Antes de empezar a hablar de Transporte quiero dejar claros dos términos para que nos entendamos durante el resto de la lectura.
Modo: es la manera o móvil que las personas utilizan para desplazarse de un lugar a otro, llámese caminata, tren, bus, automóvil, camión, platillo volador, etc.
Medio: es el ambiente en el cual se desarrolla el desplazamiento, es decir, por tierra (terrestre), por mar (marítimo), por aire (aéreo), o telepático (sobrenatural).
El sistema de transporte comprende toda la infraestructura por la cual nos desplazamos desde que salimos de un lugar (origen) hasta que llegamos a otro (destino), sea la línea férrea, carreteras, calles urbanas, aeropuerto, puerto, estacionamientos, etc.
En Chile, sobretodo en las ciudades más grandes, incluyendo, Gran Santiago, Gran Concepción y Gran Valparaíso, el sistema de transportes ha evolucionado durante los últimos años.
Considerando que hace 10 años viajar desde Concepción a Santiago se necesitaban entre 7 y 9 horas de viaje, y que ahora en casi 6 horas ya podemos llegar a destino, por vías concesionadas de gran calidad, con una carpeta de rodado que da seguridad, con señalética de buen nivel… nadie podría negar que el desarrollo en infraestructura vial ha sido excelente.
Me referiré esta vez, sólo al medio terrestre y a lo que he visto. No voy a entrar en tecnicismos porque no es la idea aburrirlos con cátedras ingenieriles.
En Santiago pude darme cuenta de que el Metro es un excelente modo de transporte, que reemplaza al autobús de manera notable. Hace años que no andaba en metro, nada cambia mucho, la “técnica” es la misma. Pero pude notar que por más que evolucione la tecnología o se propongan nuevas líneas de metro, no hay una real preocupación por la gente imposibilitada de desplazarse a pie por discapacidad. Y me di cuenta, porque me anduve paseando en metro con coche y es realmente complicado desplazarse con él, subiendo y bajando escaleras… hacen falta rampas, ascensores y de todas maneras más información en las paredes de las estaciones.
Pero sin escapar del tema de los discapacitados para caminar, yo, en última instancia desarmaba el coche, me lo echaba al hombro y subía las escaleras con la Fran en brazos o de la mano, pero una persona que sólo puede desplazarse en silla de ruedas por ejemplo, no puede acceder libremente a desplazarse en metro, y menos en autobús. También noté que algunas estaciones (Santa Ana si no me equivoco) tienen ascensor, pero sólo sirve para hacer la combinación con otra línea o subir hasta el segundo nivel, pero que no permite salir de la estación. Plop. No sé quiénes serán los “creativos”, pero no es posible que una situación tan absurda se repita tanto (en Patronato también ocurre algo similar).
Peor fue hoy, que volvía a Viña, con la maleta, coche, bolso y Fran...una persona sola practicamnete no puede desplazarse dentro de una estación de metro ¡¡¡qué horrible!!! Los santiaguinos quizás ya están acostumbrados a la idea, porque lo usan siempre, pero para una persona que viene de afuera resulta inquietante saber que la capital de tu país, no se ha puesto las pilas en algo tan básico... Teletones ha habido muchas... la conciencia ya debería estar creada...
También fui al subterráneo de la Moneda. Una construcción bastante bonita, que permite un perfecto desplazamiento. En vez de escaleras hay bajadas (o subidas) con una pendiente aceptable, PERO justo a la entrada 4 peldaños. 4 peldaños deben equivaler a mínimo 2 metros de rampa, mi pregunta entonces es ¿cómo el arquitecto, constructor o ingeniero no piensa en lo absurdo del diseño?… todo el diseño apropiado para desplazamiento rodante, salvo a la entrada y en el término de la rampa.
Tampoco las veredas cuentan con bajadas para coches, carritos, sillas de ruedas o bicicletas. A un lado de cruce a veces hay y en el que le sigue no.
Y no hablo sólo de Santiago, también en Concepción se da, e imagino que en el resto de las ciudades también debe ser así.
Por lo menos en Viña, las bajadas en las veredas son bastantes, y más notorias. Se nota que hay una preocupación real en este tema.
Las autoridades y las empresas contratistas, deberían considerar de mejor forma al momento de aceptar un diseño, el desplazamiento de aquellos imposibilitados de desplazarse a pie como el común de las personas, porque no es posible, que aún no se tome en cuenta este factor en la construcción de nuevas instalaciones de uso público.
Por otro lado, el Transantiago es un buen plan para mejorar el transporte en la Capital. El tema del metro creo que ya está resuelto, la gente ya sabe que el metro se instala en el andén, está unos segundos y se va, en cambio para los buses ahora falta que se defina la frecuencia de pasada, pero todos los cambios deben presentarse de a poco, para que la gente se haga el hábito de tomar la micro a la hora correspondiente en el lugar indicado y no a mitad de cuadra. Lamentablemente, las “micros amarillas” siguen actuando como siempre lo han hecho, corriendo por las avenidas, haciendo carrera con las micros del Transantiago (cuyo límite de velocidad supuestamente son los 60 km/h) para quitarles los pasajeros… Hace falta un buen lavado de cerebro a estos choferes, que parece que jamás se han dado cuenta que llevan en sus manos, la vida de decenas de pasajeros a diario.
Lo otro que sería necesario es el pago diferido dependiendo de nuestro destino como usuario; porque por avanzar 15 cuadras nos cobran lo mismo que por avanzar 30 ó 40. En Viña del Mar y Valparaíso, esto también existe.
En Concepción el plan Biovías cambió la cara de la ciudad. Extensas vías de fácil y rápida movilidad, con un aspecto mucho más moderno. El Biotren ya empezó a funcionar con sus carros nuevos, el viaje es bastante cómodo y placentero dado que la línea del tren bordea el río Biobío. La vía férrea se supone que está cercada no precisamente para molestar a los vecinos, sino que para cuidar su seguridad y con la genial idea de que crucen sólo en los pasos permitidos. Pero ya se ven algunas rejas rotas por vándalos que les da lata caminar unos metros de más. Y si la bocina del tren no suena cada vez que pasa es porque se quiere que el paso del tren sea lo más silencioso posible, y no afecte el libre desarrollo de las actividades en los sectores aledaños a la vía ferroviaria. Recuerde que el tren no tiene por qué avisarle que viene en camino, Usted debe mirar si éste viene. No sea imprudente y cuídese.
El desplazamiento en bicicleta por la ciclovía es una buena alternativa de transporte, es un modo saludable, pero, lamentablemente, en este país no se le ha dado nunca la importancia que merece. En un seminario al que asistí el año pasado nos hablaban del transporte en Noruega, muy distinto a lo que aquí se vive en lo que a bicicleta como modo de transporte se refiere. Las calles están completamente señalizadas, aunque eso no sería tan difícil de lograr. La gran diferencia es que allá el uso de la bicicleta está aceptado del mismo modo que el automóvil. En las oficinas hay duchas y camarines para los ciclistas que llegan a sus trabajos. El uso del casco es OBLIGATORIO, la gente sabe como circular por las vías exclusivas y los peatones ni siquiera osan caminar en las pistas rojas.
No basta con tener grandes carreteras y una infraestructura de elite si no sabemos aprovecharlas en su totalidad, si no sabemos comportarnos de manera correcta en las vías. Todos los cambios en vialidad, y en general en obras de gran envergadura, deben estar acompañados de educación.
Se puede tener grandes proyectos, podemos ser los jaguares de Latinoamérica, pero en este país falta mucha educación cívica, comportamiento socialmente respetable en las calles. Debemos aprender a ser buenos peatones, a cruzar en la esquina y no en la mitad, a respetar al de al lado, a respetar las vías exclusivas, a no correr más de la cuenta, a salir de la casa a la hora correcta, a esperar la micro donde corresponde, a cruzar la vía férrea donde corresponde, a no adelantar en la curva, etc…
Me gusta mucho lo que dice en algunas micros: “Si Usted está apurado, no es culpa del conductor.”
No hay mucha gente que se interese por el tema del Transporte en nuestro país. Es un área bastante compleja de la Ingeniería Civil y por ende a muy pocos alumnos les resulta atractiva. Pero existiendo personas que se metan en el tema, que trabajen en nuevas alternativas para un buen desarrollo en Transporte en nuestro país, podremos alcanzar los niveles “sociales y culturales” de los países desarrollados.
Debo destacar que el Transporte no sólo se trata de obras viales, también se puede estudiar los aspectos económicos referidos a éste, pero ese tema es muchísimo más complejo, y no es correcto que hable de ello porque no manejo los términos.
Modo: es la manera o móvil que las personas utilizan para desplazarse de un lugar a otro, llámese caminata, tren, bus, automóvil, camión, platillo volador, etc.
Medio: es el ambiente en el cual se desarrolla el desplazamiento, es decir, por tierra (terrestre), por mar (marítimo), por aire (aéreo), o telepático (sobrenatural).
El sistema de transporte comprende toda la infraestructura por la cual nos desplazamos desde que salimos de un lugar (origen) hasta que llegamos a otro (destino), sea la línea férrea, carreteras, calles urbanas, aeropuerto, puerto, estacionamientos, etc.
En Chile, sobretodo en las ciudades más grandes, incluyendo, Gran Santiago, Gran Concepción y Gran Valparaíso, el sistema de transportes ha evolucionado durante los últimos años.
Considerando que hace 10 años viajar desde Concepción a Santiago se necesitaban entre 7 y 9 horas de viaje, y que ahora en casi 6 horas ya podemos llegar a destino, por vías concesionadas de gran calidad, con una carpeta de rodado que da seguridad, con señalética de buen nivel… nadie podría negar que el desarrollo en infraestructura vial ha sido excelente.
Me referiré esta vez, sólo al medio terrestre y a lo que he visto. No voy a entrar en tecnicismos porque no es la idea aburrirlos con cátedras ingenieriles.
En Santiago pude darme cuenta de que el Metro es un excelente modo de transporte, que reemplaza al autobús de manera notable. Hace años que no andaba en metro, nada cambia mucho, la “técnica” es la misma. Pero pude notar que por más que evolucione la tecnología o se propongan nuevas líneas de metro, no hay una real preocupación por la gente imposibilitada de desplazarse a pie por discapacidad. Y me di cuenta, porque me anduve paseando en metro con coche y es realmente complicado desplazarse con él, subiendo y bajando escaleras… hacen falta rampas, ascensores y de todas maneras más información en las paredes de las estaciones.
Pero sin escapar del tema de los discapacitados para caminar, yo, en última instancia desarmaba el coche, me lo echaba al hombro y subía las escaleras con la Fran en brazos o de la mano, pero una persona que sólo puede desplazarse en silla de ruedas por ejemplo, no puede acceder libremente a desplazarse en metro, y menos en autobús. También noté que algunas estaciones (Santa Ana si no me equivoco) tienen ascensor, pero sólo sirve para hacer la combinación con otra línea o subir hasta el segundo nivel, pero que no permite salir de la estación. Plop. No sé quiénes serán los “creativos”, pero no es posible que una situación tan absurda se repita tanto (en Patronato también ocurre algo similar).
Peor fue hoy, que volvía a Viña, con la maleta, coche, bolso y Fran...una persona sola practicamnete no puede desplazarse dentro de una estación de metro ¡¡¡qué horrible!!! Los santiaguinos quizás ya están acostumbrados a la idea, porque lo usan siempre, pero para una persona que viene de afuera resulta inquietante saber que la capital de tu país, no se ha puesto las pilas en algo tan básico... Teletones ha habido muchas... la conciencia ya debería estar creada...
También fui al subterráneo de la Moneda. Una construcción bastante bonita, que permite un perfecto desplazamiento. En vez de escaleras hay bajadas (o subidas) con una pendiente aceptable, PERO justo a la entrada 4 peldaños. 4 peldaños deben equivaler a mínimo 2 metros de rampa, mi pregunta entonces es ¿cómo el arquitecto, constructor o ingeniero no piensa en lo absurdo del diseño?… todo el diseño apropiado para desplazamiento rodante, salvo a la entrada y en el término de la rampa.
Tampoco las veredas cuentan con bajadas para coches, carritos, sillas de ruedas o bicicletas. A un lado de cruce a veces hay y en el que le sigue no.
Y no hablo sólo de Santiago, también en Concepción se da, e imagino que en el resto de las ciudades también debe ser así.
Por lo menos en Viña, las bajadas en las veredas son bastantes, y más notorias. Se nota que hay una preocupación real en este tema.
Las autoridades y las empresas contratistas, deberían considerar de mejor forma al momento de aceptar un diseño, el desplazamiento de aquellos imposibilitados de desplazarse a pie como el común de las personas, porque no es posible, que aún no se tome en cuenta este factor en la construcción de nuevas instalaciones de uso público.
Por otro lado, el Transantiago es un buen plan para mejorar el transporte en la Capital. El tema del metro creo que ya está resuelto, la gente ya sabe que el metro se instala en el andén, está unos segundos y se va, en cambio para los buses ahora falta que se defina la frecuencia de pasada, pero todos los cambios deben presentarse de a poco, para que la gente se haga el hábito de tomar la micro a la hora correspondiente en el lugar indicado y no a mitad de cuadra. Lamentablemente, las “micros amarillas” siguen actuando como siempre lo han hecho, corriendo por las avenidas, haciendo carrera con las micros del Transantiago (cuyo límite de velocidad supuestamente son los 60 km/h) para quitarles los pasajeros… Hace falta un buen lavado de cerebro a estos choferes, que parece que jamás se han dado cuenta que llevan en sus manos, la vida de decenas de pasajeros a diario.
Lo otro que sería necesario es el pago diferido dependiendo de nuestro destino como usuario; porque por avanzar 15 cuadras nos cobran lo mismo que por avanzar 30 ó 40. En Viña del Mar y Valparaíso, esto también existe.
En Concepción el plan Biovías cambió la cara de la ciudad. Extensas vías de fácil y rápida movilidad, con un aspecto mucho más moderno. El Biotren ya empezó a funcionar con sus carros nuevos, el viaje es bastante cómodo y placentero dado que la línea del tren bordea el río Biobío. La vía férrea se supone que está cercada no precisamente para molestar a los vecinos, sino que para cuidar su seguridad y con la genial idea de que crucen sólo en los pasos permitidos. Pero ya se ven algunas rejas rotas por vándalos que les da lata caminar unos metros de más. Y si la bocina del tren no suena cada vez que pasa es porque se quiere que el paso del tren sea lo más silencioso posible, y no afecte el libre desarrollo de las actividades en los sectores aledaños a la vía ferroviaria. Recuerde que el tren no tiene por qué avisarle que viene en camino, Usted debe mirar si éste viene. No sea imprudente y cuídese.
El desplazamiento en bicicleta por la ciclovía es una buena alternativa de transporte, es un modo saludable, pero, lamentablemente, en este país no se le ha dado nunca la importancia que merece. En un seminario al que asistí el año pasado nos hablaban del transporte en Noruega, muy distinto a lo que aquí se vive en lo que a bicicleta como modo de transporte se refiere. Las calles están completamente señalizadas, aunque eso no sería tan difícil de lograr. La gran diferencia es que allá el uso de la bicicleta está aceptado del mismo modo que el automóvil. En las oficinas hay duchas y camarines para los ciclistas que llegan a sus trabajos. El uso del casco es OBLIGATORIO, la gente sabe como circular por las vías exclusivas y los peatones ni siquiera osan caminar en las pistas rojas.
No basta con tener grandes carreteras y una infraestructura de elite si no sabemos aprovecharlas en su totalidad, si no sabemos comportarnos de manera correcta en las vías. Todos los cambios en vialidad, y en general en obras de gran envergadura, deben estar acompañados de educación.
Se puede tener grandes proyectos, podemos ser los jaguares de Latinoamérica, pero en este país falta mucha educación cívica, comportamiento socialmente respetable en las calles. Debemos aprender a ser buenos peatones, a cruzar en la esquina y no en la mitad, a respetar al de al lado, a respetar las vías exclusivas, a no correr más de la cuenta, a salir de la casa a la hora correcta, a esperar la micro donde corresponde, a cruzar la vía férrea donde corresponde, a no adelantar en la curva, etc…
Me gusta mucho lo que dice en algunas micros: “Si Usted está apurado, no es culpa del conductor.”
No hay mucha gente que se interese por el tema del Transporte en nuestro país. Es un área bastante compleja de la Ingeniería Civil y por ende a muy pocos alumnos les resulta atractiva. Pero existiendo personas que se metan en el tema, que trabajen en nuevas alternativas para un buen desarrollo en Transporte en nuestro país, podremos alcanzar los niveles “sociales y culturales” de los países desarrollados.
Debo destacar que el Transporte no sólo se trata de obras viales, también se puede estudiar los aspectos económicos referidos a éste, pero ese tema es muchísimo más complejo, y no es correcto que hable de ello porque no manejo los términos.
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