Hoy ordenando las cosas de mi Padre, me enteré cual era su verdadero nombre, aunque en todos sus documentos oficiales figura como Oswaldo y su apellido sin acento, su partida de nacimiento me ha descubierto como siempre lo sospeché, como es que en realidad se escribía su nombre y el apellido que compartíamos; alguna vez lo discutimos incluso, y el pensaba que era uno de esos arrebatos míos por complicar las cosas, si era tan simple, si todos lo llamaban asì, porque cambiar las cosas.Después de tiempos complicados, disfrutar de mi padre fue lo mejor que me pudo pasar en estos últimos años, sobre todo por nuestros códigos secretos, por las aficiones que compartamos, y por que a su manera siempre intentó entender mis bruscos cambios de dirección.Sospecho que no tendrè otro compañero que disfrutara el fútbol como èl, quien me llevò a un estadio hace muchísimos años por primera vez, cuando incluso me costaba entender el juego;, y dese allí hemos disfrutado tantos y tantos partidos, los ùltimos años por televisión, por seguridad y comodidad de ambos; nos deslumbró Riquelme y gritamos los goles de Boca como propios y cada una de las copas libertadores que ganaron los xeneises, renegamos con el mal fútbol de alianza domingo a domingo, y creo que sòlo por compartir conmigo se hizo tan hincha de la Ferrari y de Schumi como yo; nunca entendió la música que yo escuchaba, y le divertía ver como nunca mi biblioteca dejaba de crecer a pesar de mis auto promesas de no comprar más libros.El domingo en la tarde, luego de ir de un lado a otro buscando departamento fui a verlo al hospital a quejarme de mi mala suerte, y el siempre viendo las cosas de una forma más simple, me dijo un par de cosas sobre mi vida que no olvidaré; le divertía en el fondo que yo fuera tan desorganizado para algunas cosas, y tan controlador para otras, le pedí que se cuidará y el me dijo lo mismo, la habitación lucia tan grande para el y su inmenso balón de oxigeno, se quejaba de la tos y yo de los médicos y sus diagnósticos infinitos, pero bueno ya antes habìa pasado por cosas asì y creo que ya estaba acostumbrado.El Martes me costó tanto regresar a casa luego del trabajo, porque de algún modo me sentía tan sólo como el debía sentirse en ese momento en un cuarto de hospital, no hubo tiempo de despedidas, ni últimas palabras, fue solamente haberlo visto y no verlo nunca más en cuestión de unos pocos dìas. En realidad no se si pude haber hecho distinto,por ejemplo decirle cuanto lo quería, no lo hice, porque ninguno de los dos era de ese tipo de sentimentalismos; sin embargo ahora sólo me queda decirte cuanto te extraño Oswaldo, espero que nos volvamos a ver.
Posted by No future
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