Hasta hace unos años Pere Gimferrer, era sólo una referencia lejana, un escritor que era constantemente mencionado por otros escritores, pero nunca había podido encontrar sus libros. Hace un tiempo un amigo me inició en la poesía de este brillante Catalan, que ha hecho de la poesía su fortaleza.
Sus versos no son una mera arquitectura de palabras (muy de moda en los últimos años entre poetas jovenes) sino una historia contada desde diversas miradas conjugadas en la fragmentación, historias que no parecen ajenas, lecturas, películas, cliches y todo remezclado en su imaginario.
Recomiendo en especial para quienes deseen conocer más de este escritor, la antología publicada hace unos años por anagrama, en la que se resume el balance de la primera etapa de Gimferrer.
EN LAS CABINAS TELEFÓNICAS
En las cabinas telefónicas
hay misteriosas inscripciones dibujadas con lápiz de labios.
Son las últimas palabras de las dulces muchachas rubias
que con el escote ensangrentado se refugian allí para morir.
Última noche bajo el pálido neón, último día bajo el sol alucinante,
calles recién regadas con magnolias, faros amarillentos
de los coches patrulla en el amanecer.
Te esperaré a la una y media, cuando salgas del cine -y a esta hora está muerta en el Depósito aquella cuyo cuerpo
era un ramo de orquídeas.
Herida en los tiroteos nocturnos, acorralada en las esquinas
por los reflectores, abofeteada en los night-clubs,
mi verdadero y dulce amor llora en mis brazos.
Una última claridad, la más delgada y nítida,
parece deslizarse de los locales cerrados:
esta luz que detiene a los transeúntes
y les habla suavemente de su infancia.
Músicas de otro tiempo, canción al compás de cuyas viejas notas
conocimos una noche a Ava Gardner,
muchacha envuelta en un impermeable claro que besamos
una vez en el ascensor, a oscuras entre dos pisos, y tenía los ojos muy azules, y hablaba siempre en voz muy baja- se llamaba Nelly
Cierra los ojos y escucha el canto de las sirenas en la noche
plateada de anuncios luminosos
La noche tiene cálidas avenidas azules.
Sombras abrazan sombras en piscinas y bares.
En el oscuro cielo combatían los astros
cuando murió de amor,
y era como si oliera muy despacio un perfume.
Posted by No future
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