Daniel Pennac es un novelista frances que ha causado gran revuelo por un ensayo escrito en 1992 publicado por Gallimard y que se convirtió en poco tiempo en un gran éxito de ventas: Como una novela (Anagrama, 2001, octava edición); en el que defendía los derechos del lector y la importancia de cambiar las estructuras educativas para lograr que el leer no sea una simple obligación académica.
Pennac proclama en su ensayo los derechos imprescriptibles del lector, que pueden resumirs como:
- El derecho a no leer
- El derecho a saltarse las páginas
- El derecho a no terminar un libro
- El derecho a releer
- El derecho a leer cualquier cosa
- El derecho al bovarismo
- El derecho a leer en cualquier lugar
- El derecho a hojear
- El derecho a leer en voz alta
- El derecho a callarnos
Ayer en el Blog Solo de libros se hizó una interesante reseña sobre el libro de Pennac, que estoy seguro disfrutarán. A pesar del tiempo transcurrido Como una novela, sigue siendo un efectivo alegato a favor del poder del libro y del placer de la lectura, esta escrito con pasión y con una prosa sumamente cuidada que invita a internarse en la argumentación de Pennac y en preguntarnos en voz alta, ¿nosotros porque leemos?
"...Por inhibida que sea, cualquier lectura está presidida por el placer de leer..."
"...Releer no es repetirse, es ofrecer una prueba siempre nueva de un amor infatigable..."
"...Cada lectura es un acto de resistencia..."
"...El placer de leer estaba muy cercano, secuestrado en esos graneros adolescentes por un miedo secreto: el miedo (muy, muy antiguo) a no entender..."
"...el tiempo para leer, al igual que el tiempo para amar, dilata el tiempo de vivir..."
"...la libertad de escribir no puede ir acompañada del deber de leer..."
"...entre todas las razones que tenemos para abandonar una lectura hay una que merece cierta reflexión: el vago sentimiento de una derrota. He abierto, he leído, y no he tardado en sentirme sumergido por algo que notaba más fuerte que yo..."Daniel Pennac, Como una novela
Posted by No future
Etiquetas: Daniel Pennac
Para quienes nos vemos abocados a la lectura por obligación académica, nos resulta una forma de predisposición ante el resto de cosas que podrían ser interesantes. Puede ser entonces que también tengamos derecho a estar agotados, a no querer seguir.
Leer lo que uno q uiere, en lo que uno se entretiene es todo un placer, lo académico no tendría que ser del todo agotador, sin embargo el interés de algunos no es el mismo de otros, por tal motivo las indicaciones de un profesor nunca atenderán al interés completo de un estudiante.
Buen post
Un saludo
Admin C
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