Por: César Aching Guzmán
cesaraching@yahoo.es
http://cesaraching.blogspot.com
2-12-2006
En los últimos 44 años estos “empresarios” han consolidado grupos económicos de poder, que impiden el desarrollo económico nacional, generando más hambre y miseria en el país: tenemos 54% de pobres y más de cinco millones de ciudadanos en extrema pobreza, que viven con menos de S/. 3.30 al día, según la ONU.
A raíz de la 44 Conferencia Anual de Ejecutivos - CADE 2006, llevada a cabo del 30 de noviembre al 2 de diciembre en la ciudad de Arequipa; periodistas conservadores, amigos y algunos compañeros se dedican a exaltar las bondades del modelo económico vigente. Difunden cual resultados milagrosos las estadísticas de la Universidad de Lima y nos dicen que el 92% de 212 empresarios encuestados (léase grandes empresarios de CONFIEP) aprueban la gestión del Presidente Alan García y el 94.8% aplauden la gestión del Ministro de Economía, Luis Carranza.
Continúa la encuesta: el 25% (léase dueños del Perú) de los 212 empresarios encuestados, califican de “regular” el contexto económico nacional pero un 64.2% estiman que el mismo es “bueno” y sólo el 8.5% (la flor y nata de la oligarquía financiera) se muestran muy positivos al catalogarlo de “muy bueno”. La encuesta dice también que los dueños del Perú quieren una política laboral y tributaria que les beneficie más; es decir, quieren esclavos y contribuir lo menos posible al erario nacional del país donde amasan sus grandes fortunas que remesan a paraísos fiscales en el extranjero.
Recordando el Primer Gobierno del Dr. Alan García, en la CADE celebrada en el Centro de Convenciones del Hotel Crillón, tuve la ocasión de observar a estos “empresarios” aplaudiendo entusiastamente al Presidente García cuando les dijo algo así: “… señores ustedes me han pedido dólares y yo se los he dado y saben ¿Cómo?”…. ¡No!, dijeron al unísono entre aplausos y risotadas. En ese entonces estaba como Ministro de Economía Luis Alva Castro. Los empresarios sabían que los dólares MUC con que se beneficiaban, procedían de nuestras reservas internacionales; y, que el proteccionismo a la llamada industria nacional (vía exoneraciones tributarias y arancelarias), tenía como contraparte el compromiso de generar fuentes de trabajo para los peruanos. Sin embargo, cuando agotaron todos los dólares, estos “empresarios” le dieron la espalda al Presidente Alan García; le insultaron y desacreditaron; el joven mandatario en un acto de disciplina fiscal, por el colapso al que ingresaba la economía de la mayoría de peruanos estatizó la banca, colisionando frontalmente con la base del poder económico; el resto es historia conocida.
Son más de 44 años desde la primera CADE, realizada el 14 de septiembre de 1961 en Paracas bajo el título "Mayor eficiencia, aumento de la producción: claves del progreso económico y social del país". La segunda CADE se llevó a cabo bajo el título "Mejores ejecutivos para un Perú Mejor", y se celebró el 20 de septiembre de 1962. Así continuaron y continúan, con títulos rimbombantes cada año.
En los últimos 44 años estos “empresarios” han consolidado grupos económicos de poder, que impiden el desarrollo económico nacional, generando más hambre y miseria en el país: tenemos 54% de pobres y más de cinco millones de ciudadanos en extrema pobreza, que viven con menos de S/. 3.30 al día, según la ONU.
Los “empresarios” encuestados por la Universidad de Lima para la versión 44 de CADE, son los promotores de la corrupción del Estado, pues ubican en sus planillas a prominentes funcionarios y Ministros de Estado (recordemos que Silva Ruete fue integrante del Directorio del Banco de Crédito, o sino revisemos el publicitado anuario “Top 10,000” o los audio-videos de Dionisio Romero con Montesinos). Estos “empresarios” fueron quienes más apoyaron el remate de nuestras empresas durante el gobierno del sátrapa Fujimori. Asimismo, disfrutan desproporcionadamente del PBI forjado en más del 50% por las MYPES; como grupos de poder económico, disponen más del 85% de nuestro PBI, que actualmente es superior a los US $ 70 mil millones. En otras palabras, contribuyen aproximadamente al 45% del PBI, pero se llevan más del 85%.
Hoy aplauden al Presidente García como lo hicieron con Fujimori y Toledo en los tres últimos quinquenios, haciendo la corte, han logrado muchos beneficios, como mantener elevadísimas tasas de interés que superan el 80% de Tasa Efectiva Anual-TEA, equivalente con la Tasa Interna de Retorno (TIR) del Banco. Aplauden al Banco de la Nación porque se pone de rodillas ante la Asociación de Bancos (ASBANC) y acepta otorgar míseros préstamos (entre S/. 500 y S/. 2,000) a los microempresarios, solamente en los lugares donde no hay Banca Comercial; en lugar de aplicar la Constitución Política, en lo referente a la libre empresa. Aplauden por que a las empresas mineras que siguen depredando, destruyendo el medio ambiente y extrayendo los recursos minerales para exportarlo sin ningún valor agregado, se les implora que voluntariamente “donen” alguito para los pobres.
Continua el Barómetro de Universidad de Lima y nos dice que el 96.7% de estos señorones aplauden la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), ¡claro! son los únicos beneficiados. Aplauden el modelo económico en aplicación por ser rentista, pues protege la especulación y expoliación técnicamente opuesta al desarrollo económico. Por eso telefónica, una de las grandes empresas transnacionales, hace de las suyas y se burla de los usuarios con su festival de tarifas, en lugar de aplicar únicamente la tarifa plana. El actual Ministro de Economía extrañamente negó cualquier revisión a los contratos con telefónica desde Madrid - España; antes lo hizo Olivera con Toledo; hay que exigir a estos señores el levantamiento del secreto bancario.
Plantear a estos encuestados, el desarrollo nacional con justicia social en libertad y democracia, es recibir como respuesta insultos, agravios y amenazas. Las CADE encubren con esotéricos tecnicismos la realidad peruana, remojan sus discursos con Whisky y alimentan sus cerebros con grandes comilonas. Y es que estos señorones protegen con uñas y dientes el cambio anual de sus automóviles de más US $ 250,000 entre muchísimas otras suntuosidades. Menosprecian a los peruanos que somos los que les engrosamos sus arcas.
Gobernar guiados por los índices de los 212 empresarios encuestados es considerar que la riqueza de todos los peruanos solo deben desfrutarla una minúscula élite de “empresarios” inescrupulosos y expoliadores. Solo con un Estado corrupto pueden hacer de las suyas, empobreciendo a las mayorías. Ya es hora de que el estado deje sin efecto la Resolución del BCR que Fujimori en los años 90 dicto para quitar a la entidad su función reguladora de la tasa nominal (dizque para que esta tasa sea regulada por el “mercado”) y vuelva el BCR a su estatus normal de moderador de la tasa nominal. La aplicación de la Resolución aludida, nos afecta cada día, pues las tasas de interés de los bancos subieron exponencialmente; algunos como el Banco del Trabajo aplican TEAs superiores al 180%; ejemplo: su publicitado préstamo de S/. 500.
Finalmente, es responsabilidad del gobierno aprista hacer justicia, como manda el ideario, la doctrina y la sangre derramada por nuestros mártires. Debemos revertir la pirámide de la riqueza generando empleos con salarios dignos; suscribiendo contratos en minería, hidrocarburos, fauna, flora, servicios (luz, agua comunicaciones), puertos y aeropuertos en función al interés nacional. Institucionalizar como políticas de estado la educación, impulsando la investigación en los niveles superiores; la protección de la salud debe esta al alcance de todos; la alimentación, orientada fundamentalmente a nuestra niñez; y, en la vivienda, retomando el estado los terrenos adjudicados con malas artes por protervos funcionarios y gente inescrupulosa o traficantes de tierras para construir cómodas viviendas, puestas a la venta con precios de costo y en periodos prudenciales de pago. Ya es tiempo de poner la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) al servicio del país, para que deje de ser un instrumento “técnico” a favor de los banqueros. Es potestad de un gobierno soberano y digno, el hacer prevalecer el interés de las grandes mayorías.
cesaraching@yahoo.es
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2-12-2006
En los últimos 44 años estos “empresarios” han consolidado grupos económicos de poder, que impiden el desarrollo económico nacional, generando más hambre y miseria en el país: tenemos 54% de pobres y más de cinco millones de ciudadanos en extrema pobreza, que viven con menos de S/. 3.30 al día, según la ONU.
A raíz de la 44 Conferencia Anual de Ejecutivos - CADE 2006, llevada a cabo del 30 de noviembre al 2 de diciembre en la ciudad de Arequipa; periodistas conservadores, amigos y algunos compañeros se dedican a exaltar las bondades del modelo económico vigente. Difunden cual resultados milagrosos las estadísticas de la Universidad de Lima y nos dicen que el 92% de 212 empresarios encuestados (léase grandes empresarios de CONFIEP) aprueban la gestión del Presidente Alan García y el 94.8% aplauden la gestión del Ministro de Economía, Luis Carranza.
Continúa la encuesta: el 25% (léase dueños del Perú) de los 212 empresarios encuestados, califican de “regular” el contexto económico nacional pero un 64.2% estiman que el mismo es “bueno” y sólo el 8.5% (la flor y nata de la oligarquía financiera) se muestran muy positivos al catalogarlo de “muy bueno”. La encuesta dice también que los dueños del Perú quieren una política laboral y tributaria que les beneficie más; es decir, quieren esclavos y contribuir lo menos posible al erario nacional del país donde amasan sus grandes fortunas que remesan a paraísos fiscales en el extranjero.
Recordando el Primer Gobierno del Dr. Alan García, en la CADE celebrada en el Centro de Convenciones del Hotel Crillón, tuve la ocasión de observar a estos “empresarios” aplaudiendo entusiastamente al Presidente García cuando les dijo algo así: “… señores ustedes me han pedido dólares y yo se los he dado y saben ¿Cómo?”…. ¡No!, dijeron al unísono entre aplausos y risotadas. En ese entonces estaba como Ministro de Economía Luis Alva Castro. Los empresarios sabían que los dólares MUC con que se beneficiaban, procedían de nuestras reservas internacionales; y, que el proteccionismo a la llamada industria nacional (vía exoneraciones tributarias y arancelarias), tenía como contraparte el compromiso de generar fuentes de trabajo para los peruanos. Sin embargo, cuando agotaron todos los dólares, estos “empresarios” le dieron la espalda al Presidente Alan García; le insultaron y desacreditaron; el joven mandatario en un acto de disciplina fiscal, por el colapso al que ingresaba la economía de la mayoría de peruanos estatizó la banca, colisionando frontalmente con la base del poder económico; el resto es historia conocida.
Son más de 44 años desde la primera CADE, realizada el 14 de septiembre de 1961 en Paracas bajo el título "Mayor eficiencia, aumento de la producción: claves del progreso económico y social del país". La segunda CADE se llevó a cabo bajo el título "Mejores ejecutivos para un Perú Mejor", y se celebró el 20 de septiembre de 1962. Así continuaron y continúan, con títulos rimbombantes cada año.
En los últimos 44 años estos “empresarios” han consolidado grupos económicos de poder, que impiden el desarrollo económico nacional, generando más hambre y miseria en el país: tenemos 54% de pobres y más de cinco millones de ciudadanos en extrema pobreza, que viven con menos de S/. 3.30 al día, según la ONU.
Los “empresarios” encuestados por la Universidad de Lima para la versión 44 de CADE, son los promotores de la corrupción del Estado, pues ubican en sus planillas a prominentes funcionarios y Ministros de Estado (recordemos que Silva Ruete fue integrante del Directorio del Banco de Crédito, o sino revisemos el publicitado anuario “Top 10,000” o los audio-videos de Dionisio Romero con Montesinos). Estos “empresarios” fueron quienes más apoyaron el remate de nuestras empresas durante el gobierno del sátrapa Fujimori. Asimismo, disfrutan desproporcionadamente del PBI forjado en más del 50% por las MYPES; como grupos de poder económico, disponen más del 85% de nuestro PBI, que actualmente es superior a los US $ 70 mil millones. En otras palabras, contribuyen aproximadamente al 45% del PBI, pero se llevan más del 85%.
Hoy aplauden al Presidente García como lo hicieron con Fujimori y Toledo en los tres últimos quinquenios, haciendo la corte, han logrado muchos beneficios, como mantener elevadísimas tasas de interés que superan el 80% de Tasa Efectiva Anual-TEA, equivalente con la Tasa Interna de Retorno (TIR) del Banco. Aplauden al Banco de la Nación porque se pone de rodillas ante la Asociación de Bancos (ASBANC) y acepta otorgar míseros préstamos (entre S/. 500 y S/. 2,000) a los microempresarios, solamente en los lugares donde no hay Banca Comercial; en lugar de aplicar la Constitución Política, en lo referente a la libre empresa. Aplauden por que a las empresas mineras que siguen depredando, destruyendo el medio ambiente y extrayendo los recursos minerales para exportarlo sin ningún valor agregado, se les implora que voluntariamente “donen” alguito para los pobres.
Continua el Barómetro de Universidad de Lima y nos dice que el 96.7% de estos señorones aplauden la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), ¡claro! son los únicos beneficiados. Aplauden el modelo económico en aplicación por ser rentista, pues protege la especulación y expoliación técnicamente opuesta al desarrollo económico. Por eso telefónica, una de las grandes empresas transnacionales, hace de las suyas y se burla de los usuarios con su festival de tarifas, en lugar de aplicar únicamente la tarifa plana. El actual Ministro de Economía extrañamente negó cualquier revisión a los contratos con telefónica desde Madrid - España; antes lo hizo Olivera con Toledo; hay que exigir a estos señores el levantamiento del secreto bancario.
Plantear a estos encuestados, el desarrollo nacional con justicia social en libertad y democracia, es recibir como respuesta insultos, agravios y amenazas. Las CADE encubren con esotéricos tecnicismos la realidad peruana, remojan sus discursos con Whisky y alimentan sus cerebros con grandes comilonas. Y es que estos señorones protegen con uñas y dientes el cambio anual de sus automóviles de más US $ 250,000 entre muchísimas otras suntuosidades. Menosprecian a los peruanos que somos los que les engrosamos sus arcas.
Gobernar guiados por los índices de los 212 empresarios encuestados es considerar que la riqueza de todos los peruanos solo deben desfrutarla una minúscula élite de “empresarios” inescrupulosos y expoliadores. Solo con un Estado corrupto pueden hacer de las suyas, empobreciendo a las mayorías. Ya es hora de que el estado deje sin efecto la Resolución del BCR que Fujimori en los años 90 dicto para quitar a la entidad su función reguladora de la tasa nominal (dizque para que esta tasa sea regulada por el “mercado”) y vuelva el BCR a su estatus normal de moderador de la tasa nominal. La aplicación de la Resolución aludida, nos afecta cada día, pues las tasas de interés de los bancos subieron exponencialmente; algunos como el Banco del Trabajo aplican TEAs superiores al 180%; ejemplo: su publicitado préstamo de S/. 500.
Finalmente, es responsabilidad del gobierno aprista hacer justicia, como manda el ideario, la doctrina y la sangre derramada por nuestros mártires. Debemos revertir la pirámide de la riqueza generando empleos con salarios dignos; suscribiendo contratos en minería, hidrocarburos, fauna, flora, servicios (luz, agua comunicaciones), puertos y aeropuertos en función al interés nacional. Institucionalizar como políticas de estado la educación, impulsando la investigación en los niveles superiores; la protección de la salud debe esta al alcance de todos; la alimentación, orientada fundamentalmente a nuestra niñez; y, en la vivienda, retomando el estado los terrenos adjudicados con malas artes por protervos funcionarios y gente inescrupulosa o traficantes de tierras para construir cómodas viviendas, puestas a la venta con precios de costo y en periodos prudenciales de pago. Ya es tiempo de poner la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) al servicio del país, para que deje de ser un instrumento “técnico” a favor de los banqueros. Es potestad de un gobierno soberano y digno, el hacer prevalecer el interés de las grandes mayorías.
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