a los diferentes estudios científicos, apoyados por la ONU, se calcula que en el año 2100, la temperatura media de la Tierra será entre 1,5 y 6 grados más que la de 1980. Y es que las temperaturas se están elevando a escala global, y los 15 años más calurosos desde que se tiene registro (1867) han ocurrido desde 1980.
Esta es la gran preocupación de los científicos, ya que, además de todos los desastres nombrados antes, se podrían producir hambrunas y epidemias, las que serían frecuentes en todos los países. También podrían derretirse témpanos, desaparecer flora y fauna, volverse desérticas las tierras de cultivo, estropearse arrecifes e inundarse las islas del Caribe.
De que es serio, es serio. Pero lo peor de todo es que nosotros mismos somos los que estamos "colaborando" con el calentamiento global de nuestro hábitat al utilizar combustibles fósiles (carbon, petróleo y sus derivados como parafina, gas licuado y bencina), permitir la contaminación industrial, entre otras, y la destrucción de bosques y tierras húmedas.
Se cree que, de seguir aumentando la temperatura, el calentamiento global se repartirá en forma desigual. Será menor en las zonas costeras donde el mar refresca la tierra, y mayor en las zonas continentales, donde el sol quemará con todas sus fuerzas.
Fuente: www.familia.cl
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