Por alguna razón que sólo mi médico puede explicar, aparentemente hace un tiempo, llegue al límite y mi tolerancia normal por las cosas que no soporto (la lista es interminable) terminó conmigo en su consulta al inusual horario de las cinco de la tarde, que es mi hora preferida para estar en cualquier lugar menos en un consultorio médico.
Había ensayado varias respuestas para demostrarle que en realidad era feliz, que nada malo me estaba sucediendo, sin embargo el no me hizó demasiadas preguntas, ni quizó escuchar demasiado mis justificaciones para mi conducta reciente.
Iba llenando unos formatos con "x" y círculos, intrigándome cada vez más, ¿qué veía en mi que yo no pudiera?. Al final sólo hizo unos trazos ligeros en una prescripción que me extendió, me repitió dos veces como tendría que tomar la medicina y me despidió hasta los próximos catorce días. ¿eso significaba que nada malo me había pasado? ¿qué no tenía nada roto?
No me gustó mucho la cara de la dependienta de la farmacia, me empezó a dar esas miraditas que generalmente le prodigamos a los sujetos peligrosos, y yo no lo soy. Mi única duda era que una de las pastillas que me habían recetado me sonaba de alguna parte. Era una pastillita de tono celeste, muy pequeña, inofensiva, con un nombre que no me decía nada: Fluoxetina.
Investigando por internet lo descubrí, era el nombre de la sustancia que comercialmente conocemos como Prozac. Recordé entonces una novela que había leido en agosto de 1999 (me gusta fechar mis libros) NACIÓN PROZAC de Elizabeth Wurtzel. Lo había rescatado de un estante olvidado en una libreria que ya no existe, la autora no me sonaba de nada, pero me gustaba como comenzaba la novela:
"Empiezo a tener la sensación de que algo no funciona.Como si la suma de todas las drogas -el Litio, el Prozac, el Deysrel e incluso la desipramina que tomo de noche para dormir- ya no pudiera combatir eso que no marcha bien en mí desde el principio. Me siento como un modelo defectuoso, como si ya hubiese salido de la cadena de montaje bien jodida, hecha un ocho, como si mis padres debieran haberme llegado a arreglar antes que caducase la garantía (...)
Empiezo a pensar que, en realidad la depresión no tiene cura, que la felicidad es una batalla constante que tendré que librar mientras siga con vida.
Me pregunto si vale la pena..."
La novela de Wurtzel que fuera escrita en 1994, esta planteada como autobiografía, e incluso la autora incluyó su foto en la portada de su libro, que es un descenso a los infiernos de la depresión que la narradora explora en sus más mínimos detalles, sus terapia, sus cambios de medicación, sus relaciones sociales, hasta el consumo creciente y variado de las más sofisticadas drogas en búsqueda del equilibrio que le permitiera hacer una vida normal.
EL divorcio de sus padres, el momento que le toca vivir, sus constantes cuestionamientos, todas las cosas que le pertuban, son enumeradas, diseccionadas, la narradora nos invita a buscar las causas de la depresión en una década en que se reconoció a esta como una enfermedad que para algunos era incluso símbolo de estatus.
Sin embargo nos he revelado que parte del mundo vació en el que somos encapsulados propicia muchas de las disfunciones por las que luego nos catalogan como distintos. La película tuvo una versión fílmica verdaderamente espantosa, en la que a pesar de los esfuerzos de cristina Ricci, las truculencias del guión y la poca idea del director sobre la esencia de libro y lo que podría transmitirse a partir de él, hicieron de esta un filme anodino e ineficaz. El libro sigue conservando una fuerza especial, el lento y constante desgarro de alguien que no entiende porque no puede ser feliz.
Etiquetas: Elizabeth Wurtzel, Nación Prozac
Justo hoy empecé a buscar ese libro, espero encontrarlo pronto, sobre todo porque pienso hacer un trabajo sobre depresión el próximo año y necesito estar bien nutrida. Muy bueno lo que describes y que pena que la película sea mala, creo que hubiera sido más fácil encontrarla.
Estuve leyendo alguno de los posts y me gusta mucho el blog!!!
estoy leyendo el libro, estoy enganchadisima a el, dentro de unos dias lo habre acabado supongo, ni siquiera sabia k existia una pelicula ....me acabo de enterar!!
Hola recién leo este blog y yo estoy tomando fluoxetina hace un año aprox..y pienso que verdaderamente me a ayudado pero me asusta pensar que debo vivir tomando esta pastilla de por vida,yo estoy leyendo un libro que se llama tocada de ro Vitale y me identifica bastante