Tres recuerdos sobre Alfredo Bryce y una extravagante entrevista
1 Comments Published by Anónimo on 7.7.07 at 10:27 p. m..
1.- Eran mediados de los noventa, yo intentaba estudiar en San Marcos, y Alfredo Bryce había regresado al Perú, fue invitado a la Facultad de Letras, y hasta donde recuerdo, he visto pocos escritores que cuenten más con fans que con lectores, y ese es el caso de Bryce, su llegada a San Marcos, fue comparable solo a la llegada de algún Rock Star, acordonado por un nutrido sequito de amigos, ocasionales, curiosos y otros, su convocatoria fue tal que se necesitó acondicionar otras aulas del integrado, ya que el auditorio de Letras resultó demasiado pequeño para la masa enfervorecida que necesitaba escucharlo. Bryce fue agudo, divertido, polémico, un brillante y divertido narrador oral, un personaje evadido de sus propias ficciones.
2.- No voy a negar que como muchos me sorprendió la denuncia de Herbert Morote y que tuvo resonancia en especial en el Diario Peru 21, y sin embargo, todo era tan confuso, que en realidad no quedo claro lo sucedido; Morote (en teoría amigo de Bryce) había enviado un texto que luego había sido utilizado por Bryce como base para la construcción de un artículo. No le tomé mayor importancia, me parecia uno de esos ridiculos escandalos que se promueven por publicidad, figuración o dios sabe que. Muchos meses después, leyendo el diario Clarin, durante una estadia en Buenos Aires, me encontré con un artículo que daba cuenta de las múltiples denuncias que se hacían contra Bryce por haber supuestamente plagiados artículos de terceros, desde un embajador, hasta a columnistas de un diario español, pasando por alguno que otro amigo de Bryce, y todo supuestamente por error de su secretaria. Entonces sí reparé en lo que sabía del caso, en la denuncia inicial de Morote, y en el seguimiento que no sólo la prensa peruana le había dado al caso; de pronto surgió un deporte en la red, cazar los suspuestos plagios de Bryce, unos y otros descubrían un nuevo caso, el fin de la historia fue un portazo del escritor a el Diario El comercio, que publicaba sus artículos, y su negativa a esclarecer lo que había sucedido.
3.- Pensé que Bryce había optado por el silencio, por decisión personal, o porque no podía explicar lo inexplicable, hasta que ayer me encuentro con la edición de Caretas, y no sólo con la foto de Bryce en portada, sentado en unas escaleras, teniendo como fondo -será simplemente un decorado inocente o nos intentan decir algo- la fachada del Country Club Lima Hotel; sino con una entrevista, en la que Bryce construye las explicaciones más extrañas que podían esperarse y con ánimo de justificación dice "Me gustaría plagiar a Stendhal, pero sus claves son tan herméticas. Un plagio es un acto deadmiración...", y claro esa parece ser su argumento central, como él, va a plagiar a quienes no admira.... y claro acusa a Herbet Morote de haber conspirado para la formación del escándalo, y como eso no parece ser suficiente llega a revelar que no puede afirmalo pero cree -es decir en su fueron interno, en su inextricable subjetividad- que este le ha pagado al directo de Peru 21, Augusto Alvarez Rodrich para que participe activamente en los ataques contra el.
De seguro la revista se venderá más esta semana, y como ya lo he comprobado, en la blogosfera se escribirá una y otra vez sobre lo que Bryce hizo o no hizo, sin embargo el que me preocupa es Bryce, que le sucede realmente??, quien es el personaje que da explicaciones que no explican nada??? y que por el contrario levantan más sospechas sobre su ánimo adjudicarse autorias que no le pertenecen, porque se anima ahora, a intentar una defensa tan errada y en vario extremos risible??? no tengo una respuesta para eso; Bryce parace más Julius que nunca, extraviado, viviendo entre fantasmas, en un mundo que ya no existe, en donde la impunidad es una isla cada vez más difícil de conquistar.
Bryce se marcha y promete volver, Bryce anuncia una novela, ya no luce tan brillante y divertido como lo recordaba, anuncia un almuerzo promovido por algunos de sus plagiados, Bryce intenta que olvidemos, algo que el parece incapaz de superar, y claro busca ganarse nuestra simpatía con alguna confesión sobre su laberinto, del Bryce público, por lo menos por ahora, queda apenas una delgada figura, algunos buenos recuerdos, un puñado de novelas magníficas -sólo unas cuantas, pero las suficientes- y los tantos significados de su nombre, ALFREDO BRYCE ECHENIQUE, escritor peruano, sin importa lo que eso signifique."Quien lo hubiese visto desembarcar esa mañana, en el aeropuero Charles de Gaulle, jamás habría dicho que estaba más solo que los muertos del poema de Bécquer, en sus peores momentos. Ni él mismo lo sabía aún, y eso que el tipo del control se estaba demorando un poquito con su pasaporte y él ya estaba pensando nuevamente que de qué le servía andar tan elegante si por el mundo entero los tipos de control seguían demorandose un poquito con su pasaporte..."
Tantas veces Pedro, Alfredo Bryce Echenique
PD: sobre los ecos generados por la entrevista, también puede revisarse:
El blog de Gustavo Faveron,
El blog de Max Palacios
Posted by No future
Etiquetas: Alfredo Bryce
Ahhh, la nostalgia es ese espacio mágico desprejuiciado.
Me gustó la anécdota.