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Mechoneos por todos lados…

La Facultad de Ingeniería propuso el comité antimechoneo que sirvió sólo para que algunos mechones de Ingeniería se salvaran de las tremendas humillaciones que tenían preparadas los resentidos de segundo año (o remechón), que en cierto modo, pretendían desquitarse de lo que les había sucedido el año anterior. Nunca faltan los que viven resentidos hasta 5º año y participan eternamente de todos los mechoneos…

Pero esa estrategia no fue suficiente y hubo varias secciones que lamentablemente no pudieron salvarse.

Éste es el manual para mechonear a un ingeniero (o proyecto de…):

- Se espera afuera de la sala gritando “MECHOOOOON” con voz de ultratumba.
- Se les quita un zapato. (Últimamente también se les pide la mochila, para asegurarse que va a volver en unas horas más, con plata que será utilizada por sus captores para comprar alcohol).
- Se amarra un mechón tras otro con una cuerda en el pantalón, y si anda con buso se le pasa dicha cuerda por la ropa interior.
- Se le aplica generosamente una mezcla de mostaza, tomates podridos, jugo de pescado, alguna pócima con olor a basurero, harina, se le raya la frente con plumón y algún decolorante para el cabello.
- Se les hace un tour por Universidad por el prado central desde la Biblioteca Central hasta el frontis de la Facultad de Ingeniería donde deben hacer reverencia al edificio Tecnológico Mecánico…
- Se realizan los gritos alusivos al inmenso miembro viril… Ingeniería Civil…
- Se prosigue hasta la Facultad de Derecho para hacer el Wallace correspondiente. Aquél que lo haga voluntariamente, puede salvarse de seguir con el lote y recuperar su zapato… si hace bien su mostrada de cachetes, podría incluso obtener el apodo de Wallace durante los años que le siguen de carrera. A éste, se le considera héroe durante algunos segundos, se le ovaciona y recibe los aplausos correspondientes.
- Se sigue hacia la alguna de los Patos, donde deben lanzarse, amarrados aún a la altura de la cadera, de piquero, parados…
- Para seguir, y hacer más indigno el cuento, se les lleva a la Casa del Deporte a saludar a los Adonis que están a los costados de la puerta de entrada… No Comentarios respecto a eso.
- Se sigue el camino hasta la Universidad del Desarrollo donde se vocifera el clásico “200 puntos”, aún un mechón podría salvarse regalando la hermosa visión de su trasero a dicha entidad académica realizando un Wallace que será aplaudido tanto más que el anterior.
- Si pareciera poco, el camino debe seguir, por lo que se toma la calle Barros Arana y se circula como si fuera una protesta pacífica hasta la Plaza de Armas… (antiguamente se hacía que los mechones se metieran a la pileta, pero dada la toxicidad de sus cuerpos una vez se murieron todos los peces que habían ahí… y llegó la fuerza policial, por lo que se suspendió).
- El mechón queda libre de hacer lo que quiera… si quiere recuperar sus cosas, deberá juntar el dinero, que es una suma no inferior a $4.000, y llevarlo al Foro donde los sedientos alumnos de cursos superiores los esperan.

Cada vez más indignos los mechoneos, sobretodo para los Ingenieros Civiles de todas las especialidades. Son pocos los que logran salvarse o arrancar, a menos que tenga un amigo que lo saque de la fila… Yo, menos mal, nunca tuve que sufrir el mechoneo. Por un lado, me contaban que era entretenido porque conocían a los nuevos compañeros, pero por lo que he visto, los pobres cabros durante esta semana estaban con la ropa destruida, cortada con tijeras: jeans cortados desde el tobillo hasta el muslo, poleras rajadas completas en la parte de adelante… todos cochinos, incluso manchados con GRASA DE AUTO.
Todo sería diferente si se motivaran a recibir a los mechones de una manera más entretenida y menos humillante…