La Bella Dama, Solar y Regia, la Amasia Uxor, la Soror Misticae, compañera del Guerrero-Poeta-Alquimista… está dentro de él mismo.
Se preguntarán todos, de dónde saco esto?, porqué lo digo?.
Porque aún después de morir puedo seguir amando a quien haya conocido en Vida… pero ella debe comprender mi sentido de Lucha, por una Nueva Tierra, para nuestros Hijos, y no necesariamente los míos, sino los hijos de Todos.
El amor niega la carne, porque le es impropia.
Pero es mucho pedir ante tanta basura, tanta impureza de alma… esas almas se han perdido… es difícil encontrar alguien así, que encarne un hermoso arquetipo, el principio original, la que cuidaba el fuego sagrado, la que daba el Oráculo al Guerrero, la que le dice con vehemencia y ternura: - “Ve a combatir, he aquí tu Espada, tu Arco y tu Daga”.
El hombre libre es un guerrero, y lleva a su dama en su corazón –en esta vida y en la otra-, y es quien le anima a seguir combatiendo día a día…
Por eso yo quemaré su imagen que tengo, ya no la necesito… continúo mi camino y estoy de pie ante la Oscuridad, y dando la cara lucharé contra ella, tanto internamente –mi propia sombra- y a quienes son sus esclavos más devotos.
Porque no necesito vivir esperando una respuesta, cuando ya la he tenido concretamente.
Es la rueda de la vida, que gira, pero haciendo un espiral, en continuo feedback, retroalimentándose, aprendiendo…
Pasando a otros temas tengo ahora otra bella película –muy pagana-, es “El viejo cuento cuando el Sol era dios”, (Polanos Solares del Vístula), y la Bella Señora, encarna ese arquetipo perdido.
Pero, siendo consecuente con mis hechos… que saco con hablarle de estos principios originales a quienes NO desean aprender?, que viven ad perpetum el escepticismo hipócrita de creer solamente lo que le ha dado este sistema que se cae a pedazos por su propio peso?.
Pienso cómo sería mi vejez… quizás no la tenga, quizás los dioses me llamarán antes a su presencia, pero no sin antes haber combatido.
Si no fuere así, sería como aquel viejo Jedi, el Viejo Kenobi. Pienso en eso y sonrío… Dios es la Fuerza, y ella la rodea por entero, pasa a través de nuestras almas y las hace resplandecer.
Dios está con nosotros, pero… NO TU DIOS!, sino nuestro Dios. El verdadero.
Se preguntarán todos, de dónde saco esto?, porqué lo digo?.
Porque aún después de morir puedo seguir amando a quien haya conocido en Vida… pero ella debe comprender mi sentido de Lucha, por una Nueva Tierra, para nuestros Hijos, y no necesariamente los míos, sino los hijos de Todos.
El amor niega la carne, porque le es impropia.
Pero es mucho pedir ante tanta basura, tanta impureza de alma… esas almas se han perdido… es difícil encontrar alguien así, que encarne un hermoso arquetipo, el principio original, la que cuidaba el fuego sagrado, la que daba el Oráculo al Guerrero, la que le dice con vehemencia y ternura: - “Ve a combatir, he aquí tu Espada, tu Arco y tu Daga”.
El hombre libre es un guerrero, y lleva a su dama en su corazón –en esta vida y en la otra-, y es quien le anima a seguir combatiendo día a día…
Por eso yo quemaré su imagen que tengo, ya no la necesito… continúo mi camino y estoy de pie ante la Oscuridad, y dando la cara lucharé contra ella, tanto internamente –mi propia sombra- y a quienes son sus esclavos más devotos.
Porque no necesito vivir esperando una respuesta, cuando ya la he tenido concretamente.
Es la rueda de la vida, que gira, pero haciendo un espiral, en continuo feedback, retroalimentándose, aprendiendo…
Pasando a otros temas tengo ahora otra bella película –muy pagana-, es “El viejo cuento cuando el Sol era dios”, (Polanos Solares del Vístula), y la Bella Señora, encarna ese arquetipo perdido.
Pero, siendo consecuente con mis hechos… que saco con hablarle de estos principios originales a quienes NO desean aprender?, que viven ad perpetum el escepticismo hipócrita de creer solamente lo que le ha dado este sistema que se cae a pedazos por su propio peso?.
Pienso cómo sería mi vejez… quizás no la tenga, quizás los dioses me llamarán antes a su presencia, pero no sin antes haber combatido.
Si no fuere así, sería como aquel viejo Jedi, el Viejo Kenobi. Pienso en eso y sonrío… Dios es la Fuerza, y ella la rodea por entero, pasa a través de nuestras almas y las hace resplandecer.
Dios está con nosotros, pero… NO TU DIOS!, sino nuestro Dios. El verdadero.
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