Ciertamente Kurt Russell no me parece el gran actor del milenio, pero le agradezco una frase que soltó en una curiosamente muy bien lograda película dramática (harto distante del bodrio llamado Escape de los Angeles). Personificando a un experto relojero que veía hacerse añicos una de sus mejores creaciones a manos de un energúmeno con aspecto de metalero (sólo el aspecto, pues era una película de época) espetó un brillante "¿¡Cómo puedes destruir lo que no puedes hacer!?".
A alguna distancia de mi nariz, en esta madrugada naciente, veo cómo dos de los tres arreglos que adornaban los pies de nuestro Pedro de Valdivia de la Plaza yacen en el suelo, medio desflorados. ¿Cómo destruimos lo que no podemos hacer?
No soy un devoto de los arreglos florales. No me parecen necesariamente una beldad sublime, pero coño, ¡alguien los hizo! ¡alguien de cuyas manos nacen cosas!
Entre los dos caídos, el escudo de mi querido Concepción.
¡Por la mierda! (ejem, ejem) ¡Seguiremos siendo sudacas, seguiremos diciendo despectivamente "este país" en vez de Chile y seguiremos en esta nauseabunda mediocridad si no somos capaces de entender que verdadero coraje y verdadera actitud no es pararse desafiante ante cualquier cosa, sino ser capaces de amar y armar! ¡Ser duro y contestatario es fácil, la bondad y el amor son verdadera rebeldía!
Perdonad que venga con esta mala educación que es la prisa, y es que preferiría haber tenido un buen rato para poder echarle algo más que un vistazo a vuestro espacio, pero en la biblioteca se me acaba el tiempo.
Eso sí, no podía pasar de largo sin decir que mi primera impresión ha sido que vuestra iniciativa es verdadera profilaxis para esta contagiosa ola de cinismo y conformismo que nos asola.
Un abrazo trasnoceánico.
Amenazo con regresar.
Sólo una breve nota: este blog me parece una iniciativa genial, muchas cabezas aportan muchas ideas, muchas ideas representan muchas posiciones y muchas posiciones representan una gran verdad.
Un saludo para los de aquí y para los de allá.