A veces me encuentro con personas y hasta conmigo misma , que sin tantos preámbulos dicen que no se siente contentos, que la vida no les camina por donde pensaban, que las cosas, en su lugar, no se mueven y que en la humanidad aún al circular se vive de un modo peor.
Esta es una versión bien pesimista e infortunada que no lleva a nada más que a apreciarse cada vez inferior y más entristecida.
La vida, el mundo, desde la razón vacía tiene rara conciliación.
Y es que a la vida no le podemos pedir más de lo que nos puede facilitar, si nos educamos a ver en cada evento no un nacimiento de felicidad sino una declaración del amor que Dios nos tiene, seremos felices, aunque posiblemente no conseguiremos impedir las lágrimas.
Yesto no es una cualidad fría ni pasiva, porque la cima a descubrir es olvidarnos de nosotros mismos y de nuestras ideas, e intentar pensar constantemente en los demás y en entregarles medios para que obtengan su felicidad, esto es lo justo que nos hará contentos y feleces , y nos arrima algo a Dios.
Esta es una versión bien pesimista e infortunada que no lleva a nada más que a apreciarse cada vez inferior y más entristecida.
La vida, el mundo, desde la razón vacía tiene rara conciliación.
Y es que a la vida no le podemos pedir más de lo que nos puede facilitar, si nos educamos a ver en cada evento no un nacimiento de felicidad sino una declaración del amor que Dios nos tiene, seremos felices, aunque posiblemente no conseguiremos impedir las lágrimas.
Yesto no es una cualidad fría ni pasiva, porque la cima a descubrir es olvidarnos de nosotros mismos y de nuestras ideas, e intentar pensar constantemente en los demás y en entregarles medios para que obtengan su felicidad, esto es lo justo que nos hará contentos y feleces , y nos arrima algo a Dios.
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