La fiesta se terminó: buscando los origenes de Hunther S. Thompson
0 Comments Published by Anónimo on 10.1.08 at 2:01 a. m..
A esta hora nisiquiera debería estar aquí, escribir es casí imposible, desde la calle se filtran millones de estallidos y cada uno de ellos retumba en mi cabeza. Eso no debería ser un problema si voy a hacer una de esas listitas que quedan tan pero también para despedir el año, pero no me interesan las listas, en realidad no les encuentro sentido, bueno cada uno es libre de hacerlas, así como quienes las lean de acatarlas o no, pero es otra cosa la que me intriga, en este caso un libro que hasta donde se no tiene aún traducción al castellano y que intenta explicar dándole voz a múltiples narradores quien fue en realidad Hunter S. Thompson.
Y es que, un disparo no es una explicación sencilla, nunca lo es, más aún para alguien que vivió en el límite, que siempre lucho para evitar la derrota, y que simplemente no fue capaz de admitir que no podía más. En el último número de la revista Rolling Stone, el último número que tengo sobre mi escritorio (que es una edición regional por una decisión corporativa, de marketing y distribución de contenidos que nunca he entendido bien, pero que supongo que alguien justifica porque así puede vender más revistas) en este caso la edición especial por el 40 aniversario de la revista (volumen 2 reza la portada) se pública un jugoso adelanto del libro "GONZO, The life of Hunter S. Thompson", un libro que cualquiera pudiera haber escrito; pero que en este caso quizás lo relevante es que detrás de esta suerte de biografía puzzle en la que se convoca la voz de amigos, la viuda, ex asistentes personales, vecinos, ex novias, amigos de la infancia, compañeros de trabajo, de ruta, de profesión y numerosos personajes que de una u otra forma se cruzaron por la vida de Hunter, se encuentran JANN S. WENNER, (si el mismo, el fundador de la Rolling, en la época en que las revistas corporativas no existían, ni apestaban como apostillará Kurt Cobain a inicios de los noventa) y COREY SEYMOUR quien durante una década fue asistente personal de Hunter y que de alguna forma es un testigo de excepción del derrumbe, del personaje que se trago al autor, del inevitable choque que se avecinaba, del cual a diferencia de la ficción no había posibilidad de sobrevivientes.
Hay que recordar que HUNTER S. THOMPSON no hubiera sido quien es si en lo sesenta no se hubiera auto exiliado en puerto rico para escribir las primeras páginas de esas crónicas extrañas y chocantes en donde era el narrador, en este caso el autor de la nota periodística, quien dirigía la acción, no sólo nos contaba lo que sucedía, sino se entrometía en lo que estaba sucediendo; mientras el iba inventando un estilo; Jann S. Wenner creaba una revista en una época de sueños que parecían eternos(recuerden sino la idealización y la destrucción de mitos en el mundo de la música de los sesenta que recrea Cameron Crowe,un ex reportero de la Rolling, en su brillante película Casi Famosos) y que no fueron más que un largo verano que duro década.
Para los setenta se necesitaba dar un giro a las cosas, atrapar lectores y vender revistas, la suerte de Rolling Stone, estuvo pues ligada a sus cronistas, reporteros y a quienes impusieron un estilo y una mirada especial sobre el mundo de la música y su patio trasero; Hunter S. Thompson sólo tuvo que llegar en el momento adecuado, corrían los inicios de la década del setenta sus notas enrevesadas e inconexas sobre un reportaje que ya había perdido sentido, se convirtieron en uno de los reportajes que lo cambiaron todo "Miedo y Asco en las Vegas", de alguna forma el propio autor no pudo sobrevivir a ese hecho.
"De vez en cuando, te cae uno de esos días en que todo es en vano... un mal viaje del principio al fin. y si de veras sabes lo que te conviene, lo que tienes que hacer esos días es acurrucarte en un rincón seguro y observar. Quizá pensar un poco. Recostarte en una silla de madera barata, aislada del tráfico, y arrancar hábilmente las tapas de cinco o seis Budweisers...fumarte un paquete de Marlboro, tomar un bocadillo de manteca de cacahuates y, por último, hacía el atardecer, tomar una pastilla de buena Mescalina...luego salir en el coche hasta la playa. Llegar hasta las olas, en la niebla, y chapotear por allí con los pies helados a unos diez metros de las olas...cruzándose con pequeñas aves estúpidas y cangrejos, y de vez en cuando un gran pervertido o un desecho lanudo que se aleja cojeando y que vagan solos detrás de las dunas y de la basura que deja el mar..."
Hunter S. Thompson, Miedo y Asco en las Vegas
Posted by No future
Etiquetas: Corey Seymour, Gonzo, Hunter S. Thompson, Jann S. Wenner, Rolling Stone
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