Desde que se desato la polémica por los perros vagos en la Dehesa, el problema canino ha estado en la agenda noticiosa y me gustaría señalar mis apreciaciones.
No me referiré a la medida que se proponía en dicho sector, si no que este es un problema nacional y por cierto de nuestra ciudad y creo que sería oportuno un plan de largo plazo que de una solución real e integral.
Parto de la base que todo perro callejero alguna vez tuvo un dueño. Si nació en la calle su progenitora lo ha de haber tenido. Deberían haber leyes u ordenanzas que regulen esta materia y sancionen el maltrato y el abandono de mascotas, esto nos obligaría a ser más responsables con nuestros hermanitos menores y fieles compañeros.
A modo de ejemplo lo que ocurre en algunos países podría servir para comenzar y no es nada del otro mundo que no se pueda replicar en nuestro país.
En Estados Unidos, Suiza, Alemania y varios países mas, cada perro, gato o mascota tiene su registro que identifica a su dueño, quién debe pagar una especie de contribución o impuesto pequeño que ayuda a financiar el sistema. Este registro además incorpora la implantación de un pequeño chip que en caso de extraviarse el animal y ser recogido por la autoridad competente, lo puedan identificar y saber quién es su dueño, domicilio, raza, edad, vacunas, etc.
También que se debería legislar sobre la responsabilidad de los dueños en caso de mordeduras, ataques o perjuicios, que de tanto en tanto las noticias nos muestran y que al parecer, el tema está en tierra de nadie. En el caso de los perros, estos responden a sus instintos y son sus dueños los que deben velar por la conducta de sus mascotas, y son los responsables de los actos de estas, cosa que hoy mm mm, no esta muy clara.
Si todos los perros y mascotas en general estuvieran registrados, por lo tanto sus dueños y domicilios debidamente identificados, se solucionaría el problema de los perros vagos o gatos. Y los que no tienen dueño, podrían esperar en centros para el cuidado de animales financiados con las inscripciones y multas por infracciones a las ordenanzas, a la espera de ser adoptados y con sus papeles en regla.
También se hace necesaria una reflexión en nosotros. Si vamos a comprar una mascota, perro, gato o la especie que sea, lo mínimo que deberíamos hacer es informarnos de sus hábitos y necesidades y si estas son compatibles con nuestro estilo de vida. Así nuestra mascota será un aporte afectivo y no un problema a futuro.
No me referiré a la medida que se proponía en dicho sector, si no que este es un problema nacional y por cierto de nuestra ciudad y creo que sería oportuno un plan de largo plazo que de una solución real e integral.
Parto de la base que todo perro callejero alguna vez tuvo un dueño. Si nació en la calle su progenitora lo ha de haber tenido. Deberían haber leyes u ordenanzas que regulen esta materia y sancionen el maltrato y el abandono de mascotas, esto nos obligaría a ser más responsables con nuestros hermanitos menores y fieles compañeros.
A modo de ejemplo lo que ocurre en algunos países podría servir para comenzar y no es nada del otro mundo que no se pueda replicar en nuestro país.
En Estados Unidos, Suiza, Alemania y varios países mas, cada perro, gato o mascota tiene su registro que identifica a su dueño, quién debe pagar una especie de contribución o impuesto pequeño que ayuda a financiar el sistema. Este registro además incorpora la implantación de un pequeño chip que en caso de extraviarse el animal y ser recogido por la autoridad competente, lo puedan identificar y saber quién es su dueño, domicilio, raza, edad, vacunas, etc.
También que se debería legislar sobre la responsabilidad de los dueños en caso de mordeduras, ataques o perjuicios, que de tanto en tanto las noticias nos muestran y que al parecer, el tema está en tierra de nadie. En el caso de los perros, estos responden a sus instintos y son sus dueños los que deben velar por la conducta de sus mascotas, y son los responsables de los actos de estas, cosa que hoy mm mm, no esta muy clara.
Si todos los perros y mascotas en general estuvieran registrados, por lo tanto sus dueños y domicilios debidamente identificados, se solucionaría el problema de los perros vagos o gatos. Y los que no tienen dueño, podrían esperar en centros para el cuidado de animales financiados con las inscripciones y multas por infracciones a las ordenanzas, a la espera de ser adoptados y con sus papeles en regla.
También se hace necesaria una reflexión en nosotros. Si vamos a comprar una mascota, perro, gato o la especie que sea, lo mínimo que deberíamos hacer es informarnos de sus hábitos y necesidades y si estas son compatibles con nuestro estilo de vida. Así nuestra mascota será un aporte afectivo y no un problema a futuro.
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